¿Existió «The House of the Rising Sun» en Nueva Orleans?

Clarence «Tom» Ashley
Joan Baez & Bob Dylan
The Animals
Harry Cox
Pamela D. Arceneaux
535-537 Conti Street
Shannon Lee Dawly
Excavaciones en el 535-537 Conti Street
¿Existió «The House of the Rising Sun» en Nueva Orleans?

Que la letra de una canción comience relatando que existe una casa en Nueva Orleans a la que llaman Del Sol Naciente es una invitación en toda regla para que los historiadores y musicólogos no dejen piedra sin remover hasta averiguar si existió la citada casa en la citada ciudad. Con el morbo añadido de que ese habitáculo pudiera haber sido un burdel. Pero todo ello ha sido posible, y lo sigue siendo, porque estamos hablando de Nueva Orleans. Si la canción citara a cualquier otra ciudad norteamericana el interés de los estudiosos sería infinitamente menor.  
Los acontecimientos históricos que han ido forjando a la ciudad de Nueva Orleans son únicos en el devenir de su país desde todo punto de vista: social, cultural, racial y, por supuesto, musical. Es la propia metrópoli la que incita, por su propia idiosincrasia, a los especialistas a que saquen a la luz sus peculiaridades, las estudien y las conserven. 

 La Música 

 

La primera grabación comercial que existe de The House of the Rising Sun la grabaron Clarence Asley, voz y guitarra y Gwen Foster, armónica, el 6 de agosto de 1933 bajo el título de Rising Sun blues para el sello Vocalion. La letra dice así: 

Hay una casa en Nueva Orleans a la que llaman Del Sol Naciente 
Que ha arruinado a muchos pobres hombres y a mí, oh, Dios, también 
Llena los vasos hasta el borde y deja que la bebida vaya alegremente circulando 
Y beberemos a la salud de un pobre hombre alcohólico 
Va de pueblo en pueblo y lo único que necesita es una maleta y un baúl 
Y el único momento en que está satisfecho es cuando está borracho 
Ahora muchachos, no crean lo que les diga una chica 
Aunque sus ojos sean azules o marrones, salvo que esté subida sobre un andamio 
Y les diga: “Chicos, no puedo bajar” 
Ve y dile a mi hermano menor que no haga las cosas que yo he hecho 
Que evite esa casa de Nueva Orleans a la que llaman Del Sol Naciente 
Voy a regresar a Nueva Orleans porque mi carrera está casi terminada 
Voy a pasar el resto de mi malvada vida debajo de ese Sol Naciente 

Clarence “Tom” Ashley nació en 1895 en Bristol, una ciudad ferroviaria ubicada entre la frontera del estado de Tennessee y el de Virginia. Creció junto a su madre y sus abuelos Enoch y Martha Ashley. A esta última le gustaba la música e interpretar viejas baladas. Ella fue la que le enseñó la canción The House of the Rising Sun. A Clarence le solían preguntar por el compositor de la canción y él solía responder: Me la enseñó mi abuela, no sé quién la escribió. Es demasiado vieja para hablar de ella. No le puedo ayudar, aunque me gustaría. La conozco desde que era un crio”. 

 Tom Ashley tomó la decisión en 1911 de enrolarse en un Medicine Show donde pasó tres décadas de su vida recorriendo ciudades situadas en las montañas, y en empresas mineras de los estados Kentucky, Tennessee, Virginia y North Carolina. Así mismo, Ashley continuó grabando para Vocalion canciones tradicionales de los Appalachian. 

Robert Winslow Gordon era el responsable, en los años veinte, del Library of Congress’s Archive American of Folk Song además de escribir semanalmente una columna dedicada a la música folclórica. En febrero de 1925, un tal William F. Burroughs, empleado de ferrocarriles, le escribió una carta en la que le comunicaba que había memorizado la letra de una canción que había escuchado cuyo título era The Rising Sun Dance Hall y se la adjuntaba por si fuera de su interés. Gordon le respondió dándole infinitas gracias ya que estaba encantado de poseer esa preciada letra. La verdad es que este último no hizo nada con ella y estará perdida entre los millones de archivos de la Biblioteca. A pesar de ello, el contenido de la misma ha trascendido y dice así: 

Hay una casa en Nueva Orleans a la que llaman Del Sol Naciente 
Ha sido la ruina de muchas pobres chicas, Gran Dios, y para mí 
Si yo hubiese escuchado lo que mi madre me decía estaría hoy en casa 
Pero era una joven y alocada muchacha y un sinvergüenza me llevó por el mal camino 
Oh, madre, madre, dime porqué tratas a ese sinvergüenza tan fríamente 
Preferiría antes ser su esposa que llevar tu corona de oro 
Ahora dile a mi hermana en Baltimore que no haga lo que yo he hecho 
Que evite esa casa de Nueva Orleans a la que llaman Del Sol Naciente 

Esta letra tiene su importancia en la historia de The House of the Rising Sun ya que es la primera que se conoce que está escrita bajo un punto de vista femenino. 

