Henry Mancini: El Gran Maestro de las Bandas Sonoras y de sus Canciones

Henry Mancini
Blake Edwards
Shorty Rodgers
Henry Mancini
Audrey Hepburn en Breakfast at Tiffany’s
Melody Gardot
Jack Lemmon y Lee Remick en Days of Wine and Roses
Johnny Mercer
Curtis Stigers
Stanley Donen
Holly Cole
Henry Mancini con su esposa Ginny
Peter Sellers en el Inspector Clouseau
David Niven «El Fantasma»
Quincy Jones
Henry Mancini: El Gran Maestro de las Bandas Sonoras y de sus Canciones

En el año 1960, Henry Mancini tenía 36 años y hasta ese momento había logrado que pequeñas composiciones suyas fueran utilizadas (sin acreditar) en las bandas sonoras de una treintena de películas.  
Una mañana, después de cortarse el pelo, se dirigía a un restaurante situado dentro de los estudios de la MCA-Universal. En ese corto paseo se encontró con el director de cine Blake Edwards, a quien conocía gracias a la amistad que él tenía con su mujer Ginny (una de las componentes del grupo vocal dirigido por Mel Tormé). Estuvieron un rato charlando y de repente Blake le pregunto a Henry: ¿Te interesaría componer la música de una serie de televisión para mí? Este le contestó afirmativamente. Y ese fue el comienzo de una fructifica relación profesional y personal entre ambos que duró treinta años. Henry Mancini comenta en su autobiografía, Did they mention the music?: “No sé qué habría sido de mi vida si no hubiese ido ese día a cortarme el pelo”. 

Blake Edwards le explicó a Mancini que la serie televisiva giraba en torno a las andanzas de un detective privado que se llamaba Peter Gunn, expolicía y amante del jazz. La acción se desarrollaba en tiempo presente (finales de los cincuenta) y la caracterización del detective era muy diferente del viejo estilo desempeñado por Philip Marlowe (Raymond Chandler) o de Sam Spade (Dashiell Hammett). El papel principal se lo dieron a Craig Stevens. La protagonista femenina fue la actriz, cantante y modelo Laura Devon en el papel de una cantante de jazz. 

No existió ningún tipo de discusión en que el jazz debería estar muy presente en la banda sonora. La sintonía de presentación titulada Peter Gunn comienza con un bajo que toca un riff de ocho notas que se desarrolla durante toda la canción, le acompaña el piano y la batería. Suena una corta línea melódica y hasta ese momento podríamos pensar que estamos escuchando un tema pop (el beat de la batería lo es). Y comienza el arreglo orquestal que es el que convierte a la canción en un tema de jazz. Toda la melodía se soporta en un único acorde. Una genialidad. 

A Blake Edwards se le ocurrió la idea de sacar un álbum con la música de la banda sonora de Peter Gunn. Hasta entonces ninguna serie televisiva había grabado un disco con su música, aunque los directivos del sello RCA empezaron a dar vueltas a la idea. Al final le dieron el visto bueno. 
Se pusieron en contacto con Henry Mancini y el compositor estuvo encantado. Además, les indicó que el trompetista, compositor, arreglista y director de orquesta de jazz, Shorty Rogers, sería el músico indicado para llevar a buen puerto el proyecto.  
Mancini y Rogers se citaron para comer y hablar del asunto. Este último ya conocía la música de la banda sonora y le dijo al compositor: Henry, yo no tengo ninguna razón para grabar eso. No tiene ninguna conexión conmigo. Tú la has escrito, la has arreglado, y tú debes grabarla. Esta música es tuya”. 
Henry le contestó: Yo no soy un artista que graba discos. Soy un escritor de música para películas, nadie sabe quién soy. Tú tiene un nombre”. 
Shorty, al final de la comida le dijo: Es tu bebé y tú debes ocuparte de él”. 

RCA sacó el álbum a nombre de Henry Mancini. Y le pusieron dos cosas claras: ningún sello en su sano juicio lo hubiera hecho. Y solo vas a firmar por un álbum, no hay más opciones”. 

