La Escritora Mae West: «Sex», «The Drag», «The Pleasure Man»
Mae West nunca disfrazó su intención de provocar y desestabilizar lo políticamente correcto. Aunque siempre estuvo catalogada como una mujer “peligrosa” esa amenaza no residía en su sofisticada y sexy forma de vestir o en su disfraz de prostituta. Los parlamentos que escribió para sus obras de Broadway fueron sus armas preferidas. Ella se convirtió en una inteligente estratega de la guerra de guerrillas que se libraba en las candilejas. Mae eligió a Broadway como su zona de guerra.
Mae West nació el 17 de agosto de 1893 en Nueva York. Su madre era austríaca y modelo de corsetería. Su padre se dedicó por un tiempo al boxeo con el nombre de «Battlin’ Jack» y más adelante montó una agencia privada de investigación.
Mae West fue una avispada niña que creció en Bushwick, un barrio de Brooklyn, donde se hablaba un dialecto como el cockney de cuyo acento no pudo desprenderse totalmente durante toda su vida. Mae fue una niña sin apenas escolarización ya que a partir de los seis años los escenarios se convirtieron en sus centros docentes. Su madre la apuntaba en los teatros de aficionados y conseguía que pequeñas compañías de vodevil la contrataran.
A los diecisiete, se fijó en ella el bailarín Keith Wallace y le propuso que fuera su pareja. Ambos mostraron su arte en varios circuitos de vodevil. Cuando Mae necesitó una «cobertura» para las largas noches en la carretera se casó con Wallace el 11 de abril de 1911 en Milwaukee, pero le insistió en que el matrimonio permaneciera en secreto. Ella nunca aludió la posibilidad de que su marido fuese gay. Cuando regresaron a Nueva York le abandonó.
Mae West trabajó duro para poder ser considerada una estrella, contratando a profesionales del canto y de la danza, pero en los pocos papeles para los que fue elegida no pudo desprenderse de ese lustre de «chica dura» que la envolvía. La influyente revista Variety afirmó que ella era “simplemente demasiado basta para una audiencia de $2.00”. Sin embargo, ella persistió escribiendo nuevos versos a sus canciones para estar siempre preparada para los bises e improvisaciones en las pequeñas partes que se le presentaban. Desde un principio tuvo claro que el teatro era un negocio duro y con pocas reglas.
«Pensé que las obras que eligieron para mí no eran las adecuadas. Mi madre se daba perfecta cuenta de cómo cambiaba mis papeles en el vodevil, inventaba chistes, reescribía mis parlamentos en los espectáculos. Al final me dijo «deberías escribir tus propias obras». Y Mae le hizo caso a su madre.
Para evitar que su trabajo como intérprete se viera manchado por las obras atrevidas que tenía en mente llevar a los escenarios, escribió bajo el seudónimo de Jane Mast, pero ese miedo a recibir críticas duras desapareció cuando la primera de esas obras, la titulada Sex, se estrenó en Broadway en 1926. West no solo la escribió, sino que también la produjo (con el dinero que le prestó su madre), la dirigió, además de adjudicarse el papel de protagonista.
El cartel de Sex incluía una reseña para atraer a los espectadores indecisos que decía, «Si no soportas la emoción, visita a tu médico antes de ver a Mae West en Sex«. Los personajes de la obra ciertamente estuvieron a la altura de lo anunciado. Entre ellos había cuatro prostitutas, dos proxenetas y varios clientes. La propia Mae interpretó el papel de la prostituta Margy Lamont.
Sinopsis de Sex:
Margy LaMont es la trabajadora sexual de mayor éxito en Montreal. Esa ciudad se vuelve «demasiado caliente» para ella cuando una dama de la alta sociedad intenta incriminarla por un delito que no ha cometido, como es el robo de sus joyas. Parte al Caribe y termina asentándose en un ostentoso enclave en Nueva York. Por el camino mantiene relaciones sexuales con varios hombres, entre ellos con un oficial naval inglés y con un joven que es el heredero de una fabulosa fortuna. Entre la policía, los criminales, los hipócritas de la alta sociedad y dos hombres que realmente la aman, a Margy se le acumula el trabajo.
La crítica a la obra de Mae West fue demoledora. The New York Times: “Cruda e inapropiada obra, producida con vulgaridad y actuada pobremente”; New York Post: “Ofensiva y una monstruosidad sacada del cubo de la basura”. Billboard: “El show más bajo, ordinario y vulgar que se ha atrevido a representarse en Nueva York este año”.