En el año 1960, el folclorista Alan Lomax publicó un libro titulado The Folk Songs of North America. En él están recopiladas alrededor de 300 canciones con su partitura y su letra. Entre ellas se encuentra la titulada The Rising Sun Blues.  
Era el año 1937 y Lomax se encontraba en la ciudad de Middlesborough, Kentucky rastreando cualquier indicio que le llevara al descubrimiento de viejas y casi olvidadas baladas folclóricas. Se acercó a un campamento minero y escuchó a una jovencita cantar. Ella era delgada, bonita y con un bello pelo rubio. Su nombre era Georgia Turner y era la hija de uno de los trabajadores. 
Lomax puso en marcha su grabadora Ampex 602 alimentada con la batería de su coche, le acercó el micro a Georgia y le pidió que cantara lo que quisiera. Ella interpretó a capela The Rising Sun Blues. Lomax nunca explicó el motivo que tuvo la joven para elegir esa canción. La letra está recogida en su libro de 1960 y dice así: 

Hay una casa en Nueva Orleans a la que llaman Del Sol Naciente 
Ha sido la ruina de muchas pobres muchachas, oh, Dios, y para mí 
Por lo tanto, dile a mi hermana pequeña que no haga lo que yo he hecho 
Que evite esa casa en Nueva Orleans a la que llaman Del Sol Naciente 
Mi madre es costurera, ella me ha cosido estos jeans azules 
Mi novio es un bebedor, Señor, Señor, bebe en Nueva Orleans 
Lo único que necesita es una maleta y un baúl. 
Solamente está satisfecho cuando está bebido 
Tengo un pie sobre la plataforma y otro sobre el tren  
Voy de vuelta a Nueva Orleans con el peso de mis culpas 

En los años sesenta, con el resurgimiento de la música folk, su plana mayor grabó The House of the Rising Sun: Pete Seeger (1958), Joan Baez (1960), Woody Guthrie (1962), Bob Dylan (1962). Todos tienen en común que es una desgraciada joven la protagonista de sus versiones. 
La letra que cantan es normalmente una mezcla de la interpretada por Georgia Turner y la que escuchó William F. Burroughs. 
El grupo de rock inglés The Animals la grabó en 1964 y su versión internacionalizó a la canción haciéndola inmensamente popular. En cuanto a su letra, cambiaron a una desgraciada joven por un desgraciado joven. El resto de la misma sigue unos parámetros similares a la interpretada por los músicos norteamericanos. 

 Las Investigaciones 

 

Está documentado que el símbolo de un sol naciente estaba asociado a la prostitución en Inglaterra al menos desde el siglo XVII. El distintivo servía para indicar qué tipo de servicio podías encontrar en ese local y normalmente estaba pintado en la puerta y en las ventanas. 

En 1953, Alan Lomax grabó un fascinante ramillete de antiguas baladas en la ciudad inglesa de Norfolk. El intérprete fue un agricultor de 68 años llamado Harry Cox (1885 – 1971). Este personaje vivía en una cabaña sin electricidad y había estado cantando en los pubs desde que tenía 11 años. Cox era una enciclopedia andante que contenía miles de viejas baladas tradicionales. Una de ellas se titulaba She was a rum one y en su letra se describe la relación de un cliente con una prostituta. Cuando Lomax le grabó la canción le preguntó si existían otros versos para comenzarla. Él le respondió que sí y cantó: 

Si tú vas a Lowestoft y preguntas por El Sol Naciente 
Te encontrarás con dos viejas prostitutas y mi mujer es una de ellas 

The House of the Rising Sun es una canción que no se sabe quién escribió su melodía. Dada su estructura bien podría tratarse de una balada tradicional inglesa o irlandesa. Tampoco se sabe quién fue el autor de su letra.  
Louisiana pasó a manos de los norteamericanos en 1803 y estos empezaron a asentarse en Nueva Orleans. Es posible que alguien a partir de esa fecha, valiéndose de la melodía de una antigua tonada (o compuesta por él) la comenzara con esos dos primeros versos que traen de cabeza a los historiadores centrados en Nueva Orleans: 

 Hay una casa en Nueva Orleans 
Que la llaman Del Sol Naciente 

¿Existió una casa en Nueva Orleans llamada Del Sol Naciente? ¿Era de mala nota? ¿Un prostíbulo? ¿Conocía el posible autor que Rising Sun estaba asociado a la prostitución en la Inglaterra del siglo XVII y le vino bien usar ese término dada la historia que relata su canción? 

