Stan Getz: «The Sound» (1927 – 1961)

Stan Getz
Benny Goodman
Dick Rogers
Jack Teagarden
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Stan Kenton
Ralph Burns
Stan Getz
Horace Silver
Billie Holiday
Norman Granz
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Charlie Byrd
Stan Getz
Stan Getz: «The Sound» (1927 – 1961)

Stan Getz nació en el Hospital St. Vincent de Filadelfia, Pensilvania, el 2 de febrero de 1927. Cinco años después vino a este mundo su hermano Robert. Sus padres, de origen judío, emigraron a los EE. UU. en 1903 procedentes de la zona de Kiev, en Ucrania, debido a los disturbios antisemitas que se estaban produciendo en su país.  Su primer destino en el Nuevo Mundo fue Filadelfia mudándose seguidamente a Nueva York por el consejo de un familiar suyo. 
La madre de Stan, una mujer muy exigente, presionó mucho a su hijo mayor para que se convirtiera en médico o profesor y lo cuidaba con esmero, exigiéndole un rendimiento académico impecable. Stan se convirtió en un buen estudiante. 
Los primeros indicios de su talento innato para la música se hicieron evidentes alrededor de los 11 años, ya que para entonces dominaba el arte de la armónica y del bajo. Así mismo, tarareaba de memoria todos los “solos” de clarinete de Benny Goodman que entraban por sus oídos. Cuando empezó a estudiar música la lectura de las partituras a primera vista no le supuso el más mínimo problema y desarrolló un sentido instintivo de la tonalidad y del ritmo. 

El 16 de febrero de 1940, el padre de Stan le compró un saxofón alto. Tenía 13 años: «En mi barrio, mi opción era: ser un vagabundo o escaparme. Así que me convertí en un niño músico, practicando ocho horas al día. Era retraído e hipersensible. Practicaba el saxofón en el baño, y los edificios de viviendas estaban tan cerca que alguien del otro lado del callejón gritaba: “¡Que callen a ese niño!”, y mi madre respondía a gritos: “¡Toca más fuerte, Stanley, toca más fuerte!».  

En septiembre de 1941, Stan fue aceptado en All City High School Orchestra of New York City. Ingresar en este selecto grupo le dio acceso a un tutor privado y gratuito de la New York Philharmonic. En su caso, el fagotista, Simon Kovar. También comenzó a tocar en parties privados, fiestas de fraternidades, en bares y en los bailes que se organizaban los sábados por la noche. Le pagaban unos tres dólares por evento. A los 14 años, había ahorrado lo suficiente para comprarse un saxo tenor. 

Stan empezó a “colarse” en todas aquellas jam-sessions que podía para aprender de los músicos profesionales: El jazz es como un idioma. Aprendes el alfabeto, que son las escalas. Aprendes las frases, que son los acordes, y luego improvisas con el saxofón. Es maravilloso poder improvisar, algo que yo por entonces no dominaba. Pero musicalmente, me encanta improvisar. Y de eso trata el jazz”. 

Animado por músicos veteranos de bandas locales que reconocieron su talento, Stan fue contratado por el director, pianista, compositor y cantante Dick Rogers, para tocar en el salón de baile Roseland por treinta y cinco dólares semanales en diciembre de 1942. Sus calificaciones escolares empezaron a bajar y Stan pronto abandonó la escuela secundaria. Los responsables de la educación de los jóvenes le entregaron a Rogers la documentación necesaria para que el saxofonista fuese enviado de vuelta a las aulas, pero quizás, para entonces, ya no tenía mucho sentido. Stan ya sabía lo que quería hacer y cómo ganarse la vida con ello.
Al cabo de dos meses se apuntó a la American Federation of Musicians, Local 802, la mayor asociación de músicos en Nueva York. Una vez dentro se ocupó de correr la voz entre ellos asegurando que ya estaba listo para tocar. Varios compañeros le indicaron que podía probar suerte en la banda del trombonista Jack Teagarden. Stan se personó en el local de ensayos y realizó una audición. Eran tiempos de guerra, muchos músicos estaban reclutados, el saxofonista podía leer perfectamente las partituras, por su edad no podía ser alistado, así que Teagarden le dijo: Te doy $70 semanales, empaca tus cosas y estate listo para partir a Boston con la banda mañana por la mañana”. 

