















La Cantante de Blues, Ma Rainey: Terca, Provocadora y Libre
“Todo lo que había en ella era superior a la vida misma: figura redonda, llenita, labios exuberantes, ojos enormes poblados de pestañas y agrandados por una raya de kohl y una dulce sonrisa que mostraba una dentadura grande e irregular, cuyos dientes de oro brillaban en contraste con su piel obscura, uno de los rasgos que la distinguía de aquellas mujeres de moda de piel clarita con quienes compartía el escenario en los vodeviles. Su sentido de la elegancia era igualmente impactante: Rainey llevaba lujosos vestidos de raso bordados, también lucía tocados, cuentas, brazaletes, collares de perlas y sus famosos montados con monedas de oro. De ella nadie dijo que fuera hermosa, pero nadie olvido nunca su rostro. «me parecía demasiado fea – recordaba un músico – tío, era la cosa más horrible que he visto en mi vida. Si, era fea – decía otro – pero déjame que te diga una cosa: tenía un carácter encantador y una personalidad que hacía que te olvidaras de su cara. Tanto que terminaba por ser bonita”. (Disfruta de mí si te atreves – Buzzy Jackson – 2005).
A menudo la llamaron «la madrina del blues» «la salvaje del blues» «la gata indómita del blues». Ma Rainey fue conocida por su voz, profunda y ronca, por su fascinante presencia sobre los escenarios en los locales donde actuaba, con el aforo lleno a rebosar por un público entregado. También grabó discos de éxito a principios del siglo XX, a menudo con sus propias canciones escribiendo letras que reflejaban sus experiencias como una mujer afroamericana independiente y abiertamente bisexual.
Ma Rainey nació como Gertrude Malissa Nix Pridgett en la ciudad de Columbus, Georgia, el 26 de abril de 1886. Sus padres, Thomas y Ella, eran artistas de los minstrels. Ma demostró desde niña que su destino era convertirse en cantante. Su debut lo hizo alrededor de 1900, con cerca de 14 años, en la revista The Bunch of Blackberries que se representaba en la Springer Opera House de Columbus. Como prácticamente todas las cantantes debutantes se apuntó a compañías de vodevil itinerantes. Ma Rainey tuvo la fortuna de que Pat Chappelle – el dueño de uno de los más importantes grupos afroamericanos de vodevil, The Rabbit’s Foot Company – se fijara en ella y la contratara. También parece ser que cuando esta troupe visitó el estado de Missouri, Ma escuchó a una joven, que había ido a ver el show, cantar una melodía extraña y conmovedora y le pidió que se la enseñase. Resultó que era un blues, Ma la introdujo en su repertorio y a partir de ahí el blues se aposentó en lo más profundo de su ser.
Al cabo de un par de años de girar con The Rabbit’s Foot, Ma conoció a Will “Pa” Rainey, comediante, cantante y bailarín, y acabaron casándose en 1904. Montaron un número juntos en el show llamándose «Ma and Pa Rainey» y así permanecieron durante los doce años que duró su matrimonio.
The Theater Owners Booking Association o T.O.B.A., conocida coloquialmente como «Tough on Black Asses» (Duro con los culos negros), fundada en 1909, fue una institución muy importante por el impacto que causó entre la comunidad negra y la cultura de los EE. UU. en general. Consiguió llevar a los mejores cantantes negros, que actuaban en los espectáculos itinerantes, a las salas de concierto de las ciudades más importantes del sur, de los estados centrales del país y de la costa este. El apodo despectivo por el que se le conocía coloquialmente se debe a que fue una institución mal pagadora, con pobres instalaciones y con extenuantes horarios. Sin embargo, los artistas aceptaban trabajar para la T.O.B.A. porque organizaba el único espectáculo de la ciudad abierto a los músicos negros.
A pesar de lo duras que eran sus condiciones, obtuvo un gran éxito con los artistas negros con talento, ya que les ofrecía una de las escasas oportunidades que existían para alcanzar la fama e incluso para ganar dinero, algo que estuvo al alcance de unos pocos afortunados, entre ellos, Ma Rainey.