Sin embargo, la respuesta del público fue arrolladora. Sex se estrenó el 26 de abril de 1926 en el Daly’s 63rd Street Theatre de Broadway y llevaba 375 representaciones cuando fue clausurada por la policía.
En febrero de 1926, el alcalde de Nueva York, Jimmy Walker, realizó un viaje a Cuba. El alcalde en funciones, Joseph McKee, aprovechó esa circunstancia para desterrar de los escenarios de Broadway toda obra que él considerase indecente e inmoral, aunque su principal objetivo era Mae West.
Para entonces, en los diez meses seguidos que llevaba representándose se habían sentado en las cómodas butacas del Daly’s más de 325.000 personas, entre ellas, jueces, miembros de la fiscalía, del departamento de policía, de la alta sociedad… El 19 de marzo de 1927, la policía detuvo a Mae West que pasó la noche en la cárcel de mujeres de Jefferson Market y los actores en la comisaría de Hell’s Kitchen (un barrio de N.Y.).
Un jurado estableció que la obra era «obscena, indecente, inmoral e impura» y que fomentaba la corrupción en los jóvenes. El juez condenó a Mae West a diez días de prisión, que cumplió en Welfare Island, y a pagar una multa de 500 dólares.
Cuando Mae salió de la cárcel comentó que el alcaide le había permitido usar su ropa interior de seda, que le invitó a cenar y que le perdonó dos días de estancia en la prisión por su buena conducta. A la revista Liberty Magazine le concedió una entrevista en exclusiva por $1.000,00 que los donó para la Mae West Memorial Library de la prisión de mujeres. Y para finalizar comentó a la prensa: “Teniendo en cuenta todo lo que he conseguido con Sex, unos días en el trullo y $500,00 de multa no es un mal negocio”.
Si alguien pensó que unos días en prisión iban a disuadir a Mae West de continuar escribiendo obras de teatro que pugnaran contra la moral y las buenas costumbres vigentes en la sociedad de su tiempo, se equivocaba de principio a fin.
Nueve meses después del estreno de Sex, Mae West escribió otra obra que trataba sobre uno de los tabús más intocables de su época: la homosexualidad
En enero de 1927, Mae West estrenó la obra titulada The Drag en la ciudad de Bridgeport, Connecticut. Seguidamente se representó en el municipio de Bayonne, New Jersey.
Sinopsis de The Drag:
Drama con suspense, dividido en tres actos, que se centra en lo difícil y costoso que es llevar una vida secreta. El protagonista es un hombre gay miembro de una de las mejores familias pertenecientes a la alta sociedad y que está atrapado en un matrimonio sin amor. Su padre es un juez homofóbico y su suegro un terapeuta especializado en «curar» a los homosexuales. El tercer acto se desarrolla en la sala de dibujo de la mansión del juez, reconvertida en una pequeña pista de baile. En ella un combo de jazz toca melodías llenas de swing para que los actores, vestidos con las mejores galas de Drag Queens, se diviertan. De repente suena un disparo en el piso de arriba y nuestro protagonista aparece muerto. Llega el juez con la policía y uno de sus amigos confiesa que él ha sido quien lo ha matado, ya que antes habían sido amantes. El magistrado les pide a las fuerzas del orden que dictaminen que la causa de la muerte ha sido un suicidio para evitar a toda costa que le salpique cualquier atisbo de homosexualidad.
Mae West para esta obra no contrató a actores profesionales, sino que se fue a un bar gay del Greenwich Village y allí realizó el casting. En aquellos momentos, The Actor’s Equity (El Sindicato de Actores) prohibía que los homosexuales pudieran hablar sobre los escenarios, lo que conllevaba que nunca podían sindicarse y convertirse en actores. Mae West era consciente de la provocación que suponía actuar con el casting que había realizado. Más adelante en su autobiografía comentó: Los chicos de los coros, en aquellos días, eran todos homosexuales. Pero los productores nunca les dieron el más mínimo papel hablado… Así que ayudé a muchos chicos homosexuales. Los actores heterosexuales que interpretaban a hombres gays nunca tuvieron ningún problema. De la misma manera que los blancos se pintaban la cara de negro cuando interpretaban a personajes negros”.
The Drag registró una gran audiencia, aunque la revista Variety la calificara como “un intento inexplicable, brutal y vulgar de sacar provecho de un asunto sucio con fines de lucro”. West era consciente de que su material era incendiario y afirmó años más tarde que el público de entonces era «demasiado infantil para afrontar como adultos el problema de los homosexuales y aunque la homosexualidad era una forma de vida que se estaba extendiendo en la sociedad moderna, solo con nombrarla lograba que la gente común entrara en una especie de estado de shock”. La obra incendiaria sólo duró diez representaciones antes de ser clausurada gracias, sobre todo, a las presiones que ejerció la Sociedad para la Supresión del Vicio de Nueva York sabedora de las intenciones que tenía West de trasladar la obra a Broadway.
