Año 1953: Desplome Y Ascenso De Frank Sinatra

Frank Sinatra
Ava Garner & Frank Sinatra
Frank Sinatra junto a su esposa Nancy y sus hijos Tina, Frank jr. y Nancy
Frank Sinatra con Rocco y Joe Fischetti miembros de la mafia de Chicago
Lucky Luciano
Montgomery Clift y Frank Sinatra en una escena de la película
Frank Sinatra y Donna Reed con los Oscars por The aquí a la aternidad»
Johnny Mercer
Frank Sinatra & Alex Stordahl
Nelson Riddle
Nelson Riddle & Frank Sinatra
Juan Mari Arzak
Nelson Riddle & Nat King Cole
Nelson Riddle & Frank Sinatra
Cole Porter
Frank Sinatra
Frank Sinatra
Año 1953: Desplome Y Ascenso De Frank Sinatra

No es fácil imaginarse que, a principios del año 1953, Frank Sinatra – con treinta y tres años – fuese un cantante acabado. Ningún sello discográfico por grande o pequeño que fuera quería contratarle. Empezó junto a la orquesta de Harry James en 1939, a la que siguió la de Tommy Dorsey hasta 1943, para seguidamente volar en solitario en el prestigioso sello Columbia hasta 1952. Durante esos trece años Frank se convirtió en “La Voz”, en el vocalista que más vendía, el que llenaba los auditorios más importantes y con mayor aforo, el que tenía el mayor número de fans que le adoraban, el mejor pagado… todo ese bagaje se esfumó durante el año 1952 y se convirtió en un artista abandonado y arruinado. ¿Las razones?

El Desplome

En el año 1949, Frank Sinatra se enamoró de la actriz Ava Garner que se convirtió en su amante sin ningún tipo de secretismos. El cantante abandonó a su mujer Nancy Barbato y a sus hijos, Nancy, Frank y Tina. Pero también abandonó la imagen pública de buen padre y esposo y un hecho de tal magnitud no era aceptado fácilmente por la sociedad norteamericana, incluidos sus fans.
La relación sentimental entre Frank y Ava, que duró ocho años, fue desde el comienzo una especie de combate de boxeo donde valían los golpes bajos y muy bajos.
La amiga de Ava, y actriz como ella, Esther Willians realizó una especie de descripción sobre su compañera “Nunca llegas a ser dueño de una persona así, ni siquiera como amigo. Sencillamente solo puedes poseerla durante un rato. Ava es como la cerveza. No se puede poseer la cerveza, solo se goza de ella momentáneamente”.
El “romance” que mantuvo Frank con Ava le llevó a simular un intento de suicidio al que le siguió otro de verdad metiendo la cabeza en un horno con las llaves de gas abiertas. Estaba viviendo unos días en casa de su gran amigo Manie Sachs, que fue el que llegó a tiempo de salvar a Frank de una muerte inminente.
Una persona a la que le está minando una profunda depresión, agravada con estados de ansiedad recurrentes durante las noches, en las que estando solo en casa esta se le caía encima, es imposible que su rendimiento profesional, y más en un artista que debe actuar en público, no sufra un grave deterioro.

En enero de 1947, Joe Fischetti, amigo desde la infancia de Sinatra y en esos momentos un miembro de la mafia le propuso un viaje a Cuba para que conociera a Lucky Luciano, ya que el cantante quería acercarse a un personaje como él, le entusiasmaba la posibilidad de codearse con un tipo tan duro y peligroso.
El 31 de enero de 1947, Frank junto a los hermanos Fischetti volaban a La Habana. Todo parecía indicar que el cantante no era consciente de que se disponía a asistir a una convención del hampa, como tampoco daba la sensación de que se diera cuenta de que estaba siendo utilizado como “tapadera” para dar a la asamblea un aire de legitimidad. Frank creía que iba a Cuba a conocer a Luciano, pero, a sus espaldas el jefe de la mafia anunciaba que un grupo de amigos llegados de todo el país iban a reunirse para conocer a Frank Sinatra: “Si alguien hacía preguntas, existía un motivo perfectamente legal para justificar el encuentro: se trataba de rendir un homenaje a un chaval italiano de New Jersey llamado Frank Sinatra, el cantante que se había convertido en el ídolo de las adolescentes de todo el país”.

 La prensa norteamericana tuvo conocimiento de esta convención del hampa en Cuba con Sinatra entre ellos. Muchos de los artículos fueron demoledores en el sentido de que dejaban claro, sin la menor duda, de que la mafia había invertido dinero en la carrera del cantante, de que esa organización no regalaba nunca nada y de que Sinatra era consciente de su papel como “tapadera” en la Habana.
Durante prácticamente toda la vida profesional de Sinatra existieron ciertos periodistas que no le dieron un minuto de tregua en su cruzada por convertir al cantante en un miembro de la mafia.
La sociedad americana asistía expectante ante las presuntas acusaciones, pero, en definitiva, lo que lograron fue que la credibilidad de Sinatra decayera, así como su popularidad.