El álbum, con el título de The Music from Peter Gunn – Composed and conducted by Henry Mancini, salió a la venta en enero de 1959. El sello RCA había prensado 8.000 copias del álbum e impreso otras tantas carpetas. En una semana se vendieron todos los discos. La discográfica prensó otra nueva remesa, pero la impresión de las carpetas llevaba bastante más tiempo. Eso significó que el álbum The Music from Peter Gunn llegara por segunda vez a las estanterías de las tiendas con una portada diferente. El sello guardaba en stock un remanente de ellas, con unos dibujos abstractos en la cubierta para poder paliar, en lo que cabe, situaciones anómalas como la presente. 
El álbum llegó pronto a alcanzar el nº1 en las listas de los discos más vendidos en la revista Billboard donde se mantuvo durante diez semanas. Comenzó a bajar paulatinamente de posición, pero llegó a permanecer en ellas 117 semanas, algo más de dos años. Vendió más de un millón de copias, algo impensable en un disco de jazz.  
El disco ganó el Grammy al mejor álbum del año. En el año 2010, The Music from Peter Gunn fue seleccionado por la Library of Congress en su sección National Recordings Registry, que guarda los discos que considera que son “Cultural, Histórica y Estéticamente significativos”. 

A raíz de este rotundo éxito, los directivos de la RCA dijeron eso de: donde dice digo… Desde 1959 hasta 1992, Henry Mancini grabó cerca de cincuenta álbumes a su nombre. Todos con RCA. 

En el año 1960, Blake Edwards le comunicó a Mancini cuál iba a convertirse en su próximo proyecto. Se trataba de realizar una adaptación cinematográfica del libro de Truman Capote titulado Breakfast at Tiffany’s editado en 1958 y le pidió que se ocupara de su banda sonora. 
Audrey Hepburn iba a ser la protagonista femenina. Había una escena en la cual la actriz debía de cantar una canción acompañándose con una guitarra. La acción se situaba en una escalera de incendios de un edificio neoyorquino. Los productores del film, Dick Shepherd y Marty Jurow, le comentaron a Edwards que querían a un compositor de Broadway para escribir la citada canción ya que ellos conocían la atmósfera de Nueva York como nadie. Por lo tanto, Henry Mancini (que era de Ohio) se ocuparía exclusivamente de la banda sonora. 
A Mancini no le gustó demasiado esa decisión y le pidió a Edwards que intercediera por él ante los productores para que le dieran una oportunidad de escribir algo para esa escena. Los productores accedieron. 

El mayor problema con el que se encontró Mancini era que Audrey Hepburn no era una cantante y no sabía hasta dónde podía dar de sí con su voz. Se dio la circunstancia de que una noche viendo la televisión en su casa estaba programada la película Funny Face con Fred Astaire y Audrey Hepburn y esta cantaba el tema How long has this been going on de los hermanos Gershwin. Con esta escucha el compositor se percató de las posibilidades vocales de Audrey y de que su tesitura llegaría a una octava.  Mancini cuenta en su autobiografía: 
«Esta canción fue una de las más difíciles que he tenido que escribir. Me llevó un mes entrar en ella. ¿Qué clase canción podría cantar esta joven? ¿Qué tipo de melodía requería? ¿Podría ser una suave balada de jazz? ¿Podría ser un blues? Un día en mi casa, estaba descansando después de cenar. Decidí bajar a mi estudio que estaba en el garaje y me senté al piano. Todo sucedió muy rápido. Toque las tres primeras notas de una canción. Era simple y completamente diatónica en el tono de Do, se podía tocar íntegramente utilizando las teclas blancas del piano. Llevaba un mes tratando de encontrarla y estuvo lista en media hora”. 

Lo siguiente que necesitaba Mancini era un letrista y llamó a uno de los mejores: Johnny Mercer. Cuando este fue a su casa, Mancini le tocó la melodía y el letrista le comentó:¿Quién grabará un vals? Podemos hacerlo para la película, pero después de eso no tiene ningún futuro comercial”. 

Mancini le dio una cinta con la melodía y se fue a su casa. Tras tres días volvió con tres letras diferentes. Una vez que los productores le dieron el visto bueno a la melodía, dejaron que Henry y John se decidieran por una de las letras. Al final se quedaron con la última que John le enseñó. La había titulado Blue River, pero se había pasado por la Sociedad de Autores y había varias canciones con el mismo título por lo que lo cambiaron por Moon River 

En la suite que tenía Marty Rackin, el jefazo de la Paramont, en un hotel de San Francisco estaban presentes las siguientes personas para ver un pase previo de la película: Audrey Hepburn, su marido Mel Ferrer, Blake Edwards y su mujer Ginny, los productores Dick Shepherd y Marty Jurow y, por su puesto Heny Mancini. Cuando llegó la escena donde Audrey cantaba Moon River, Rackin se levantó y dijo: “Bien, esa jodida canción hay que quitarla”. 
Se produjo un eterno silencio y Mancini relata en su libro que todos los presentes miraron a Rackin como si quisieran lincharlo. La canción permaneció en la película. 