Stan Getz permaneció en las filas de Teagarden hasta finales de 1944 en el que decidió quedarse en California. Tenía 17 años.
Durante ese período de tiempo la banda realizó varios programas de radio destinados a las fuerzas armadas y algunos de ellos fueron grabados y recogidos en discos. Estos son los primeros testimonios sonoros que tenemos de Stan Getz como saxofonista. Las fechas y los lugares fueron los siguientes: Sheppard Field, Wichita Falls, Texas el 18/8/1943; Bartsdale Field, Shereveport, Los Ángeles el 20/07/1943; Blythe, AAF Base, California el 5/11/1943. De los trece temas que quedaron recogidos he elegido el titulado Baby, won’t you please como home escrito, música y letra en 1919, por Clarence Williams y Charles Warfield. 

Stan Getz recordó sus primeros tiempos con Jack Teagarden de esta manera: Teagarden me enseñó cómo tocar y frasear con fluidez tal como él lo hacía con el trombón. En mis primeros años, trabajar con él fue lo que más me impactó. Tocar con él fue una excelente manera de introducirme en la música profesional. Teagarden era un gran músico. Su forma de tocar es atemporal y es lógica. Trabajar en su banda fue duro. Las noches no terminaban nunca”. (Tenéis a vuestra disposición mi artículo: “Un gran vocalista y un gran trombonista: Jack Teagarden”.

El más legendario de todos los animadores durante la II Guerra Mundial y la persona que encarnaba todos los valores auténticamente norteamericanos fue Bob Hope, que era británico. Emitía un programa radiofónico semanal, todos los martes por la noche en la NBC, patrocinado por la marca del dentífrico Pepsoden. Se trasmitía habitualmente desde un campamento militar y tenía una audiencia de aproximadamente 20 millones de oyentes.  La música estaba a cargo del director de banda y cantante Skinnay Ennis, pero a este le llamaron a filas y el puesto quedó vacante. Para salir del paso llamaron a la banda de Stan Kenton con un contrato de un solo programa. Sin embargo, Bob Hope se quedó impresionado del enfoque disciplinario y sensato que mostraba la formación que decidió que la banda de Kenton se convirtiera en su nueva orquesta. 
En abril de 1944, Stan Kenton necesitó incorporar simultánea a dos nuevos saxofonistas tenores. Contrató a uno ya consagrado, como Dave Matthews y, para limitar gastos, a un joven llamado Stan Getz. Matthews se aburrió rápidamente del estilo cada vez más comercial de la banda y en tres meses la abandonó. El saxofonista Chet Ball lo recuerda así: “Stan tocaba los solos de Dave mejor que Dave, nota por nota. Su estilo era variado en aquella época, ya que podía emular a casi cualquier tenor de la época, pero sobre todo su forma de tocar me recordaba a Lester Young». 
Precisamente, la devoción que sentía Stan Getz por su ídolo Lester Young fue la causa de que abandonara a la banda de Kenton cuando había trascurrido un año desde su incorporación: Kenton me dijo que él prefería la forma de tocar de Hawkins/Matthews a la de Lester Young y que el estilo “cool” que yo trataba de desarrollar copiándole era “demasiado sencillo”. Al final me fui de la banda”.  

Se convirtió en una sorpresiva grata noticia cuando el sello Savoy Records le contrató a Getz para sacar un disco, que se iba a convertir en el primero a su nombre de toda su carrera. El saxofonista eligió a los siguientes músicos: Hank Jones, piano; Curly Russell, contrabajo; Max Roach, batería. La sesión se realizó en Nueva York y se grabaron cuatro canciones. Una de ellas fue la titulada Don’t worry ‘bout me con música de Rube Bloom y letra de Ted Koehler. La escribieron para la parade del Cotton Club de 1939 para que la interpretara Cab Calloway.