En marzo de 1927, la New York State Legislature aprobó una la ley conocida popularmente como «la del candado» que permitía al gobierno de la ciudad cerrar cualquier teatro que exhibiera una obra que violase las leyes en vigor sobre la obscenidad y prohibir cualquier representación que tratase sobre la homosexualidad en los escenarios de Nueva York.
Mae West no se quedó de brazos cruzados cuando le clausuraron The Drag y decidió darle una vuelta de tuerca. Convirtió al homosexual protagonista de la obra en heterosexual. Pero no en uno cualquiera, sino en un Lotario. (Lotario es un nombre italiano utilizado como abreviatura de un seductor de mujeres sin escrúpulos, basado en un personaje de La Bella Penitente, una tragedia de 1703 escrita por Nicholas Rowe).
Sinopsis de The Pleasure Man:
La obra es una comedia-melodramática sobre las hazañas de un Lotario cuyos coqueteos lo llevan a la muerte. Enamorar con malas artes a una dulce joven tiene en la obra su castigo. Todo ello trufado con acróbatas, comediantes y con un grupo de Drag Queens que al final de la obra realizan su sofisticado baile.
El 1 de octubre de 1928, se estrenó The Pleasure Man en el Biltmore Theatre de Broadway.
Cuando acabó la función entró la policía y se llevó a todos detenidos. En el tribunal, los abogados de Mae West consiguieron el permiso, cortando algunas partes del espectáculo, para poder realizar una representación matinal al día siguiente. Esa mañana una multitud de personas rodeaba la salida del teatro Biltmore, mientras se estaba representando la obra, sabedora de que la policía iba a entrar a detener de nuevo a los integrantes de The Pleasure Man. ¿Una filtración?
En efecto, el escenario fue allanado nuevamente, esta vez durante la presentación y detuvieron a: Mae West, a 43 protagonistas, 13 extras, cinco miembros de la orquesta, una docena de tramoyistas y diversos trabajadores. Mae West pasó una noche en la prisión de mujeres de Jefferson Market no sin antes depositar la fianza de 1.000 dólares para los seis protagonistas y 500 dólares para cada uno para los dieciséis actores nombrados en la denuncia.
Al día siguiente el Evening Post publicó el siguiente titular: «A Mae West la ha atacado una cruzada creada para purificar el escenario. El alcalde Walker se ha autoproclamado el paladín de la campaña para purificar Broadway«.
Lo más sorprendente fue que, dos años después del estreno de The Pleasure Man (cuya representación duró un día y medio) Mae fuera llevada de nuevo a juicio acusada de escribir y representar una obra que incitaba a la degeneración y a la perversión sexual. El juicio estuvo plagado de homofobia, y el fiscal quiso saber si los «degenerados» que se veían sobre el escenario persistían con sus «modales de personificación femenina» fuera de él. El jurado no llegó a una decisión y los cargos fueron desestimados.
Mae West, de 1928 a 1950, escribió y protagonizó tres nuevas obras en Broadway sin que tuviera que intervenir la policía.
De 1932 a 1943, Mae West escribió (o participó) en los guiones de diez películas en las que asumió el papel de la protagonista principal. La actriz se convirtió en la bestia negra de los censores, pero estos se regían por el poderoso Código Hays (creado por uno de los líderes del Partido Republicano de entonces de nombre William H. Hays) que fue implacable en los aspectos morales y en la prohibición de todo aquello que atentase a las buenas costumbres, a la exhibición de los cuerpos y a las relaciones sexuales. Mae West tuvo que pasar por el aro como todo el entramado cinematográfico, pero como comentó la revista Variety: “No sé por qué se preocupan de las letras de las canciones que interpreta West ya que es incapaz de cantar una «dulce nana sin que resulte sexy»
“En 1925, ocho actores se dedicaron a un sueño. Expatriados de sus lugares favoritos de Broadway por sus constantes compromisos cinematográficos, quisieron formar un club aquí en Hollywood; un lugar privado de encuentro, donde podrían confraternizar en cualquier momento”.
A ese club, que continúa activo en nuestros días, le pusieron el nombre de «The Masquers».
El 14 de abril de 1973, cinco días antes del 48 aniversario de la fundación del «Club» se organizó una cena y un show en el que participaron varios actores. Uno de ellos fue Mae West que interpretó la canción «The Pleasure Man».