En el año 1961, a Moon River le concedieron el premio Oscar a la mejor canción original de película. Cuando salió a la venta el disco en 1962 a Breakfast at Tiffany’s le otorgaron un premio Grammy al mejor disco del año y a Moon River otro a la mejor canción del año. 

La vocalista y compositora Melody Gardot grabó una excelente versión de Moon River que formó parte de su álbum Sunset in the Blue de 2020. 

En 1958, el novelista norteamericano JP Miller dramatizó los problemas del alcoholismo en dos episodios para la televisión CBS con el título de Days of Wine and Roses (Playhouse 90). 
Blake Edwards, que estaba considerado como un director de películas de detectives y de comedias románticas, se apartó totalmente de esos argumentos sumergiéndose en un profundo drama basado en la obra televisiva escrita por JP Miller 
En 1962, rodó la película Días de Vino y Rosas protagonizada por Jack Lemmon y Lee Remick. A Henry Mancini le pidió que se ocupara de la banda sonora y de una canción junto al letrista Johnny Mercer. 
Mancini compuso la melodía a la que puso el título de Days of Wine and Roses y le dio un casete con la música a Mercer diciéndole que trabajara a partir de ahí. 
A los pocos días, el letrista le llamó al compositor para que se pasara por su casa sita en Newport Beach (California). Cuando llegó se sentó al piano y Johnny realizó la primera performance de la canción. Mancini únicamente le cambió una palabra a su letra. En un momento decía: “la dorada cara con que me llevó…” y la cambió por “sonrisa”. 

A la mañana siguiente, Mancini y Mercer se citaron con Blake Edwards en los estudios de la Warner Bros para darle a conocer la canción. Este último les preguntó si tenían inconveniente en que Jack Lemmon estuviera presente. No tenían ninguno. 
“Yo me senté al piano, dándoles la espalda a Edwards y a Lemmon. Mercer se situó frente a ellos. Él cantó con su rasposa voz que parecía que se iba a romper y con esas inflexiones jazzísticas que siempre estaban ahí. Nada más terminar se produjo un largo, largo terrible silenció. Yo no pude más y me di la vuelta y vi a Lemmon que tenía una lágrima que rodaba por su mejilla mientras que Blake permanencia con los ojos nublados. No me hizo falta preguntar si les había gustado la canción”. 

La letra de la canción dice así: 

 Los días de vino y rosas ríen y huyen como si fuera un juego de niños 
Atravesando la pradera hacia una puerta que se cierra 
Una puerta que está marcada con un “nunca más” que antes no estaba ahí 
La noche solitaria trasmite únicamente una brisa pasajera llena de recuerdos 
Esa sonrisa dorada que me llevó  
A ti y a los días de vino y rosas  

En 1963, Henry Mancini y Johnny Mercer recibieron sendos premios Oscar a la mejor canción original de película por Days of Wine and Roses. 
Aparte, la canción recibió en 1964 el Grammy a la mejor grabación del año y otro a la mejor canción del año. 

En el año 2002, el cantante, compositor y saxofonista Curtis Sitgers sacó un trabajo que denominó Secret Heart y en él realizó una magnífica versión de Days of Wine and Roses. 

El director y productor de películas Stanley Donen (famoso por haber dirigido junto a Gene Kelly, Cantando bajo la lluvia) abandonó los EE.UU. a mediados de 1958 fijando su residencia en Londres. Según sus propias palabras esta decisión fue tomada porque se encontraba más libre en Inglaterra que en su país para realizar “como me da la gana” su trabajo. A esto hay que añadir que debido a la paridad entre el dólar y la libra saliera bastante más barato rodar una película en el Reino Unido que en USA. Además, el gobierno británico concedía unas importantes ayudas a las películas extranjeras que se rodaran en su país. 
En 1963, Donen estaba ultimando los detalles de la que se iba a convertir en su tercera película rodada en Inglaterra, cuando llamó a Henry Mancini para que se ocupara de la banda sonora. Además, le explicó que el film era una mezcla de aventuras – romance, pero envuelta en una estética propia de un thriller. Los protagonistas iban a ser Cary Grant y Audrey Hepburn, contando además con unos secundarios de lujo: Walter Matthau, George Kennedy y James Coburn. La película se iba a titular Charade. 

Donen quería que Mancini compusiera la música junto a él en Londres. El compositor se hospedó en una suite del Mayfair Hotel, alquiló un piano y se puso a trabajar. Necesitó dos meses para terminar el score más el tema principal, titulado Charade. Para escribir la letra del mismo se puso en contacto, como era habitual, con Johnny Mercer. 

