Dizzy Gillespie: Primera Parte (1917 – 1945)

Dizzy Gillespie
Robert Smalls
Instituto Laurinburg para afroamericanos en Carolina del Norte
John Birk Gillespie
Dizzy Gillespie
Teddy Hill
Lionel Hampton
Dizzy Gillespie
Cab Calloway
Thelonious Monk, Howard McGhee, Roy Eldridge, Teddy Hill en la entrada del Minton’s Playhouse
Dizzy Gillespie
Benny Carter
Sarah Vaughan
Boyd Raeburn
Dizzy Gillespie: Primera Parte (1917 – 1945)

El 21 de octubre de 1917, y en el pequeño pueblo de Cheraw, South Carolina, vino a este mundo el noveno hijo de la poblada familia de los Gillespie, Lottie y James. Le pusieron el nombre de John Birks. 
James tenía dos trabajos para poder mantener a Lottie y a su numerosa prole: durante la semana era albañil y los fines de semana tocaba con su banda. El padre de familia guardaba en su casa los instrumentos del grupo para que ninguno de sus componentes los pudiera empeñar: un piano, una guitarra, una batería, una mandolina y una trompa.  
John Birks estuvo rodeado de la música desde su nacimiento y él, como el resto de sus hermanos, recibió obligatorias lecciones de piano. Con cinco años entró en el colegio Robert Smalls de Cheraw. (Robert Smalls (1839-1915) fue un político afroamericano impulsor de la escuela pública obligatoria) Con diez, su padre abandonó este mundo después de un grave problema de asma. Lottie, que hasta ese momento se había dedicado al cuidado de la casa y de sus moradores, necesitó buscarse un trabajo – de lavandera – para poder sacar adelante a los cuatro hijos que aún permanecían en la casa familiar. 

 En 1929, Leonard Lynch, el nuevo director del Robert Smalls compró instrumentos musicales con una ayuda que había recibido del Estado. John Birks fue uno de los que levantó la mano cuando el sr. Lynch preguntó a sus alumnos quiénes querían participar en la banda del colegio. Pero él era el más pequeño y se tuvo que conformar con el último instrumento que quedaba, que resultó ser un trombón de varas.   
A John Birks apenas le llegaban sus brazos para poder tocar decentemente el trombón, pero al cabo de unos meses desarrolló la técnica suficiente para manejarse en la banda. 

Los Harrington eran una familia que vivía al lado de la casa de los Gillespie. Al llegar las Navidades de 1929, a uno de sus hijos, llamado Brother, le regalaron una trompeta. En cuanto John escuchó su sonido fue a casa de sus vecinos y Brother le mostró una reluciente trompeta plateada. John se enamoró de ella al instante, se compró una de segunda mano y a los nueve meses ya dominaba el instrumento. Pero seguía sin saber leer una partitura. 

Sería a principios de los treinta cuando el pianista de jazz, Sonny Matthews se acercó a Cheraw donde su madre era profesora de piano. Ella le habló de John Birks, el músico más famoso de la ciudad en aquellos momentos. El pianista le comentó a su madre que podía invitarle a que se pasara por casa para poder tocar juntos. Al trompetista le pareció que era una excelente ocasión para demostrar sus habilidades a un músico profesional. Le pidió prestado a su amigo Brother su instrumento y llegó a su cita. Matthews le propuso que tocaran el tema Nagasaki. John Birk no se sabía la melodía, pero confió totalmente en su fino oído. El pianista empezó a interpretarla en el tono de Do y el trompetista solo había aprendido a tocar en el tono de Sib. John Birks no dio una a derechas y se disculpó diciendo que debería aprenderse esa canción y abandonó la casa. Una vez fuera se sintió machacado y lloró de rabia, ya que se suponía que era el mejor trompetista de la localidad. Además, este incidente le enseñó que existían muchos más tonos que el Sib y que debería aprender a tocar en ellos si quería ser un auténtico trompetista. 

