Billie Holiday: Compositora.

Billie Holiday
Billie Holiday
Blood, Sweat & Tears
Billie Holiday y su madre Sadie Fagan
Arthur Herzog jr.
Billie Holiday
Nat Hentott
Billie Holiday, Lester Young, Coleman Hawkins, Gerry Mulligan en The Sound of Music
Billie Holiday en The Sound of Music
Billie Holiday con su marido Jimmy Monroe
Billie Holiday con su marido Jimmy Monroe
Billie Holiday
Billie Holiday con el original de «Lady sings the blues»
Billie Holiday
Billie Holiday
Billie Holiday: Compositora

Es más que probable que la documentación más exhaustiva que exista de un músico de jazz sea la referida a Billie Holiday. Biografías, películas y documentales, cientos y cientos de artículos y escritos en los que cada experto (en su campo) ha rastreado su vida pública y privada de norte a sur y de este a oeste. Si nos centramos únicamente en su aspecto artístico esos “exploradores” han seguido las huellas de Billie como cantante, ya que fue la que mejor supo trasferir a la audiencia todas las emociones que ella sentía cuando fraseaba las notas, convertidas en palabras, de una inspirada melodía. Pero el aporte artístico de Billie no acabó con su gran contribución como vocalista ya que fue también una excelente, aunque no prolífica, compositora. Digo excelente, ya que de las once canciones que escribió al menos cuatro se han convertido en standards: “God bless the child”, “Fine and mellow”, “Don’t explain” y “Lady sings the blues”. Temas escritos hace ochenta años que siguen estando de actualidad y los vocalistas de hoy en día (sobre todo ellas) los interpretan en directo y los graban en disco. A pesar de ello son pocos los estudiosos del jazz que se acuerdan de la faceta de Billie Holiday como compositora.

La primera vez que escuché una canción compuesta por Billie Holiday lo hice sin tener conocimiento de ello. Ocurrió en el año 1968 cuando compré el segundo disco del grupo norteamericano Blood, Sweat & Tears, ya que uno de los cortes del álbum era un tema titulado “God bless the child”. En la galleta del disco aparecía acreditado a B. Holiday y A. Herzog, Jr. que yo por entonces no sabía nada sobre ellos. La canción me gustó y el arreglo de BS&T me encantó.
A todos aquellos que no hayan escuchado la versión del grupo norteamericano les exhorto a que lo hagan.

Arthur Herzog, jr. (1900 – 1983) fue un compositor y letrista norteamericano que colaboró junto a Billie Holiday en su faceta como compositora.

La canción “God bless the child” será posiblemente la más conocida de las que Billie compuso. En su autobiografía “Lady sings the blues” relata cómo surgió:

“Una noche necesitaba unos dólares del dinero que le daba a mamá para que me lo guardara. Entré en el restaurante en el que trabajaba a la manera de un accionista y se los pedí. Mamá me los negó de plano. No quiso darme un céntimo. Se puso violenta conmigo y yo me puse violenta con ella. Intercambiamos unas palabras. Me largué de prisa no sin antes decirle “God bless the child that’s got his own”, “Dios bendiga al niño que tiene lo que es suyo”.
Estuve resentida tres semanas. No podía dejar de pensar en ello. Un día, de pronto, toda una canción ocupó su lugar en mi cabeza. Esa noche me precipité al Village para ver a Arthur Herzog. Él se sentó al piano y sacó todas las notas mientras yo estaba cantando. Cambiamos algunas palabras de la letra y la canción estaba lista”.

La letra dice lo siguiente:

A los que tienen se les da, a los que apenas tienen se les quita
Eso es lo que dice la Biblia y sigue estando de actualidad
Mamá lo puede tener, papa lo puede tener
Pero Dios bendiga al niño que tiene lo que es suyo
Unos bolsillos vacíos nunca te llevan al éxito
Mamá lo puede tener, papa lo puede tener
Con dinero tú tienes muchos amigos
Están todos amontonados alrededor de la puerta
Pero cuando tú te vas y te lo gastas todo, ya no vuelven más
Tus conocidos pudientes solo te dan mendrugos de pan y cosas así
Puedes valerte por ti misma, pero no esperes demasiado
Mamá lo puede tener, papa lo puede tener
Pero Dios bendiga al niño que tiene lo que es suyo
Él no tiene que preocuparse por nada, porqué tiene lo que es suyo

