Breves Paseos Con Lester «Prez» Young

The New Orleans Strutters in Lexington, Kentucky. Lester Young con 15 años está al lado de una mujer con un saxo barítono
Coleman Hawkins
Fletcher Henderson Orchestra
Lester Young
Bennie Moten Orchestra
Count Basie Orchestra
Lester Young
Lester Young – 1956 Paris
Lester Young & Billie Holiday
Billie Holiday & Lester Young
Billie Holiday, Lester Young, Coleman Hawkins
Allen Ginsberg y Jack Kerouac
Lester Young & Jo Jones
Frankie Trumbauer
Lester Young
Breves Paseos Con Lester «Prez» Young

Lester Young nació en el pueblo de Woodville (Mississippi) el 27 de agosto de 1909 en el seno de una familia de músicos que actuaba en los “minstrels” bajo el nombre de “New Orleans Strutters”. Al mando de la banda estaba su padre, Willis Handy Young, que era un consumado profesor de música, pero que cuando algo no le gustaba sacaba su cinto a pasear motivo por el cual Lester le abandonó más de una docena de veces por breves períodos. Cuando Lester cumplió los 18 años la separación con su familia fue definitiva y una de las razones que le llevó a tomar tal decisión fue el ambiente hostil que rodeaba a los negros en los estados del Sur.
Lester se dirigió Kansas City e hizo de esta ciudad su centro de operaciones.
Una vez en Kansas, Lester tocó brevemente en varias bandas y su nombre empezó a ser conocido en la ciudad. El 18 de diciembre de 1933, se estaba celebrando una “jam-session” en el club Cherry Blossom sito en la intersección de la 12th Street y de la Vine Street. Entre los músicos que se encontraban presentes estaban los saxofonistas Ben Webster, Herschel Evans y Lester Young. En un momento dado entró en el club Coleman Hawkins, que en esos días era el rey indiscutible del saxofón. Aunque no era muy amigo de las batallas entre músicos – los famosos “cutting contests” – ya que tenía poco que ganar y mucho que perder, no pudo resistirse a la tentación al ver a los músicos que estaban sobre el escenario. Sacó su instrumento de la funda y se sumó a la “jam” para demostrar a todos los presentes quién era el número uno de los saxofonistas.
Coleman Hawkins entró en el club siendo el rey y salió de él destronado. Lester Young le ganó en buena lid y esa hazaña le convirtió en el rey de los saxofonistas, además desarrollando un nuevo estilo de tocar el instrumento que fue seguido, en unos pocos años, por la mayoría de sus compañeros. Coleman tenía 29 años y Lester 24.

La orquesta que mandaba sobre todas las demás orquestas, en los primeros treinta, era la de Fletcher Henderson que tenía como superestrella a Coleman Hawkins. El saxofonista llevaba junto a Henderson desde el año 1924 y se sentía descontento. Hawkins llamó al director de banda británico Jack Hylton y le dijo que estaba interesado en cambiar de aires y unirse a su formación allá en las islas. Hylton le contestó que Coleman Hawkins siempre sería bienvenido a su banda. Esta decisión se la comunicó a Fletcher Henderson y este perdió a su gran estrella. Según el productor John Hammond, Fletcher Hernderson tuvo en su mente a Lester Young desde el mismo momento que le falló Coleman, Le mandó un cable para concertar una entrevista. En ella le ofreció $75 en vez de los $14 que estaba ganando. Llegaron a un acuerdo que quedó reflejado en las páginas del diario afroamericano The Chicago Defender, el 14 de abril de 1934: “Dos nuevos miembros se han enrolado en la banda de Henderson, Elmer James, contrabajista, y Lester Young de Kansas City uno de los más famosos saxofonistas tenores negros del mundo de la música”.
La incursión de Lester en la banda de Henderson no iba a dar los resultados que todo el mundo había esperado y deseado. Cuando la orquesta llegó a Nueva York, el productor John Hammond le preguntó a Fletcher por su nueva adquisición: “Ellos (los músicos) no le pueden aguantar. Buster Bailey (clarinetista) realmente no le aguanta. Hilton Jefferson y el resto de la sección de saxos tampoco. Dicen que él suena como un saxo alto, nunca han tenido a alguien así. Y me explican detalladamente lo que está mal. Hammond le contestó: “Lester es simplemente el mejor saxofonista que he oído en mi vida”. Henderson le replicó: “Ya lo sé. Pero nadie le quiere”.
La peor pesadilla para Lester no fue que los músicos no le quisieran sino la intromisión de Leora – la mujer de Henderson – en su manera de tocar. Ella trató de reducarlo musicalmente para que sonara como Coleman Hawkins. Desde qué boquilla debía usar hasta cómo debía de respirar. Le atosigaba en los ensayos y en medio de las actuaciones, día tras día. Noche tras noche.
Lester comentó pasado cierto tiempo: “Yo tenía en mente cómo tocar y lo hacía. Esa fue la única vez en mi vida que alguien me dijo que tocara diferente a como yo lo hacía. Por el resto de mi vida le guardé rencor a la zorra de la mujer de Fletcher Henderson”.
Lógicamente, Lester Young abandonó a la banda de Henderson a las semanas de haber sido admitido. No grabó ni una sola canción con ella. Lo que resulta una pena. El destino le estaba esperando en Kansas.