A finales del verano de 1933, John Birk ya había terminado sus estudios en el Robert Smalls y estaba indeciso sobre su futuro. Una conocida suya de nombre Catherine McKay, estudiante de enfermería y una entusiasta de la banda del Instituto Laurinburg de Carolina del Norte, le comento que él bien podría sustituir al trompetista de la formación ya que este acababa de abandonarla. Lo único que debería hacer era presentarse en septiembre y tocar la trompeta en la banda. El responsable de la misma, Mr. McDuffy, ya estaba al corriente de todo. 
En el Instituto Laurinburg, a John Birk le alimentaron, le dieron clase, un cuarto, libros, y cualquier cosa que necesitase, gratis. Aprendió a escribir y a leer música, así mismo adquirió conocimientos de teoría musical. 

 «Todo lo que había practicado con el piano en Laurinburg comenzó a venirme al pelo. Desde entonces, yo sabía que las alternativas como solista, en cualquier instrumento, eran mucho menos limitadas si sabías tocar el piano. Las diversas combinaciones de notas y acordes las tienes ahí delante como en ningún otro instrumento. A veces me iba a ensayar pronto y tocaba el piano antes de que los muchachos aparecieran. Introducía cambios en los acordes, invirtiéndolos y sustituyendo diversas notas para ver cómo los diversos sonidos conducían, de forma natural o sorprendentemente, de forma novedosa. Los cogía y los reproducía con la trompeta y sorprendía a la gente con nuevas combinaciones. Cuando tocaba la trompeta, nunca sabían por dónde iba a salir”. 

En el año 1935, John Birks se trasladó a Philadelphia. Allí formó parte de la orquesta del compositor, arreglista y líder de banda, Frank Fairfax donde permaneció casi dos años. Uno de los integrantes de la formación era el también trompetista, Palmer Davis, que fue quien le puso el apodo de Dizzy y con él se quedó de por vida. 

El siguiente paso de Dizzy Gillespie fue trasladarse a Nueva York para hacerse mayor como músico. Llegó a principios de 1937 y conoció al saxofonista tenor y director de banda, Teddy Hill. Este acababa de perder al trompetista Roy Eldridge que había aceptado una propuesta para participar en la orquesta de Fletcher Henderson. Hill le realizó unas pruebas a Dizzy y entró en la banda como segundo trompeta.  
A los dos meses, exactamente el 17 de mayo, la orquesta de Teddy Hill entraba en los estudios que la discográfica Bluebird tenía en Nueva York. Los músicos fueron los siguientes: Sam Allen, piano; Richard Fullbright, contrabajo; Bill Beason, batería; John Smith, guitarra; Shad Collins, Dizzy Gillespie, Bill Dillard, trompetas; Dicky Wells, trombón; Russell Procope, clarinete, saxo alto; Howard Johnson, saxo alto; Robert Carroll, Teddy Hill, saxos tenores. Esta se convirtió en la primera grabación de Dizzy Gillespie. 
En la sesión interpretaron seis temas y uno de ellos fue el titulado King Porter Stomp, composición que Jelly Roll Morton compusiera en 1906. 

A las semanas de esta sesión de grabación la banda de Teddy Hill embarcó en el transatlántico “Île de France” con destino a Europa. Pasó seis semanas en París, cuatro en Londres y dos en Dublín. Dizzy lo recuerda así: 

“Es interesante lo mucho que a los europeos les gustaba nuestra música, ya entonces. Se la tomaban en serio. La estudiaban y coleccionaban un montón de discos. Así es cómo los músicos de jazz europeos aprendieron a tocar nuestra música, escuchando discos. Allí te trataban bien y con el respeto que merece un artista. Los europeos se toman el jazz mucho más en serio que la mayoría de los estadounidenses blancos”. 

Dizzy continuó en su país formando parte de la banda de Teddy Hill hasta su disolución en 1939. La siguiente orquesta que le contrató fue la de Cab Calloway. Al poco tiempo, y estando bajo las órdenes de Calloway, Dizzy recibió una llamada del vibrafonista Lionel Hampton para que se personara en el estudio de la discográfica Victor con el fin de realizar unas grabaciones. Por entonces la banda de Hampton estaba formada por los siguientes músicos: Clyde Hart, piano; Milt Hinton, contrabajo; Cozy Cole, batería; Charlie Christian, guitarra; Benny Carter, saxo alto; Chu Berry, Coleman Hawkins, Ben Webster, saxos tenores. Es más que probable que Hampton se quedara, en el último momento, sin trompetista para esta sesión y llamara entonces a Dizzy. Él comentó lo siguiente: 

