Anatomía de una Canción: Ko Ko (Charlie Parker)

Ray Noble
Charlie Barnet Orch.
Charlie Parker – New York (1949). Fotógrafo: Herman Leonard
Charlie Parker & Dizzy Gillespie. El Jazz (Ken Burns)
Sadik Hakim
Max Roach – 1956. Fotógrafo: Francis Wolff
Curly Russell
Angela Habenbach
Anatomía de una Canción: Ko Ko (Charlie Parker)

La historia que lleva cosida la partitura de Ko Ko empieza realmente en el año 1903 en un pueblecito cerca del área de Brighton, England. En él nació Raymond Stanley Noble, conocido como Ray Noble. Con una edad de 24 años se proclamó el mejor arreglista británico. Dos años más tarde formó la New Mayfair Dance Orchestra y desde un primer momento fue demandada por los más lujosos hoteles de su país para llenar con sus notas sus salones de baile más elegantes. Sin embargo, en 1934 decidió “Hacer las Américas” y marchó a Nueva York junto a su cantante Al Bowlly y su baterista Bill Harty. Allá en “La Gran Manzana” le pidió ayuda a Glenn Miller para reclutar una nueva banda, el propio trombonista participó en ella durante un corto período de tiempo. En 1935 la orquesta americana de Ray Noble triunfaba en el recinto privado para eventos más icónico de Nueva York conocido como el Rainbow Room situado en el piso 65 en el nº 30 de la Rockefeller Plaza en el Rockefeller Center en Midtown Manhattan.

Ray Noble escribió, en el año 1938, una suite a la que tituló “Indian Suite” compuesta por cinco movimientos: “Cherokee”, “Comanche War Dance”, “Iroquois”, “Seminola” y “Sioux Sue”.
Charlie Barnet fue un saxofonista y lideró una banda bastante popular durante la Época del Swing. Musicalmente hablando estaba muy influenciado por la orquesta de Ellington a la que trataba de imitar. En su currículum podemos leer que fue de los primeros directores de banda que incluyó a músicos negros en sus filas, como Roy Eldridge o Benny Carter. Barnet se fijó en el tema “Cherokee” y le pidió a su segundo trompetista y arreglista Billy May (que con el tiempo se convertiría en uno de los mejores especialistas en esa faceta de todo el país) que le escribiera un arreglo para la citada canción.
Charlie Barnet y su orquesta grabaron la canción “Cherokee” para el sello Bluebird el 14 de agosto de 1939 y salió al mercado en un vinilo de 78 rpm como cara A. El éxito de la canción fue fulgurante (en una buena parte gracias al arreglo de Billy May) al punto de que situó a la formación de Barnet en el podio de las orquestas de swing. Este último quiso emular ese gran triunfo componiendo otra canción, con el pseudónimo de Dale Bennett, titulándola “Redskin Rhumba”, pero en este caso se cumplió el dicho de “segundas partes nunca fueron buenas”.

Debido a la paleta de acordes que sostenía “Cherokee” esta melodía fue muy utilizada por los “be bopers” tanto en sus actuaciones en directo en los clubes como en las “jam-sessions”. Estamos a finales de 1939 y Charlie Parker se encontraba en el neoyorquino club Monroe’s. Uno de los temas habituales del repertorio era “Cherokee” y una noche ocurrió algo especial que él relató así: “Lo que pasó fue que esa noche estaba yo tocando “Cherokee” y descubrí que si empleaba los intervalos superiores de un acorde como línea melódica y los respaldaba con los cambios oportunos, era capaz de interpretar esa cosa que llevaba tiempo escuchando en mi interior. La jugada me salió bien”. Charlie se dedicó a profundizar con “Cherokee” utilizando ese nuevo descubrimiento y con toda probabilidad le surgirían varias melodías. Eligió a una de ellas y la tituló “Ko Ko”.