El 17 septiembre de 1952, Sinatra realizó una sesión para Columbia y el último tema que grabaron fue “Why try to change me now” escrita por Cy Coleman y Joseph McCarthy Jr. en 1952. Lo que no sabía entonces Sinatra era que esa canción iba a convertirse también en la última que grabara para Columbia ya que el sello le rescindió el contrato. Si existía algo que pudiera hundir aún más al cantante era que le diera la espalda la discográfica con la que había trabajado durante nueve exitosos años. Y esto se agravó ya que Sinatra se percató de que ninguna discográfica tenía la más mínima intención de contratarle.

No hay que minimizar las nuevas tendencias musicales que comenzaron a finales de los años cuarenta como el R&B, la pop music y un incipiente rock and roll que fueron elegidas por la mayoría de la juventud en detrimento de la música y músicos proveniente de la Época del Swing.

El Ascenso

En el año 1953, el productor de cine Harry Cohn decidió llevar a la pantalla grande la novela titulada “De aquí a la eternidad” escrita dos años antes por James Jones, un veterano de la II Guerra Mundial. La dramática película está ambientada en Hawaii los días anteriores al ataque a Pearl Harbour.
El libro de Jones cayó en manos de Sinatra y uno de los personajes que habita en él es un juerguista, un tipo sin demasiadas esperanzas, un perdedor llamado Angelo Maggio. Cuando terminó de leerlo le dijo a su esposa: “¡Dios, Ava! ¡Ese tipo soy yo! Yo he crecido donde él. Yo me he peleado, he jugado, he hablado con él. ¡Yo soy Maggio!”.
Sinatra se reunió con Cohn para conseguir el papel de Maggio, incluso se rebajó a cobrar una miseria por semana. El productor rechazó la oferta. Frank no se dio por vencido y enviaba semanalmente cartas y telegramas a los responsables del film sin obtener ni siquiera una mínima contestación.
Por otro lado, Ava Garner se reunía por segunda vez con el matrimonio Cohn. Después de la cena, Ava llevó a un aparte a Harry Cohn y le dijo: “Sabes quién es el actor perfecto para interpretar el papel de Maggio, ¿verdad? Él hijo de puta de mi marido. Ese es el actor perfecto. Déjame decirte una cosa. Como no le des ese papel, mi marido se matará”.
Según los biógrafos las palabras de Ava hicieron mella en el productor y se avino a realizarle una prueba a Sinatra. Este se había preparado a conciencia y bordó, rozando la excelencia, su prueba interpretativa sin leer ni una palabra del guion. Convenció a todos los allí presentes. Se ganó el papel.
Por supuesto existieron periodistas que pregonaron que Sinatra, un tipo acabado, había conseguido el papel gracias a las presiones de la mafia.

La película “De aquí a la eternidad” se estrenó el 2 de agosto de 1953 en los EE.UU. y los cinéfilos se quedaron gratamente sorprendidos de la gran actuación de Sinatra, además en su primer papel dramático. Hasta ese momento le habían visto únicamente en películas musicales.
El premio gordo le vino al año siguiente ya que La Academia de Cine le concedió el Oscar al mejor actor secundario.
Con esta película Sinatra consiguió que las puertas de Hollywood se le abriesen de nuevo logrando además que su faceta como actor se viese reforzada al demostrar su valía en papeles dramáticos. Le quedaba batallar para que el “Sinatra cantante” lograra o superara las cotas de popularidad conseguidas en el cercano pasado.

Volvamos, pues, a principios de 1953 cuando Sinatra era poco menos que un apestado para las compañías discográficas.
La única persona que trató de ayudar a Sinatra fue su gran amigo, Manie Sachs, que en aquellos días ocupaba una alta posición en la discográfica RCA. Se reunió con los altos gerifaltes del sello para tratar de vender a Sinatra. A los pocos días recibió la contestación: “Manie, es imposible. No podemos hacer nada con Sinatra”. Cuando se lo contó al cantante fue lo más duro que había tenido que decirle en toda su vida.
Se tantearon otras discográficas, pero Sinatra sencillamente no interesaba. Al final los responsables del sello Capitol mostraron un discreto interés por él.