Yo no conocía Hampton. Me llevaron a esa sesión y si hablamos de gigantes esa banda estaba a rebosar de realeza. Estaba tan nervioso que me temblaban las manos. Qué sesión, yo era un puro manojo de nervios. Todos los reyes estaban allí y yo solo era un jovenzuelo”. (22 años) 

La sesión se realizó el 11 de septiembre de 1939 y se grabaron cuatro canciones. De ellas rescato la titulada Hot Mallets composición de Lionel Hampton. A Dizzy se le escucha perfectamente ya que es el único trompetista y deja bien alto su pabellón. 

Dizzy Gillespie formó parte de la banda de Cab Calloway entre 1939 y 1941 y desde un principio no existió mucha química entre ellos.
La orquesta de Cab Calloway estaba actuando en un lujoso local en la ciudad de Hartford, cuando uno de los trompetistas de la orquesta, de nombre Jonah Jones, empezó a tirar bolitas de papel al baterista Cozy Cole. Aunque Cab Calloway no se encontraba en el escenario en el momento de producirse está pequeña lluvia de bolitas de papel culpó de ello a Dizzy Gillespie, y el asunto acabó en una pelea entre los dos. Calloway rodeó con sus manos el cuello de Dizzy y apretó. El trompetista sacó a pasear su navaja, produciéndole a su jefe unos pequeños cortes, por lo que parte de su inmaculado frac blanco se tiñó de color rojo. Los músicos consiguieron parar la refriega. Ni que decir tiene que Dizzy fue despedido de la orquesta. Aunque llovía sobre mojado, ya que el trompetista muchas veces, y durante los ensayos, no tocaba lo que estaba escrito en la partitura y empezaba a interpretar a su manera diferentes pasajes del tema, lo que molestaba sobremanera a Cab Calloway, al punto de que le gritaba: “No quiero que toques esa música china en mi orquesta”. Y una cosa llevó a la otra. 
Lo único realmente interesante que Dizzy sacó de su periodo con la banda Calloway fue conocer y trabar amistad con el trompetista cubano, Chano Pozo, que jugaría un papel importante en la “época cubana” del trompetista. 

Desde 1942 hasta 1945, Dizzy Gillespie estuvo picando de orquesta en orquesta, como si estuviera en un bar de pintxos de la Parte Vieja donostiarra: Benny Carter, Charlie Barnet, Les Hite. Lucky Millinder, Coleman Hawkins, Billy Eckstine, Claude Hopkins, Earl Hines… y eso no fue lo más importante. Lo fundamental fue que Teddy Hill, con el que estuvo de gira por Europa, se convirtiera en el manager del club de jazz Minton’s Playhouse de la Calle 52 neoyorquina. En sus escenarios y en sus “jam sessions” se coció a fuego lento el “Be Bop”: Thelonious Monk, Oscar Pettiford, Kenny Clarke, Charlie Christian, Charlie Parker, Howard McGhee, Bud Powell, Dizzy Gillespie… 

 “Lo que hacíamos en el Minton’s era tocar, con seriedad, estableciendo un nuevo diálogo entre nosotros, reuniendo nuestras ideas para establecer un nuevo estilo musical. Solo hay unas cuantas notas, pero tú creas un estilo con la forma de pasar de una a otra. Teníamos una preparación fundamental, lo que sabíamos de armonía europea y de teoría musical se superponía a nuestros conocimientos de la tradición musical afroamericana. En Laurinburg comencé a aprender solo los acordes de piano porque escuchaba acordes de música europea y nadie me decía cuáles eran. Nuestro fraseo era diferente. Distinto al de los más veteranos. Es posible que, en nuestra música, la única auténtica diferencia fuera ese fraseo distinto. Musicalmente, estábamos cambiando nuestra forma de hablar para reflejar nuestros sentimientos. Nuestra música tenía un acento nuevo”.  