El 26 de noviembre de 1945, los siguientes músicos entraban en el WOR Studios en Nueva York para realizar una sesión de grabación: Charlie Parker (as), Miles Davis (t), Argonne Thornton aka Sadik Hakim (p), Curly Russell (b) y Max Roach (d). Al cabo de un rato, apareció Dizzy Gillespie y le dijo a su gran amigo Charlie Parker: “Charlie, quiero tocar el piano en varios temas”. Charlie le concedió su deseo. La banda, con Dizzy al piano, tocó “Warming up a riff”, “Billie’s bounce”, “Now’s the time” y “Meandering”. Sadik Hakim se sentó al piano en “Thriving on a riff”. Miles Davis – que contaba con 19 años – había aportado hasta el momento “solos” meditabundos y contenidos, pero llegó la prueba de fuego: la grabación del rápido tema Ko Ko. Miles simplemente se negó a tocar. “No me sé muy bien la melodía, es muy rápida y no quiero hacer el ridículo.” Dizzy, ni corto ni perezoso, propuso: “Tocaré yo la trompeta, pero también el piano.” En ese momento se produjo lo que en terminología militar se denomina un problema de logística. Aparte de ese “pequeño problema” cuando salió a la venta el vinilo de 78 RPM conteniendo el tema Ko Ko en la galleta del mismo quedaron acreditados los nombres de los músicos que lo grabaron y aparece un pianista llamado Hen Gates. La discográfica Savoy ¡se había inventado a un pianista!

Todo ese misterio que rodeó a la grabación de Ko Ko se resolvió prácticamente a raíz de una entrevista que la revista Jazz Review le realizó al pianista Sadik Hakim en febrero de 1959, catorce años después de la citada grabación. Sobre la duplicidad de instrumentos de Dizzy Gilllespie comentó: “Yo estaba al piano cuando él tocaba la trompeta. Al acabar, se sentaba a mi lado y continuaba.” (Este hecho solo ocurrió la primera vez que tocaron la melodía y durante breves momentos, ya que al final cuando volvieron a interpretarla hay un pequeño “solo” de batería de Roach que permitió cómodamente a Dizzy dejar el piano y coger su trompeta). En cuanto al pianista fantasma relató: “Ni Charlie ni yo estábamos afiliados al sindicato local y en las sesiones de grabación debían de participar al menos cuatro miembros del sindicato. La discográfica Savoy dijo que no podían utilizar mi nombre (la contribución de Dizzy debía de mantenerse anónima por razones contractuales). Yo no me opuse, ni tampoco pregunté si iba a cobrar, estaba encantado de trabajar con Bird.”
Aparte de ese pequeño “thriller” que supuso la grabación de Ko Ko, su aportación musical, sobre todo para el movimiento del “be bop” fue determinante. El musicólogo Ted Gioia en su libro “Historia del Jazz” (1997) comenta al respecto: “Lo más impresionante (de la sesión de grabación) fue la versión de “Ko Ko” inmortalizada aquel día. Esta reelaboración de “Cherokee” se inicia con una misteriosa introducción (quizás la más famosa del jazz desde la sonora llamada con la que Armstrong inicia el “West End Blues”), que teje y desteje las frases sin ningún apoyo armónico, anticipando la ambigüedad tonal empleada por Ornette Coleman y Don Cherry unos quince años más tarde. A esto sigue uno de los mejores solos de Parker, dos choruses llenos de un torrencial bebop que pocos saxofonistas de la época habrían sido capaces de tocar, aunque sólo hubieran tenido que leerlo en partitura.”

El primer tema que os propongo escuchar es lógicamente “Ko Ko” grabado en los WOR Studios de Broadway el 26 de noviembre de 1945. Los músicos fueron: Charlie Parker (saxo alto), Dizzy Gillespie (piano y trompeta), Curly Russell (bajo), Max Roach (batería).

La otra canción que os sugiero que escuchéis se grabó en la misma sesión de Ko Ko y se titula “Now’s the time” y es otra composición de Parker. La intérprete que la va a cantar se llama Angela Hagenbach y será una de las mejores vocalistas brasileñas del momento. Tiene su centro de actividades en la ciudad de Kansas City en los EE.UU. En “Now is the time” ella va a practicar lo que en jazz vocal se denomina “vocalese” que consiste de ponerle letra a la melodía y a las improvisaciones de temas interpretados por figuras del jazz. En este caso la letra la escribió el vocalista Eddie Jefferson que fue el “inventor” a principios de los cincuenta de esta modalidad dentro del jazz vocal. Angela Hagenbach incluyó “Now’s the time” en su álbum del año 2000 denominado “Weaver of Dreams”.

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