A Mancini le tenían preocupado dos importantes aspectos relacionados con la música. ¿Dónde se iba a grabar el score? y ¿Cuál era el nivel de calidad de los músicos ingleses? 
Para la primera cuestión fue elegido el Cine Tele Sound Sudios que resultó poseer una magnífica acústica. Para la segunda vamos a dejar que la conteste él mismo: “Cuando tuve terminada la banda sonora nos fuimos al estudio a grabarla. Mi inquietud sobre las orquestas británicas desapareció al instante, y aún hoy en día cuando estoy allí, reconozco las caras de los músicos que estuvieron en esos primeros días de grabación en Londres”. Charade se convirtió en la primera de las quince películas que Mancini compuso su banda sonora en Londres. 

En el año 1964, Charade fue nominada al premio Oscar a la mejor canción original de película. Pero esta vez no ganó ya que la Academia se lo otorgó al compositor Jimmy Van Heusen y al letrista Sammy Cahn por su canción Call me Irresponsible de la película Papa’s delicate condition interpretada por Jackie Gleason. 

En el año 2007, la vocalista canadiense Holy Cole sacó un álbum al mercado con solo su nombre y uno de los cortes fue una vigorosa versión de Charade. 

Nada más terminar el rodaje de Charade, Henry Mancini y su mujer Ginny decidieron cruzar el atlántico a bordo del buque SS France. Se dio la circunstancia de que Blake Edwards y su mano derecha Maurice Richlin, junto a sus respetivas esposas, eligieron el mismo transporte de regreso a los EE.UU. 
Durante la travesía Edwards le puso en antecedentes a Mancini de su nuevo proyecto que consistía en el rodaje de una nueva película que se iba a titular The Pink Panther y cuya acción se desarrollaría mayormente en Roma. Además de informarle que contaba con él para escribir la banda sonora. 
En los cinco días que necesitaba el SS France en alcanzar la costa americana, Edwards y Richlin dejaron finiquitado el guion. 

Tras unos meses, Blake Edwards y todo el equipo de producción se fue a Roma donde contrataron el estudio con sus equipamientos, construyeron decorados, etc. En definitiva, todo lo necesario para rodar una película. Para el papel principal, el del Inspector Clouseau, había sido contratado en actor Peter Ustinov, que en el último segundo lo rechazó. Este hecho resultó un auténtico desastre para los productores al punto de que los bancos y la compañía de seguros empezaron a ponerse nerviosos. No se sabe quién fue el que pensó en el actor británico Peter Sellers, que aceptó el papel. Llegó a Roma un viernes y el lunes ya se había metido en el roll del inspector, lo que dice mucho de su profesionalismo.  

Cuando se terminó el rodaje, Blake Edwards volvió a su país para editar la película. Al cabo de unos días le llamó a Mancini para comentarle que la película iba a comenzar con unos dibujos animados que mostrarían los créditos. David DePatie y a Friz Freleng fueron contratados para que se ocuparan de la animación. 
Y esto es lo que ocurrió: Yo estaba muy familiarizado con el guion y había visto a David Niven actuar – a última hora él era el “Fantasma”, el verdadero ladrón – y tenía un maravilloso papel. Él era agradable, sofisticado y con mucha clase. Pensando en él compuse una canción para el score a la que titulé Jimmy Valentine.  
DePatie y Freleng vinieron verme y me comentaron que necesitaban música para poder aplicarla a sus dibujos animados. Yo les dije: “Bien, muchachos no creo que tenga más música para enseñaros. No tengo una pieza lo suficientemente larga para vuestra animación y, además, no sé la cantidad de créditos que habrá. Cuando tengáis todo terminado ya compondré la música”. 
Cuando los dibujantes terminaron su trabajo se lo enseñaron Mancini: “Me di cuenta de que el tema que había escrito para David Niven era perfecto para los créditos iniciales y para la estética del dibujo que habían creado y que daba vida a la pequeña pantera rosa. Y se convirtió en The Pink Panther Theme”. 

El 9 de abril de 1963, Quincy Jones grabó un álbum al que tituló Strike up the band. Uno de sus cortes fue The Pink Panther Theme. 

Henry Mancini fue nominado 18 veces a los premios Oscar. Ganó 4. A los premios Grammy 72. Ganó 20. 
Escribió la banda sonora de un centenar de películas y el tema principal de 23 series de televisión.  
¡No está nada mal! 

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