 Billie grabó por primera vez el tema “Good bless the child” en Nueva York el 9 de mayo de 1941 siendo su debut en el sello “Okeh”. Los músicos que participaron en la sesión fueron los siguientes: Eddie Heywood, piano; Grachan Moncur II, contrabajo; Herbert Cowans, batería; Johan Robins, Paul Chapman, guitarras; Roy Eldridge, Ernie Powell, trompetas; Jimmy Powell, Lester Boone, saxos altos. En los créditos de la canción aparece Arthur Herzog, jr. como co-compositor.

A “God bless the child” interpretada por Billie Holiday le concedieron el Grammy Hall of Fame Award en 1976. The Recording Industry Association of America and the National Endowment for the Arts la incluyó en la lista de las canciones del milenio.

Versiones recomendadas:
Eva Cassidy de su álbum “American Tune” (2003)
Carmen McRae de su álbum “Sings Lover Man and other Billie Holiday Classics” (1961)

Billie Holiday compuso la música y escribió la letra de la canción “Fine and mellow” y la grabó el 20 de abril de 1939.
La letra relata lo siguiente:

Mi hombre no me ama, me trata tan mal
Mi hombre no me ama, me trata horriblemente
Es el hombre más tirado que yo haya visto
Lleva pantalones de talle alto con rayas amarillas
Pero cuando comienza a ser cariñoso conmigo es tan delicado y suave
El amor conseguirá que bebas y juegues y estarás fuera toda la noche
El amor logrará que hagas cosas que sabe que están mal
Pero si me tratas bien, cariño, me quedaré en casa todos los días
Pero te comportas tan mal conmigo que sé que me vas a dejar
El amor es como un grifó, se abre y se cierra
A veces cuando tú crees que está abierto, está cerrado y se ha ido

La escritora Buzzy Jackson escribió el libro titulado “Disfruta de mí si te atreves” en el año 2005. En él nos habla sobre la canción “Fine and mellow”:

“Cuando en 1946 Billie Holiday cantó “Fine and mellow” en el Carnegie Hall junto a su viejo amigo Lester al saxo, su interpretación echó abajo el local. El swing con aire de blues de la canción suscitó un gran clamor en el público y el fraseo del último verso de la canción supuso una ola de júbilo. El público se volvió loco. Holiday retenía las emociones, sirviéndose de la contención como recurso dramático y, cuando se soltaba, aunque solo fuera un momento, el efecto era electrizante. Todas las interpretaciones de “Fine and mellow” contenían esa carga emocional”.

Los músicos que estuvieron sobre el escenario del Carnegie Hall fueron los siguientes: Kenny Kersey, piano; Curly Russell, contrabajo; J.C. Heard, batería. John Collins, guitarra; Buck Clayton, trompeta; Illinois Jacquet, saxo alto y tenor; Lester Young, Coleman Hawkins, saxos tenores.

La mejor interpretación de Billie Holiday de “Fine and mellow” se produjo durante un especial de televisión de una hora de duración llamado “The Sound of Music”. Se grabó en directo el domingo 8 de diciembre de 1957, en el CBS Studio 58 ubicado en el Town Theatre sito en el 851 Ninth Avenue de Nueva York.
En el plató, Billie se vio rodeada de los siguientes músicos: Ben Webster (ts), Lester Young (ts), Vic Dickerson (tb), Gerry Mulligan (bs), Coleman Hawkins (ts), Roy Eldridge (tp), Doc Cheatham (tp). La interpretación de los solistas siguió ese mismo orden. La sección rítmica estuvo formada por: Mal Waldron (p), Milt Hinton (b), Osie Johnson (d), Danny Barker (g).