La discográfica Capitol Records fue fundada en 1942 por Johnny Mercer, uno de los más grandes letristas del Tin Pan Alley y en menor medida, compositor y cantante. El socio capitalista fue el compositor del Tin Pan Alley, Buddy DeSylva (Mercer fue el letrista de muchas de sus melodías). La persona que entendía de negocios fue Glenn Wallichs dueño de una cadena de tiendas de discos repartidas por California y con sede en Hollywood.
A principios de los años cincuenta Capitol Records era el sello discográfico de Nat King Cole, Stan Kenton, June Christy, Louis Prima por nombrar solo a unos cuantos. En el ranking de volumen de ventas Capitol Records estaba por detrás de Columbia, RCA y Decca.

Cuando los dirigentes de Capitol se pusieron en contacto con Sinatra le ofrecieron un pésimo contrato de un año sin anticipos de los derechos. Además, los costes que supusieran los arreglos, la grabación y los músicos corrían a cargo del cantante. Dicho de otra manera, los responsables del sello no tenían la menor fe en el artista. De hecho, para conseguir ese paupérrimo contrato tuvieron que interceder por Sinatra el arreglista Axel Stordahl (con el que había trabajado en Columbia), Dave Dexter, productor de jazz de Capitol y gran admirador del cantante y el pianista Dick Jones.

La primera sesión de Sinatra con Capitol tuvo lugar en Los Ángeles el 2 de abril de 1953, Se grabaron cuatro canciones, tres de ellas arregladas por Axel Stordahl y una por Heine Beau. La siguiente sesión fue el 30 de abril y se grabaron cuatro temas, todos ellos arreglados por Nelson Riddle. Uno de ellos fue “I’ve got the world on a string” compuesto por Harold Arlen con letra de Ted Koehler.
La irrupción del arreglista Nelson Riddle en el ámbito musical de Frank Sinatra fue incuestionable para que el vocalista reencontrase al artista que había sido durante los mejores años de Columbia y los superarse por el gran trabajo y la compenetración entre el intérprete y el arreglista.

Los arreglistas se encuentran entre los personajes más desatendidos del negocio de la música. Pocos profesionales pueden nombrar si quiera a uno. Si su nombre aparece en los créditos estará escrito en letra pequeña. También en los libros que tratan sobre el jazz y sobre las canciones populares americanas reciben una mínima atención.
Normalmente un arreglista comienza su trabajo con ciertas especificaciones: el nombre de la canción, el tono y quizás el tamaño e instrumentación de la orquesta. A él le queda mucho trabajo que hacer: el tempo, el “feeling”, cambios de la melodía, las armonías y ritmo de la canción original, ¿saxos? ¿trompetas? ¿trombones? ¿instrumentos de cuerda?… de ellos ¿cuándo salen? ¿cuándo entran cada uno de ellos?
Permítaseme que realice un símil. Dos hermosos lomos de una merluza de Hondarribia pescada de anzuelo son la melodía y la letra (en su caso) de una canción. Una acertada salsa verde es el arreglo. Cuando el camarero le presenta al comensal el plato de pescado cocinado por el chef este se ha convertido en arte. Por el contrario, una salsa insulsa, aguachinada puede lograr hacer incomible la excelente merluza de Hondarribia. También una creativa salsa cocinada por un chef experto puede lograr hacer comestible un producto que no está en su mejor momento. Este es el poder que posee un gran arreglista con “la merluza” que le entregan. Nelson Riddle fue “el Juan Mari Arzak” de Frank Sinatra.

Nelson Riddle nació en la ciudad de Oradell del estado de New Jersey el 1 de junio de 1921. Su padre le inculcó el interés por la música y con ocho años empezó con el aprendizaje del piano y con catorce del trombón. Los tempranos encuentros que tuvo con la música de los impresionistas franceses, especialmente con Maurice Ravel (El Bolero) y Claude Debussy (Reflets dans l’eau) le inculcaron su pasión por las armonías complejas. Dos fueron los músicos que se convirtieron en sus maestros, el compositor y arreglista de corte clásico, Bill Finegan, que ya había realizado arreglos para Glenn Miller o Tommy Dorsey y el compositor italiano, residente en los EE.UU. Mario Castelnuovo-Tedesco, que desde el Conservatorio de Los Ángeles impartió sus clases a compositores prestigiosos como Henry Mancini, John Williams o Jerry Goldsmith.

El bautismo de fuego le llegó a Nelson Riddle cuando el sello Capitol le encargó el arreglo de la canción “Mona Lisa” para Nat King Cole. Se grabó el 11 de marzo de 1950 y salió a la venta en formato de single en mayo. “Mona Lisa” alcanzó el puesto nº 1 de la revista “Billboard” donde permaneció durante cinco semanas y fue el mayor éxito de Cole de toda su carrera.
A partir de ese momento, Nelson Riddle ocupó un puesto de privilegio entre los arreglistas del sello discográfico.