La mejor banda del medio oeste norteamericano era la dirigida por el pianista Bennie Moten bajo el nombre de “Bennie Moten’s Kansas City Orchestra”. Estuvo activa desde 1923 a 1935.
Uno de los temas más famosos de la banda fue “Moten Swing” que la grabaron el 13 de noviembre de 1932. Los músicos fueron: Count Basie (p); Walter Page (b); Willie McWashington (d); Joe Keyes (tp); Eddie Durham (tb); Dee Steward (tp); Hot Lips Page (tp); Dan Minor (tb); Eddie Barefield (as); Ben Webster (ts); Jack Washington (bs); Benny Moten (lead). En 1935 Moten se sometió a lo que en principio iba a ser una operación sin complicaciones. Una amigdalectomía. Los médicos debieron hacer una chapuza ya que el director no salió vivo del quirófano.
En ese momento Count Basie se convirtió en el líder de la banda. A los músicos que he escrito en negrita se le sumaron: Jo Jones (b); Freddie Green (g); Buck Clayton (t); Bobby Moore (tp); Benny Morton (tb); Earl Warren (as), Herschel Evans (ts) y Lester Young.
Y así nació la máquina más perfecta de producir “hot swing” de toda la historia de la música de jazz. La sección rítmica que formaron: Count Basie, Walter Page, Jo Jones y Freddie Green se encargó de que todas las piezas que formaban la locomotora del swing permanecieran siempre bien engrasadas. Este hecho les proporcionó a los solistas el mejor colchón sonoro para poder sacar toda la creatividad que habitaba en ellos sin que sufriera el menor percance.
Lester Young permaneció junto a Basie de 1935 a 1939. La primera grabación se realizó el 21 de enero 1937 y la última el 4 de febrero de 1939. Entre esas dos fechas Lester Young dejó 63 cortes grabados en estudio. Temas como “Jumping at the Woodside», composición de Count Basie.