Alecia P. Long autora del libro The Great Southern Babylon (refiriéndose a la historia de la prostitución en Nueva Orleans) afirma que no ha encontrado ninguna evidencia de una Rising Sun en Nueva Orleans salvo la que se menciona en la canción. 
Pamela D. Arceneaux bibliotecaria del Williams Research Center & Historic New Orleans Collection afirma: He realizado un estudio de la historia de la prostitución en Nueva Orleans y a menudo he confrontado la perenne pregunta ¿Dónde está la Casa del Sol Naciente? Sin encontrar una respuesta satisfactoria. 
En el libro de Al Rose titulado Storyville, Nueva Orleans en el que el autor realiza una exhaustiva investigación del barrio de las luces rojas más famoso de Norteamérica y que estuvo funcionando desde 1897 a 1917 no se menciona en ninguna de sus páginas las palabras Rising Sun. Sin embargo, al menos durante ese período de tiempo, el eufemismo más utilizado para referirse a un burdel era Sporting House: El cabaret Arlington Annex es según los entendidos el sitio más delicioso que existe en todo el Sur y en el que están concentrados todos los deportes. Se puede encontrar el mejor servicio a cualquier hora. La mejor oferta en comida y bebida. Reservados privados tanto en la planta baja como en el primer piso. Tom Anderson, propietario”. 

En las letras que conocemos de The House of the Rising Sun no se especifica en ninguna de ellas que se trate de un prostíbulo. Más bien da pie a pensar que pudiera ser un tugurio con una concurrencia de baja estofa compuesta por borrachos, jugadores, incluso un lugar idóneo para que una prostituta pudiera “cazar” a un cliente para llevárselo a su casa. 

Cuando los responsables del Historic Orleans Collection decidieron demoler un garaje en la calle Conti Street del Barrio Francés para construir un nuevo edificio donde ubicar su Colección. Pensaron que entre la demolición y la construcción podían ofrecer a los arqueólogos la oportunidad de estudiar lo que se pudiera encontrar debajo del garaje.
Los trabajos arqueológicos estuvieron dirigidos por Shannon Lee Dawdy, y duraron desde diciembre de 2004 a abril de 2005. Un hallazgo inesperado fue encontrar piezas de alfarería del siglo XVII pertenecientes a los indígenas americanos, siendo ello toda una sorpresa ya que se suponía que los primeros habitantes de América no habían llegado a asentarse en el Barrio Francés.  
Sin embargo, otro descubrimiento iba a convertirse en más importante para los historiadores de Nueva Orleans. Dawdy encontró evidencias de un hotel que sufrió un incendio en 1822. Entre los restos que quedaron después del siniestro encontraron gran cantidad de botellas de licor, pipas de fumador, envases de maquillaje mayormente de color rojo, bisutería y partes de una vajilla de latón de color rojo. Cuando la antropóloga mostró sus descubrimientos, periódicos como el Time-Picayune se preguntaron si ese hotel pudiera haber sido un burdel. 
A los pocos meses de terminarse las excavaciones, Dawly volvió a Nueva Orleans para investigar más profundamente la historia del inmueble situado en el 535-537 de Conti Street que fue donde se encontró el supuesto hotel. 
Entre la documentación que localizó en el cabildo de Nueva Orleans y en los periódicos de la época pudo averiguar que Margaret Clark Chabot compró el inmueble en cuestión el 22 de agosto de 1796 para convertirlo en un hotel o pensión. Mantuvo la propiedad hasta el año 1821 en la que esta pasó a otras manos cuyos administradores eran L.S. Hotchkiss & Co 

El 29 de enero de 1821, el periódico Louisiana Gazette publicó el siguiente anuncio: 

Rising Sun Hotel, Conti Street. Cerca del State Bank. Los abajo firmantes informan a sus amigos y al público en general que ellos son los administradores del citado establecimiento. Los nuevos propietarios no añadirán ningún coste extra para cuidar y mantener el excelente nivel de entretenimiento que se ha venido disfrutando en esta casa durante los últimos veinte años. 
Los caballeros pueden encontrar aquí a los más atentos Sirvientes/as. El bar estará surtido de los mejores licores; y en la mesa encontrarán el mejor producto de temporada que se puede ofrecer. 
El negocio será administrado por la firma L.S. Hotchkiss & Co.” 

El 28 de febrero de 1822, el periódico Louisiana Gazette publicó la siguiente noticia: 

“Cerca de las dos de la madrugada de ayer un incendio se produjo en el Rising Sun Hotel, Conti Street. La totalidad del extenso inmueble fue pasto de las llamas y las cocinas y otras casas adyacentes sufrieron daños de consideración. Parece que dos personas perdieron la vida en la Taberna, debido a la rápida propagación de las llamas sobre una madera seca. 
La señora Descat Fitzgerald, cuya vivienda también se vio afectada por el fuego, quiere dar sus más sinceras gracias a sus amigos y al público por la actividad que desplegaron para preservar su casa del incendio; así mismo por el orden que observaron para salvar su mobiliario ya que la mayoría del mismo no fue pasto de las llamas”. 

Los restos de este incendio fueron los que catalogaron los arqueólogos. 

Después de estos, llamémoslos descubrimientos, la arqueóloga Dawldy comentó: “Cada persona le gusta leer a su manera. Por lo tanto, unos pueden leer que nosotros encontramos el burdel del que habla la canción The House of Rising Sun. Otros, que lo ven todo muy ambiguo. Nueva Orleans posee una especie de patología que consiste en que todo es vendible”. 

Lo que es seguro es que todavía no se ha escrito el último capítulo sobre la historia de la canción The House of the Rising Sun. Quizás ni el penúltimo. 

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