Seguidamente, Stan Getz se unió a un grupo de saxofonistas en Los Ángeles influenciados todos ellos por Lester Young. Estos eran los siguientes: Herb Steward, Zoot Sims y Jimmy Giuffre. Todos ellos saxos tenores. Tocaban juntos en los ensayos del trompetista Tommy DeCarlo y a menudo en el salón de baile Mexican Ballroom. Ralph Burns, en aquel tiempo arreglista de la banda de Woody Herman, se personó en el local para escucharlos y se quedó extasiado de la cohesión que había entre ellos. Le habló sobre ese particular a su jefe y Herman los contrató a los cuatro 
Stan Getz, años más tarde recordaría: “Desde el primer momento la banda tenía algo especial. Recuerdo nuestro primer ensayo en un local de Santa Mónica Blvd. Ralph Burn llegó con una partitura bastante difícil… y esa banda la leyó y lo hizo sin dudar un instante”. 

Entre el 22 y el 31 de diciembre de 1946, la banda de Herman grabó catorce temas, de los cuales once salieron al mercado. Entre ellos estaba la composición de Jimmy Giuffre, Four Brothers, titulada de esta manera por los cuatro líderes saxofonistas que la interpretaron: Stan GetzZoot Sims, Herb Steward y Serge Chaloff (saxo barítono). Sobre esta icónica canción podéis leer mi artículo: “Woody Herman, Stravinsky, The Second Herd… The Fourth Herd (y2)”. 
Ralph Burns había compuesto durante el mes de julio de 1946 una suite titulada Summer Sequence como un tributo a Duke Ellington y a Billy Strayhorn. Los tres movimientos de esta obra fueron grabados por Herman en septiembre de 1946. Al año siguiente Burns añadió una cuarta parte a su concierto que fue grabada el 27 diciembre. La sorpresa saltó cuando críticos y público escucharon la maravillosa improvisación de ocho compases que realizó Stan Getz al finalizar la canción, que hoy en día está recogida en todos los tratados sobre la improvisación en el jazz.  
Unos días después de esta grabación, el sindicato de músicos promovió una huelga mediante la cual los músicos tenían prohibido realizar cualquier tipo de grabación. Esta inactividad terminó a finales de 1948. Para entonces Woody Herman había cambiado de sello discográfico eligiendo Capitol en detrimento de Columbia. Sus nuevos productores le encomiaron a que reescribiera el cuarto movimiento de Summer Sequence (gracias a la improvisación de Getz) para convertirlo en un éxito. Ralph Burns se puso manos a la obra y así nació la canción Early Autumn que la orquesta de Herman grabó el 30 de diciembre de 1948 en Los Ángeles. Stan Getz fue el principal improvisador. 

En 1952, Woody Herman le pidió a Johnny Mercer que le escribiera una letra a Early Autumn y uno de los mejores letristas del Tin Pan Alley cumplió su misión. El primer vocalista que la interpretó fue Jo Stanford el 24 de junio. Early Autumn se convirtió en todo un standard de jazz. 

Stan dejó la banda Herman en marzo de 1950 a raíz de un trágico accidente acaecido en un tren a las afueras de Chicago. Él y varios músicos se dirigían a un concierto en pleno invierno cuando su coche se averió. El mánager de la banda consiguió que un tren parara en un pueblo remoto con el fin de recogerlos y poder continuar su viaje. Cuando el tren aminoró la marcha inesperadamente, un viejo revisor, a un mes de jubilarse, bajó a las vías con la mala fortuna que resbaló y cayó bajo las ruedas del tren falleciendo en el acto. Stan nunca olvidó la tragedia afectándole de tal manera que dejó a la banda. 