Lester Young desde su salida de la banda de Basie hasta septiembre de 1944, aparte de sus actuaciones en directo con diversos grupos, grabó cerca de una docena de discos bien a su nombre o como “sideman”. Y llegó el fatídico 24 de septiembre de 1944. Lester Young estaba actuando en el Plantation Club de la ciudad de Watts (California) cuando se presentaron dos personas que primeramente le invitaron a beber para seguidamente entregarle la “Carta de Reclutamiento” mientras le decían: “Vaya a estas señas mañana a las nueve de la mañana o volveremos a por usted y le enviaremos a prisión por cinco años”. Eran dos agentes del F.B.I.
A Lester no le preocupó, en principio ser reclutado, ya que sabía que a la mayoría de los músicos que habían estado en esa misma situación les ordenaron que formaran bandas para el disfrute de la tropa. Pero en este caso se equivocó ya que le mandaron a Fort Arthur, California, para un entrenamiento básico. A los cinco días Lester se escapó del cuartel y se fue a tocar a un club de jazz cercano llamado Downbeat Club. Se dio la casualidad de que su hermano menor Lee – que era baterista – le vio allí y sin pensárselo dos veces le metió en su coche y le llevó de vuelta al cuartel donde entró saltando una tapia.
Desde que llegó Lester a Fort Arthur no cumplió con las órdenes que se le daban. No quiso cortarse el pelo. Ni dormir en los barracones. Ni calzarse las botas reglamentarias. Y mucho menos coger un fusil “Yo no voy a matar a nadie”. Ante tal situación le mandaron al hospital. El jefe de Neuro-Psicología, Dr. Luis Parelman, tuvo la oportunidad de reconocerle. Su diagnóstico fue: “El soldado presenta un estado psicopático producido por su adicción a las drogas (marihuana y barbitúricos), un alcoholismo crónico y nomadismo” y concluyó que todo se reducía a un problema de disciplina y que esa disposición que presentaba se solucionaría a través de los canales ordinarios administrativos. No se presentó ningún cargo.
El comandante del batallón, capitán William Steveson (posiblemente advertido por el doctor) se propuso no quitarle ojo a Lester Young.
A los pocos días, el capitán le llamó a saxofonista para cerciorarse de cómo se encontraba y él le dijo que estaba “colocado” (high). Entonces le preguntó qué cómo era eso posible y él le enseñó unas pastillas.
A raíz de este incidente registraron su taquilla y encontraron pastillas, cannabis y un líquido rosa que olía a alcohol. Todo ello lo mandaron a analizar.
De acuerdo con el artículo 96 del código de guerra, por el cual estaba penada la posesión de drogas sin una prescripción valida, Lester fue arrestado a la espera de que una corte marcial dictara sentencia. El tribunal militar le condenó a pagar las costas del juicio y a un año de prisión a cumplir en los barracones de Fort Leavenworth en Kansas. Sin embargo, al final y sin que los motivos fueran claros, a Lester lo encerraron en la prisión militar de Camp Gordon en Georgia. El peor destino que pudiera tener. Todo lo que allí dentro le sucedió al saxofonista está basado en rumores y especulaciones, ya que Lester nunca quiso hablar del período más trágico que sufrió en toda su vida. Su único comentario al respecto solía ser: “Fue una disparatada pesadilla”.
No se conoce la fecha exacta en la que salió de prisión. Se especula que fue unas semanas antes del 20 de diciembre de 1945, ya que ese día se encontraba en un estudio de Los Ángeles liderando un grupo de músicos que estaba formado por Dodo Marmarosa, piano; Red Callender, bajo; Henry Tucker Green, batería; Vic Dickerson, trombón. Grabaron cuatro canciones entre la que brilla con luz propia ese gran tema titulado “These Foolish Things” compuesto por Jack Strachey y Harry Link con letra de Eric Maschwith en 1936 para el musical británico “Spread it Abroad”.

En estos breves paseos con Lester Young no puedo dejar pasar su amistad con Billie Holiday.
Sería a finales de 1934 cuando la orquesta de Fletcher Henderson, con Lester Young entre sus filas, llegó a Nueva York contratada por alguno de sus clubs de jazz. Cuando se terminaba la actuación, Lester Young dejaba rápidamente el local para escaparse de la esposa de Henderson y acercarse a cualquier club donde se estuviese celebrando una “jam-session”. En una de esas noches el saxofonista conoció a una joven cantante de 19 años, llamada Billie Holiday, y que era únicamente conocida en los ambientes de jazz de Harlem. Desde ese momento comenzó una extraordinaria amistad que duró hasta el fin de sus días y que logró que sus nombres siempre estuvieran ligados.
Desde esa primera noche que actuaron juntos Billie se dio cuenta de que de esa fluida conversación que mantuvieron, ella con su voz y él con su saxo, surgió algo nuevo y espontáneo que jamás había experimentado con otros músicos. De modo, que a partir de entonces la cantante acudía siempre que podía a las “jam” donde tocaba Lester, ya que sabía que en algún momento la invitaría a subir al escenario.
Es bien sabido que Lester fue el que le puso a Billie el apodo de “Lady Day” jugando con las tres últimas letras de su apellido. También que ella le dio el sobrenombre de “Prez”, aunque esto último es algo discutible. Según el escritor y estudioso del jazz, Douglas Henry Daniels, cuando Lester formaba parte de los “Blue Devils” (antes de que Billie le conociera) los miembros de dicho grupo ya le llamaban “Prez”. Aunque también dice Daniels que si la versión largamente asumida es la de Billie, esta adquiere el estatus de leyenda oficial y como ocurre en la película ¿Quién mató a Liverty Valence? “Cuando la leyenda se convierte en la verdad, escribe sobre la leyenda”.