Nat Hentoff escritor y periodista especialista en jazz, además de formar parte del equipo de producción de “The Sound of Music”, nos dejó estos comentarios sobre el programa:

“Fine and mellow” cantada por Billlie consiguió convertirse en el clímax del broadcast. Era una de las pocas canciones que ella había compuesto, un blues de 12 compases. Quizás fue el único que escribió, pero en él estaba presente el lenguaje del blues, la textura del blues y la emotividad del blues. Su letra trata de la infidelidad y Billie era una experta en ello. Nunca consiguió que sus sueños, sus aspiraciones, sus fantasías y sus romances llegaran a buen puerto.
Billie llevaba tiempo sin ver a su gran amigo Lester Young y cuando tocaron juntos en el programa se notó cómo ellos interactuaban mediante una mirada o una liviana sonrisa. Daba toda la sensación de que ellos estaban recordando otros tiempos, mejores tiempos. El productor Herridge estaba en la sala de control con lágrimas en los ojos. Pensé en todas las veces que Billie interpretó esta canción, en discos, en night clubs, y creo sinceramente que la mejor fue la nos dejó en “The Sound of Jazz”.
Después que todo terminó, Billie estaba contenta de cómo había transcurrido el programa. Se acercó y me dio un beso. Y eso tuvo más valor para mí que si me hubiesen concedido la Medalla de Honor del Congreso”.

Versiones recomendadas:
Etta Jones de su álbum “Always in our hearts” (2004)
José James de su album “Yesterday I have the blues – The Music of Billie Holiday” (2018)

En la autobiografía de Billie leemos lo siguiente:

Una de las canciones que compuse y grabé narra mi matrimonio con Jimmy Monroe. Sospecho que siempre supe en qué me metía cuando se casó conmigo. Yo sabía que su bella inglesa blanca seguía en la ciudad. Él no quiso reconocerlo, por supuesto, pero yo lo sabía. Una noche volvió a casa con lápiz de labios en el cuello de su camisa. Vi la mancha de pintalabios. Él vio que yo la vi y comenzó a darme una serie de explicaciones. Yo era capaz de aguantar cualquier cosa menos eso. Mentirme era peor de todo lo que pudiera haber hecho con cualquier zorrita. Lo interrumpí y le dije: “Date un baño, tío, no me des explicaciones” (don’t explain). Allí debía de haber terminado todo. Pero esa noche se me quedó clavada en el alma. Las palabras “don’t explain” “don’t explain” bullían en mi cabeza. De alguna manera tenía que quitármelas de encima, A medida que lo pensaba, esa noche se fue convirtiendo en una escena desagradable de una triste canción. Poco después me encontré entonando frases para mis adentros. De pronto me di cuenta de que tenía una canción entre manos.
Una noche bajé a buscar a Arthur Herzog. Él tocó la melodía al piano y puso por escrito la letra.
No podía cantar esa canción sin sentir hasta última nota. Todavía no puedo. Más de una joven seguidora me decía que se derrumbaba cada vez que me oía cantarla. De manera que, si alguien merece que le adjudiquen el mérito de esta canción, ese alguien es Jimmy… y todos los que siguen volviendo a casa con manchas de lápiz de labios. Cuando eso deje de ocurrir “Don’t explain” quedará anticuada. Hasta entonces, siempre será de actualidad”.

La letra de la canción es la siguiente:

Cállate, no me des explicaciones, simplemente dime que te quedarás
Estoy contenta de que hayas vuelto, pero no me des explicaciones
Tranquilo, guarda tus explicaciones, qué vas a conseguir con ellas
Quítate esa mancha que tienes de lápiz de labios, y deja las explicaciones
Sabes que te quiero y lo que dura el amor, todos mis pensamientos se centran en ti
Y esa es la razón por la que soy completamente tuya
Lloro de pensar las charlas que tendrás con tus amigos, y sé que me engañas
Que esté bien o mal no importa, cuando tú estás conmigo, cariño
No me des explicaciones, tú eres mi alegría y mi dolor
Mi vida es sentir tu amor, no me des explicaciones

 Billie Holiday grabó “Don’t explain” en Nueva York, el 8 de noviembre de 1944 para el sello Decca. La orquesta que le acompañó fue la de Toots Camarata: Dave Bowman, piano; Haig Stephens, contrabajo; George Wettling, batería; Carl Kress, guitarra; Russ Case, trompeta; Hymie Schertzer, Jack Cressey, saxos altos; Larry Binyon, Dave Harris; saxos tenores. Seis violinistas.