Nelson Riddle arregló para Frank Sinatra más de 200 canciones por lo que elegir cuáles fueron sus mejores trabajos es un tanto aventurado. Sin embargo, yo voy a destacar un álbum sobre los demás y una canción dentro de ese disco, simplemente por un detalle que comentaré.
El álbum lleva por título “Songs for the Swingin’ Lovers” que se grabó el 17/10/1955 y el 9, 10, 12, 16 y 17 de enero de 1956. La canción que voy a entresacar es la titulada “I’ve got you under my skin”.

El 27 de noviembre de 1936 la película musical “Born to dance” fue estrenada en los U.S.A. Esta fue la primera vez que el compositor y letrista Cole Porter se ocupaba de todas las canciones de una banda sonora. Entre ellas estaba “I’ve got you under my skin” que la interpretó en la pantalla grande la actriz y cantante Virginia Bruce. Esta canción estuvo nominada al Oscar a la mejor canción de película, pero se quedó ahí, a las puertas.
La letra que escribió Cole Porter dice los siguiente:

Te llevo bajo mi piel
Te llevo en lo más profundo de mi corazón
Tan hondo dentro de mi corazón que eres parte de mí
Te llevo bajo mi piel
Lo había intentado así para no desistir
Me dije a mí mismo que este asunto podría ir mejor
Pero ¿por qué debería tratar de resistir me, si te conozco tan bien?
Te llevo bajo mi piel
Sacrificaría cualquier cosa pase lo que pase
Por el deleite de tenerte cerca
A pesar de que una voz de advertencia se presenta por las noches
Y repite, repite en ni oído
¿no sabes tontito, que nunca podrás ganar?
Usa tu mentalidad, despierta a la realidad
Pero cada vez que yo trato de hacerlo solo pienso en ti
Sacrificaría cualquier cosa pase lo que pase
Por el deleite de tenerte cerca
A pesar de que una voz de advertencia se presenta por las noches
Y repite, repite en ni oído
¿no sabes tontito, que nunca podrás ganar?
¿Por qué no utilizas tu mentalidad?
Da un paso adelante y despierta a la realidad
Pero cada vez que yo trato de hacerlo solo pienso en ti
Tengo que parar justo antes de empezar
Porque te llevo bajo mi piel
Si, te llevo bajo mi piel

 El 12 de enero de 1956 estaba prevista la sesión donde Sinatra iba a grabar “I’ve got you under my skin”. Unas horas antes de la hora fijada, Nelson Riddle realizó un ensayo con la orquesta de los arreglos que había preparado. Cuando le llegó el turno a la canción de Porter los músicos tocaron lo que estaba escrito en las partituras. Al terminar y en un acto espontáneo todos ellos se pusieron de pie y aplaudieron a Nelson Riddle por el excelente arreglo que había escrito. Este es el pequeño o gran detalle que me ha servido para elegir “I’ve got you under my skin”.
En canciones como esta es interesante intentar hacer un ejercicio mental tratando de obviar la voz del cantante y concentrarse en la orquestación entrando, de ese modo, en ese otro mundo que no necesita del vocalista para apreciar su belleza.

Muchos de los biógrafos de Sinatra opinan que los álbumes que resultaron de sus siete años con la Capitol se encuentran entre los mejores y más memorables. Mientras que Columbia había formado a un gran baladista, en Capitol nacería el Sinatra que se movió dentro de un novedoso swing cuyo principal arquitecto fue Nelson Riddle.
Su hijo Frank jr. comentaría al respecto: “Nelson le dio un poco más de potencia al sonido. En vez de sonar como aquel cantante melódico, suave como la seda, que era en los años cuarenta, mi padre dio más energía a la ejecución, cantó con más fuerza. Su voz también se hizo más grave, mejoró, perdió algo de su dulzura. También su actitud cambió, se hizo más moderna. Desaparecieron los cabellos rizados y la pajarita en favor de la corbata y el sombrero”.

Nelson Riddle nos dejó su opinión sobre Sinatra comentando: “No hay nadie como él. Frank no solo te anima a arriesgarte, sino que tiene una percepción tan fina de la ejecución que te impulsa a dejarte la piel por él. No solo es su intuición en cuanto al compás, el fraseo, e incluso la configuración, sea sombrosamente exacta, sino que, además su gusto es exquisito”.
Ese fraseo de Sinatra, que prácticamente desde sus comienzos se convirtió en una de sus principales señas de identidad, lo consiguió inspirándose en el que poseía la mejor cantante de jazz, algo que jamás trató de ocultar: “Billie Holiday fue, y continúa siendo, la cantante que más me influenció. Lady Day es incuestionablemente la vocalista que más influyó en la forma de cantar en América en los últimos veinte años”.

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