El 15 de diciembre de 1949 abrió sus puertas el legendario club de jazz, Birdland y Stan Getz ya poseía la suficiente categoría como para ser invitado el día de la inauguración junto a Charlie Parker, Lester Young, Lennie Tristano y otras figuras insignes del universo del jazz. La revista Metronome en 1950 eligió al pianista Lennie Tristano como Mejor Músico de Jazz del Año. El segundo fue Stan Getz. 

A principio de los 50, Stan Getz estaba tocando con su grupo en la ciudad de Hartford, Connentictut cuando escuchó a un pianista en el club de jazz The Sundown y lo contrató. Se llamaba Horace Silver y él lo recuerda así: “En 1950, yo tenía 21 años. Tocaba con la banda liderada por Harold Holdt en The Sundown. Stan me gustaba, me contrató y fui a ocupar la silla de Al Haig. Salí de gira con su quinteto y en unas semanas estábamos actuando en Suecia donde fue recibido como un héroe”
De la colaboración de Stan Getz con Horace Silver, que duró un par de años, rescato el tema titulado It Might As Well Be Spring. Compuesto por Richard Rodgers con letra de Oscar Hammerstein II en 1945 para la película State Fair. El resto de los músicos que lo grabó es el siguiente: Joe Calloway, contrabajo; Walter Bolden, batería. La fecha fue el 23 de enero de 1951. 

Nueve meses después el quinteto de Stan Getz estaba actuando en el famoso club de jazz Storyville sito en la planta baja del Hotel Buckminster de la ciudad de Boston. Desde allí la WNAC Radio retrasmitió durante cuarenta años toda la música que sonó desde sus escenarios. El 28 de octubre de 1951, Stan Getz, junto a Al Haig, piano; Jimmy Raney, guitarra; Teddy Kotick, contrabajo; Tiny Kahn, batería; llenaron las ondas con 30 canciones durante 67 minutos. En tres de ellas tuvieron una invitada muy especial: Billie Holiday. Uno de los temas que interpretaron juntos fue el titulado Ain’t nobody’s business if I do el standard de jazz escrito por Porter Grainger y Everett Robbins en 1922. 

A finales de 1952, el mejor productor que ha dado el jazz, Norman Granz, fichó a Stan Getz para su sello Clef. Casi sin darles tiempo a respirar, Norman metió a los músicos en el estudio y durante los días 12 y 29 de diciembre de 1952 les grabó doce canciones. Once de ellas salieron al mercado en dos L.Ps. de 10 pulgadas. El resto de la formación estuvo compuesta por: Jimmy Raney, guitarra; Duke Jordan, piano; Bill Crow, contrabajo, Frank Isola, batería. Como muestra de este trabajo he elegido la canción These foolish things compuesta por el inglés Jack Strachey junto al norteamericano Harry Link con letra del compatriota del primero Eric Maschwitz en 1936.  

Norman Granz incluyó a Stan Getz en las giras de sus famosos conciertos de Jazz at the Philharmonic, en las jam-sessions que programó, grabó con Dizzy Gillespie (1953), con Chet Baker (1954), sacó varios discos liderando su cuarteto y quinteto. En definitiva, todo marchaba divinamente hasta que llegaron a Los Ángeles donde el saxofonista fue detenido en una redada de la policía de narcóticos. Stan llevaba nueve años prisionero de la heroína, veneno que probó por primera vez mientras estaba en las filas de la orquesta de Stan Kenton. El saxofonista sabedor de que el juicio por tenencia de drogas se acercaba intentó dejarlas tomando barbitúricos y alcohol para aliviar los síntomas de abstinencia, pero lo único que logró fue realizar un esperpéntico atraco a una farmacia, sin arma alguna. Un cliente avisó a la policía y el final de esta lamentable historia fue que Stan pasó unos meses custodiado en el Hospital General de Los Ángeles desintoxicándose y posteriormente enviado a la cárcel de la ciudad donde estuvo preso durante seis meses. Al salir de la prisión dijo: “Desde que soy adulto ahora por primera vez estoy limpio de drogas y de alcohol. Y tengo 27 años”. 