Versiones recomendadas:
Cassandra Wilson en su álbum “Coming forth by Day” (2015)
Patti LaBelle en su album “Bel Hommage” (2017)

El escritor y poeta Alexis de Veaux dejó el siguiente comentario en su libro titulado: “Don’t explain: A song of Billie Holiday”:
“El sufrimiento puede lavarse con una canción. El sufrimiento puede convertirse en algo digestible y transformarse con el jazz”.

 Al hilo de las frases del poeta, las canciones que Billie compuso relataban momentos trágicos, obscuros, dramáticos de su propia existencia, pero también eligió canciones de otros autores que relataban experiencias similares y las hizo suyas. Un claro ejemplo es la canción francesa “Mon homme” compuesta por Maurice Yvain con letra de Albert Williametz y Jacques Charles en 1920. “My man” fue su título en inglés con letra de Channing Pollock.

La autobiografía de Billie Holiday, escrita por William Duffy asistente del director del New York Post, llegó a las tiendas el 8 de julio de 1956. El primer título que habían propuesto Holiday y Duffy fue “Bitter Crop” (Amarga Cosecha) que fue rápidamente desestimado por el editor Bill Barker. Al final prevaleció el de “Lady sings the blues”. En los EE.UU. el libro fue calificado como una biografía “lucida e inocente” y no tardó en llegar a las listas de los más vendidos y fue traducido a veinte idiomas. Billie comentó que había estado recibiendo royalties de la obra durante toda su vida.

Aprovechando la salida de la autobiografía, Norman Granz, fundador del sello Verve (entre otros), pensó que era un buen momento para producir un álbum de Billie con el título de “Lady sings the blues”. Además, tenía en mente incluir una canción con el mismo título que el del L.P. Para ello, el productor le presentó a la cantante al pianista y compositor Herbie Nichols y les pidió a ambos que colaborasen para que una canción titulada “Lady sings the blues” viera la luz. Como así sucedió. La letra que escribieron decía lo siguiente:

Lady canta el blues, ellos hacen que se sienta mal
Ella se encuentra tan triste que quiere que todo el mundo lo sepa
Justamente es de eso de lo que trata su blues
Lady canta el blues
Dice lo que siente, no tiene nada que esconder
Ahora el mundo lo sabrá, es de eso de lo que trata su blues
El blues no es otra cosa que tener el corazón dolorido
Cuando tienes un mal comienzo. Cuando tú y tú hombre deben separarse
No voy a quedarme simplemente sentada y llorar
Sé que no moriré porque lo amo
Lady canta el blues, te dije que le hacen sentirse mal
Pero ahora el mundo lo sabrá y nunca más los cantará

La canción “Lady sings the blues” se grabó el 6 de junio de 1956 en Nueva York. Los músicos presentes en la sesión fueron los siguientes: Wynton Kelly, piano; Aaron Bell, contrabajo; Lenny McBrowne, batería; Kenny Burrell, guitarra; Charlie Shavers, trompeta; Paul Quinichette, saxo tenor; Tony Scott, clarinete.
El álbum “Lady sings the blues” llegó a las tiendas en diciembre de 1956 cinco meses después que el libro.

Versiones recomendadas:
Molly Johnson de su álbum “Because of Billie” (2014)
Dee Dee Bridgewater de su album “Eleanora Fagan to Billie Holiday” (2009)

Lady sings the blues” se convirtió en el título de un libro, de un álbum y de una canción. Este hecho trajo otra vez a coalición una cuestión que seguidores y estudiosos del jazz llevaban tiempo debatiendo en el sentido de si Billie Holiday era o no una cantante de blues. De las once canciones que Billie compuso durante su trayectoria musical cuatro de ellas son blues: “Fine and mellow” (que ya ha tenido su sitio en el artículo), “Billie’s blues” (1936), “Long gone blues” (1939) y Stormy blues (1954). Creo que la escucha de estos blues disipa cualquier duda.

Solo me queda por nombrar las canciones: “Everything happens for the best” (1939), “Now or never” (1949), “Somebody on my mind” (1950)”, “Tell me more” (1940) y ya están mencionadas las once canciones compuestas o co-compuestas por Billie. Sobre la última que he citado, la cantante se valió de varias argucias para adjudicarse los royalties de la música y de la letra, cuando no le correspondían. Pero por hoy vamos a dejarlo estar, ya que Billie Holiday nos obsequió con momentos inolvidables.

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