A las pocas semanas de conocerse la cantante y el saxofonista, este último ya se sentaba a comer regularmente a la mesa con Billie y con su madre Sadie. Cuando esta vio que Lester no representaba ningún peligro para su hija le ofreció su casa como domicilio permanente. A partir de entonces Lester le puso el apodo de “Duchess” (Duquesa).

La primera grabación que Lester y Billie realizaron juntos en un estudio fue el 25 de enero de 1937. Los demás músicos fueron Teddy Wilson (p), Walter Page (b), Jo Jones (d), Buck Clayton (tp) y Benny Goodman (cl). Grabaron cuatro temas, entre ellos la composición de Berlin titulada “This Year’s Kisses” en la cual Lester Young toca un precioso “solo” al empezar la canción.
Lester y Billie han rellenado varias hojas del libro que contiene la historia del jazz ya que nos han dejado cerca de 80 temas (contando tomas alternativas) donde podemos disfrutar de la voz de Billie junto al saxo de Lester.
La última vez que estuvieron juntos fue en un plató de TV que recogió un momento mágico donde Billie Holiday sentada en un taburete estuvo rodeada de los siguientes músicos: Roy Eldridge (tp), Doc Cheatham (tp), Vic Dickenson (tp), Lester Young (ts), Ben Webster (ts), Coleman Hawkins (ts), Gerry Mulligan (bs), Mal Waldron (p), Danny Barker (g), Milt Hinton (b) y Osis Johnson (d). El tema que interpretaron fue una de las mejores composiciones de Billie y titulada “Fine and Mellow”. El día en que los músicos antes nombrados le rindieron un homenaje a la mejor cantante que ha dado el jazz fue el 8 de diciembre de 1957.

Lester Young en su dilatada carrera dejó para la posteridad cerca de 250 canciones en las que participó como líder o como acompañante, en estudio o en vivo, en big bands y sobre todo en pequeños grupos. Como compositor escribió unos 50 temas algunos de los cuales se han convertido en standards de jazz sobre todo para los saxofonistas.
En el año 1955, Allen Ginsberg, uno de los grandes de la Genaración Beat, escribió un poema al que tituló “Howl” que se publicó al año siguiente junto a otros en el libro “Howl and Other Poems”. Cuando a Ginsberg le preguntaron sobre su poesía admitió sin ningún género de dudas la influencia de Jack Kerouac y del músico Lester Young: “Lester Young fue la persona que yo tenía en mente… todo lo que hay en “Howl” está en la canción “Lester leaps in”.
Lester Young compuso “Lester leaps in” en 1939 y la grabó el 5 de septiembre. Los músicos del grupo, que se hizo llamar “Kansas City Seven”, fueron los siguientes: Buck Clayton (tp), Dickie Wells (tb), Lester Young (ts), Count Basie (p), Freddie Green (g), Walter Page (b) y Jo Jones (d).

Lester Young relató cómo consiguió el sonido tan característico de su saxo tenor:

“Frankie Trumbauer (1) era mi ídolo. Cuando yo empecé a tocar me compraba todos sus discos. Me imaginaba que sería capaz de tocar todos sus “solos”. El tocaba un “c-melodic saxophone” (Saxofón Melódico en Do). Yo logré que mi saxo tenor sonara como el suyo. Esa es la razón de porqué yo sonaba diferente a todos los demás saxofonistas. Trumbauer cuando tocaba siempre contaba una pequeña historia y me gustaba su forma de arrastrar las notas. Él siempre tocaba primero la melodía y luego tocaba alrededor de ella. Trumbauer era mi hombre”.

Lester Young fue el primer saxofonista tenor que logró que este susurrara y no que gritara. Lester fue único en el dominio de la relajación en oposición a la ansiedad. Lester nos mostró con el saxofón cómo era su personalidad, sin escondernos nada. Creo, además, que no hubiese sabido cómo hacerlo.

(1) Frankie Trumbauer (1901-1956) fue uno de los mejores saxofonistas blancos de los años veinte y de la historia del jazz en general. Gran amigo del corneta, también blanco, Bix Beiderbecke. Ellos fueron durante un tiempo (años 20 y primeros 30) la punta de lanza del jazz blanco y muy respetados por sus colegas negros, alguno de los cuales no escondieron que su forma de tocar les había influenciado en sus comienzos.   
(El Saxofón Melódico que tocaba Frankie Trumbauer está afinado en Do. El Saxofón Tenor está afinado en Si bemol).

Subscribe