Stan Getz viajó a Suecia donde pasó varios meses lamiéndose de sus heridas tanto físicas como psicológicas. Cuando estuvo listo volvió a su país y continuando de la mano de Norman Granz siguió liderando cuartetos y quintetos y participando como invitado especial en formaciones dirigidas por otros músicos como el del trombonista J.J. Jackson, el del vibrafonista Lionel Hampton, el del saxofonista, Gerry Mulligan o el del pianista Oscar Peterson (Herb Ellis, guitarra; Ray Brown, contrabajo). Con este último grabó el 10 de octubre once canciones entre ellas la titulada Detour Ahead escrita en 1948 por el guitarrista Herbe Ellis, el violinista Johnny Frigo y el pianista Lou Carter 

A mediados del año 1958, Stan Getz comenzó una gira por Europa en la que permanecería hasta el año 1961 recorriendo prácticamente todos sus países y grabando con músicos nativos en sesiones, muchas de ellas en directo, y programadas por Norman Granz. Un ejemplo de ello fue la que se organizó en la Kildevangs Church en Copenhagen el 14 y 15 de enero de 1960. Los músicos fueron, aparte de Getz: Jan Johansson, piano; Daniel Jordan, contrabajo; William Schiopffe, batería. Se grabaron 17 canciones entre ellas la bella melodía compuesta por Jerome Kern con letra de Oscar Hammerstein II para la banda sonora de la película High, Wide and Handsome de 1937 y titulada The Folks Who Live on the Hill. 

Cuando Stan Getz volvió a los EE. UU. se dio cuenta de que de que su público había menguado. Que no le era sencillo cerrar un concierto. Se percató de que en solo tres años el público puede olvidar a un artista. Además, el jazz había evolucionado de la mano de Miles Davis introduciendo al jazz modal gracias a la gran aceptación de su disco Kind of Blue. 

Una droga saludable iba a recorrer las venas del saxofonista cuando en 1961 conoció al guitarrista Charlie Byrd que le inoculó la «Bossa Nova». La música brasileña le llevó a Stan Getz a lo más alto del universo musical y no solamente a los amantes del jazz. Los críticos habían apodado al saxofonista «The Sound”, pues bien, ese sonido iba a escucharse en todos los rincones del planeta gracias a la «Bossa Nova»: “Nunca intenté concebir conscientemente cómo debería ser mi sonido… Creo que este surgió en las bandas que toqué entre los 15 y los 22 años. El primero fue Jack Teagarden, que todos sabemos que tocaba el trombón, pero su sonido era genial… tan auténtico y natural. Nunca intenté imitar a nadie, pero cuando te gusta la música de alguien, esta te influye. Luego estuve con Benny Goodman a los 18 años, y creo que su sonido me influyó; sonaba muy bien en aquella época, ¿sabes? Y entre tanto conocí la música de Lester Young, por supuesto, y fue una experiencia especial escuchar a alguien como Lester, que sonaba tan bien, casi clásico, con una gran calidez. Le quitó mucha «agresividad» al sonido. Realmente no sé cómo desarrollé el mío, pero proviene de una combinación de mi concepción musical y, sin duda, de la forma básica de mi cavidad oral. Siempre intenté sacarle el máximo partido a elección de la lengüeta… y escuchar mejor mi propia respiración. Vengo de una época en la que no se usaban instrumentos electrónicos. El bajo ni siquiera se amplificaba. El sonido era el que se conseguía, y descubrí que mi sonido oscuro se oía con más claridad en toda la sala que el de alguien con un sonido aflautado… Tengo que esforzarme mucho para conseguir mi sonido porque uso una lengüeta más dura (Van Doren semidura). La gente piensa que toco sin esfuerzo. Recuerdo haber quedado en una cita para grabar con Bill Evans y después me dijo: «Lo haces parecer tan fácil, pero cuando me pongo a tu lado, ¡veo cómo te esfuerzas, aunque dé la sensación de que lo haces fácil!». 

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