Rainey se convirtió en la estrella del circuito T.O.B.A. Atrajo a grandes audiencias de admiradores sobre todo del Sur y del Medio Oeste, racialmente mixtas (aunque todavía segregadas), lo que demuestra su amplio poder de atracción. Su espectáculo, de dos horas de duración, comenzaba generalmente con números de jazz de la banda y la actuación de un coro de chicas. Después de unos sketches cómicos, Rainey hacía su gran entrada y deslumbraba al público con sus canciones.
Uno de los músicos de blues que conoció muy bien a Ma Rainey fue Thomas A. Dorsey (que en unos años se convertiría en el padre de la música Gospel). Juntos (o él por separado) escribieron varias canciones que ella las convirtió en standards de blues. También nos recuerda como fue una de sus performances más aclamadas:
“Fabricaron, exprofeso, una réplica grande de un gramófono Vitrola, lo situaban en medio del escenario y Ma estaba dentro de él. Salía una chica y colocaba un disco enorme en el plato. Entonces el grupo empezaba a tocar Moonshine Blues. Ma cantaba unos compases dentro del Vitrola. Entonces abría la puerta y salía hacia el foco de luz con su vestido fastuoso de nueve kilos de peso y su collar de monedas doradas de cinco, diez y veinte dólares. La sala enloquecía. Ma tenía al público en la palma de la mano… Cuando cantó su último tema tuvo que salir siete veces a escena para saludar”.
Clyde Bernhardt, el que fuera trombonista del grupo de Rainey, también nos rememora una de sus actuaciones:
“Sí, por supuesto contaba chistes al público… Claro, en aquellos tiempos, a los jóvenes solía llamarlos «carne de cerdo» … Así que ella solía irrumpir con: «Sí, sí, me gustan mis chicos, mis carnes de cerdo. Me gustan jóvenes y tiernos… Yo no tengo nada que hacer con un viejo… Si se portan bien los cuidaré» … Y después, normalmente, empezaba a cantar «A Good Man is Hard to Find»». (Un hombre bueno es difícil de encontrar).
El poeta Sterling Brown (1901-1989) fue un amigo de Ma Raney y escribió en 1931 un poema al que tituló «Ma Rainey».
En él describe a través de su poesía el poderoso impacto que producían las actuaciones de la cantante de blues. Capta la emoción que brotaba cuando personas de todas partes acudían en masa para escucharla, creando una atmósfera festiva. Personas recién llegadas de los campos de maíz y del algodón, de los bosques de leñadores. Para todos ellos la llegada de Rainey suponía un gran acontecimiento. Ella trataba de conectar emocionalmente con su audiencia para que de algún modo su música fuese el medio que les ayudara a escapar de sus dificultades. Como ellos, Rainey era una negra del sur, y los negros del Sur de aquella época habían experimentado muchos cambios en los últimos cincuenta años desde la Emancipación. Ella, por un lado, se metamorfoseaba en uno de ellos o de ellas, se transformaba en alguien con quien podían identificarse. Por otro lado, representaba una visión de un tipo de vida diferente, sin temor a las costumbres sociales blancas o a las trabas profesionales. Ella era una heroína, un símbolo de fuerza que inspiraba a su audiencia a continuar el viaje a pesar de los obstáculos que seguro aparecerían en su camino.
A principios de la segunda década del siglo pasado, con una incipiente radio que pretendía llegar a todos los rincones de los EE. UU., el medio de comunicación por excelencia era el chismorreo, el boca a boca, una artista que estaba en boca de todos sus admiradores era Ma Rainey. Ellos conocían su pasión por las fiestas, el baile y sus aventuras extramaritales. Sus gustos por los jovencitos y las jovencitas, que ella nunca trató de ocultar. Y esta amoralidad añadió atractivo a su personaje público. Ma Rainey conoció a Bessie Smith cuando ambas tenía 26 y 18 años respectivamente. Ma pasó de ser «como una madre» a convertirse en «su amante» según el rum rum popular, algo que ellas nunca lo admitieron abiertamente.
En diciembre de 1923, Ma Rainey dio el salto de estrella del vodevil a artista discográfica. Compuso o colaboró en al menos un tercio de las 92 canciones que grabaría para Paramount Records. En sus letras más llamativas dio rienda suelta a sus puntos de vista sobre el amor (desamor) y el sexo:
La canción Prove it on Me Blues (letra y música de Ma Rainey – 1928), trata sobre el lesbianismo: “Anoche salí con un grupo de amigos, deben de haber sido mujeres, porque no me gustan los hombres. Es verdad que llevo camisa y corbata, hace que el viento sople todo el tiempo”.