Ese fraseo, esa sustitución de acordes está presente en la versión que realizó Dizzy del precioso tema que compuso Vernon Duke con letra de Ira Gershwin para el musical de Broadway Ziegfeld Follies of 1936 y titulado I can’t get started. El trompetista lo grabó el 9 de enero de 1945 y su creativa y bella improvisación se menciona en casi todos los tratados sobre el jazz. El resto de los músicos fueron: Clyde Hart, piano; Oscar Pettiford, contrabajo; Irv Kluger, batería; Trummy Young, trombón; Don Byas, saxo tenor. 

Hasta ahora he estado escribiendo este artículo mencionando a Dizzy Gillespie como trompetista y pianista, pero también fue un excelente compositor. Si exceptuamos a Thelonious Monk, según mi parecer, Dizzy será el segundo mejor compositor del “Be Bop”. 

En los años cuarenta del siglo pasado se inventaron unos aparatos llamados Cinematone en los que por un centavo podías visionar y escuchar una canción interpretada por músicos conocidos. 
En el año 1942, Dizzy Gillespie estaba actuando junto a la orquesta de Benny Carter en el popular club de jazz de la calle 52 llamado Kelly’s Stables. Un buen día, los productores de esas cortas películas, a las que llamaban Soundies, se presentaron y contrataron a la banda para que acompañara a la cantante Maxine Sullivan en uno de esos cortos. 
En un descanso, Dizzy se puso a “jugar” con el piano improvisando unos desarrollos armónicos y se dio cuenta de que formaban una melodía. Lo único que le restaba por hacer era el “puente” y añadirle algún ritmo. La música tenía un toque latino, casi oriental y el ritmo procedía del estilo del “Be Bop” y era muy sincopado. A la melodía la llamó Interlude, pero este título no le acababa de convencer ya que no sonaba muy exótico. Algún genio decidió llamarla A Night in Tunisia y a Dizzy le pareció un título apropiado. Posteriormente, Frank Paparelli transcribió sus “solos” para publicarlos y, como contrapartida, el trompetista añadió su nombre como co-compositor. Raymond Leveen fue el encardo de escribir una letra que dice así: 

La luna es la misma para ti que para mí 
Un resplandor la rodea en este frío atardecer 
Las estrellas están brillando en Túnez 
Nunca las había visto que resplandecieran con tanta intensidad 
Las preocupaciones que te asaltan durante el día parecen desvanecerse 
El final del día consigue que estés liberado en esas maravillosas noches de Túnez
 
Donde todo se llena de paz 
Las estrellas brillan en el cielo, pero solo los sabios saben interpretarlas 
Y te guían cuando deambulas por el desierto 
Y no existen palabras para relatar esta exótica experiencia 
Cada noche es más profunda y te trasporta a un mundo antiguo 
Los problemas del mundo parecen ocultarse 
El final del día te libera, cada noche es maravillosa en Túnez 
Todo se llena de paz 

 El 31 de diciembre de 1944, el crítico, compositor y pianista, Leonard Feather, produjo una sesión para el sello Continental en el cual se grabaron cuatro canciones. La vocalista fue Sarah Vaughan que estuvo acompañada por los siguientes músicos: Dizzy Gillespie, trompeta; Leonard Feather, piano; Jack Lesberg, contrabajo; Morey Feld, batería; Chuck Wayne, guitarra; Georgie Auld, saxo tenor; Aaron Sachs, clarinete. Uno de los temas fue “A Night in Tunisia” que se convirtió en la primera grabación del tema de Dizzy.

La primera grabación instrumental de A Night in Tunisia se la debemos a Boyd Raeburn (1913 – 1966). Fue un saxofonista tenor, compositor, arreglista y director de banda norteamericano. En el año 1945, en las filas de su orquesta estaban músicos de la talla de Trummy Young (tb), Oscar Pettiford (b), Shelly Manne (d), Al Cohn (ts), Serge Chaloff (bs) y Dizzy Gillespie. El 27 de enero, la banda al completo realizó una sesión en los estudios que la discográfica Savoy MG tenía en Nueva York. Grabó tres canciones todas ellas arregladas por Raeburn y, como digo, entre ellas estaba el tema de Dizzy Gillespie. 

Y hasta aquí llega la primera parte del artículo dedicado a ese gran músico que fue Dizzy Gillespie: trompetista, pianista, cantante, arreglista, director de banda y compositor. En breve aparecerá la segunda parte. 

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