Hear me talkin’ to you (letra y música de Ma Rainey – 1928) nos habla explícitamente de sexo: “Te estoy explicando lo que se necesita para meterlo entre mis caderas. Escucha cuando te hablo, no me muerdo la lengua. Si quieres ser mi hombre, tienes que traerlo contigo cuando vengas”.
Sissy Blues (letra y música Ma Rainey – 1926) nos habla de la homosexualidad masculina: “Mi hombre es gay, su nombre es miss Kate. Ahora toda la gente me pregunta por qué estoy sola. Un gay le sacudió esa cosa y se llevó a mi hombre de casa”.
La sesión de grabación más importante que realizó Ma Rainey durante toda su carrera ocurrió en Nueva York, el 16 de octubre de 1924. Los músicos fueron: Fletcher Henderson, piano; Charlie Dixon, banjo; Louis Armstrong, corneta Charlie Green, trombón; Buster Bailey, clarinete. De los tres temas que grabaron sobresale el titulado See See Rider escrito por Ma Rainey y la compositora Lena Arent. Esta canción se ha convertido en un standard de la música norteamericana. Lo han versionado desde Ray Charles a Elvis Presley o The Animals; de Ella Fitzgerald a Peggy Lee o Julie London; de Leadbelly a Ligtnin’ Hopkins o Snook Eaglin. En el 2004, a la versión original de Ma Rainey le fue concedido un Grammy Hall of Fame Award. Su letra expresa el dolor, el anhelo, la esperanza y la rabia:
Soy tan infeliz, me siento tan triste, siempre me siento tan apenada
Cometí un error desde el principio. Oh, parece tan difícil separarse. . .
Mira, mira, jinete, mira lo que hiciste, Señor, Señor, Señor
Hiciste que te amara y ahora tu chica ha venido
Me voy, cariño, no volveré hasta el otoño, Señor, Señor, Señor
Si encuentro un buen hombre, no volveré jamás
Voy a comprarme una pistola tal grande como yo, Señor, Señor, Señor
Voy a matar a mi hombre y tomar el “Cannonball” (1)
Si él no me tiene, no tendrá a ninguna chica jamás
Mira, mira, jinete, ¿dónde pasaste la última noche?, Señor, Señor, Señor
Llevas los cordones sueltos en tus zapatos y estás a medio vestir
No viniste a casa hasta que el sol estaba radiante
(1) El tren “Cannonball Express”
Ma Rainey realizó sus últimas grabaciones en diciembre de 1928. Para entonces, su estilo había perdido fuerza, la época de las big bands de swing estaba ansiosa esperando el pistoletazo de salida y ella no pudo o no quiso cambiar la manera de conectarse con su público. En el año 1935, fallecieron su madre y su hermana y ese fue el momento en que abandonó definitivamente la carretera. Se fue a vivir con su hermano Thomas en la casa que ella había comprado para su madre en el 805 Fifth Avenue de Columbus. Ma, aparte de artista, fue una eficaz mujer de negocios que le reportaron la adquisición de dos teatros en la ciudad. Además, se convirtió en una activa colaboradora de la Friendship Baptist Church, donde su hermano era el diácono.
Ma Rainey murió de un ataque cardíaco el 22 de diciembre de 1939. Contaba con una edad de 53 años y fue enterrada en el Potersdale Cemetery de Columbus. Resulta un tanto irónico que una mujer que “hizo historia con el blues” aparezca, en el certificado de defunción, que su profesión fue la de “ama de casa”.
El 11 de octubre de 1984, se estrenó en el Cort Theatre de Broadway el musical «Ma Rainey’s Black Bottom» que se mantuvo en cartel durante 276 representaciones. El papel de Ma Rainey le fue adjudicado a la actriz y cantante Theresa Merritt.
En el año 2020, se rodó la película, con el mismo título que el musical, protagonizada por Viola Davis. El film fue nominado a cinco premios Oscar ganado dos de ellos: Al mejor vestuario (Ann Roth) y al mejor maquillaje y peluquería (Sergio López Rivera, Mia Neal, Jamika Wilson).
“Hablo por qué soy terca y canto por qué soy libre… pero mi hombre me ha dejado y se ha ido camino de Memphis”. Memphis Bound Blues, Ma Rainey.