La Censura vs. Cole Porter

Joseph I, Breen & John Cantwell
Cole Porter
Linda Lee Thomas
Ada «Bricktop» Smith
Kathryn Crawford
Fotógrafo: Brassaï – 1932
Elisabeth Welch
Cole Porter
Vivian Green
La Censura vs. Cole Porter

Durante los años 20 y 30 del siglo pasado la censura fue implacable con todo tipo de espectáculo en los U.S.A.  El censor Joseph I. Breen y el obispo católico John Cantwell, al frente de su Legión de la Decencia, se convirtieron en dos de los personajes más influyentes que utilizaron todas sus armas, y estas fueron muchas, para que desapareciera del universo del entretenimiento todo aquello que podía perturbar la moral o las buenas costumbres que debían estar presentes en la sociedad norteamericana. Los espectadores fueron tratados como niños a los que había que educar sobre la sexualidad, la violencia, el alcohol, las drogas… dejando patente cuáles eran las correctas conductas sociales. Para ello ejercieron su poder sobre todo aquello relacionado con el “show business”: los guiones, los personajes, las letras de las canciones, el vestuario…

Cole Porter nació en Peru, Indiana, el 9 de junio de 1891. Su padre, Sam, fue dependiente de una droguería y su madre, Kate, hija de un magnate. Cole manifestó muy pronto su vocación musical ya que empezó a estudiar violín y piano a los seis años. Su millonario abuelo intervino y le mandaron a las universidades de Yale y Harvard para que se convirtiera en un buen abogado.
Su paso por tan ilustres universidades le sirvió para componer un par de cientos de canciones, algunas de ellas como himnos de equipos deportivos. Una de ellas titulada “Bingo Eli Yale” escrita para el equipo de rugby todavía se canta. También puso en escena varias obras musicales. Sin embargo, le quedó tiempo para estudiar ya que se graduó en Yale en 1913. De los 292 alumnos que consiguieron el título Cole fue uno de los 69 que no pertenecía a ninguna confesión religiosa. Su ateísmo es una de sus señas de identidad y lo mantuvo hasta su fallecimiento.

En el año 1918 Cole Porter conoció en una fiesta de la “jet set parisina” a la norteamericana Linda Lee Thomas, una rica divorciada quince años mayor que él. El 18 de diciembre de 1919 contrajeron matrimonio en París y la persona que los casó podría haber dicho: “Yo os declaro amigos hasta que la muerte os separe”. Este matrimonio fue lo más parecido a uno de conveniencia ya que Cole era homosexual y con esta unión pudo mantener la fachada de heterosexual que la hipócrita jet set le demandaba. Linda estaba al cabo de la calle de la sexualidad de su marido e incluso le aconsejaba si veía que alguno de sus amigos íntimos no era trigo limpio. Cole y Linda estuvieron 35 años juntos y su separación se produjo cuando ella falleció en 1954.

Varias de las canciones que compuso Cole Porter estuvieron dedicadas a sus amantes y la censura no le iba a permitir que sus letras relataran una relación homosexual, así que jugó con una intencionada indefinición. Escribió letras andróginas donde estaban presentes el “tú” y el “yo” y dejaba a la imaginación del oyente decidir si el “tú” era masculino o femenino y lo mismo con el “yo”.

Uno de los amigos más querido por Cole fue el arquitecto Ed Tauch. A él le dedicó la canción “In the still of the night” (En la quietud de la noche). Este tema formó parte de la banda sonora de la película titulada “Rosalie” de 1937.
“En la quietud de la noche / yo recuerdo / aquella noche de mayo / las estrellas brillaban allí arriba / yo rezaré con la esperanza / de merecer / tu precioso amor”.

Porter le dedicó la canción “You’d be so nice to come home to” (Sería tan bonito que regresaras a casa) al coreógrafo y bailarín norteamericano Nelson Barclift. Fue escrita para la película “Something to shout about” de 1942 y estuvo nominada al Oscar como mejor canción de película”.
“Sería tan bonito que regresaras a casa / Sería tan bonito como un buen fuego / mientras la brisa en las alturas cantaba una canción de cuna / Tú serías todo lo que yo podría desear”.

El poeta y escritor de libretos ruso Boris Kochno fue un personaje importante en la vida sentimental de Cole Porter. Le dedicó la canción titulada “Dream-dancing” que formó parte de la banda sonora de la película de 1941 titulada “You’ll never get rich”.
Sueño que estoy bailando / Qué inesperada suerte / Tocándote, agarrándote / Durante toda la noche / Así que dime que me amas, cariño / Y déjame hacer mi parte / Sueño que estoy bailando / En el paraíso de las piruetas / Sueño que estoy bailando contigo.

Cole Porter tuvo que eliminar o cambiar parte de las letras de algunas de sus canciones por imperativo de los censores.
El 12 de marzo de 1935 se estrenó en el Imperial Theatre el musical “Jubilee” con música y letra de Cole Porter. La canción más famosa de la obra es “Beguin the Beguine”. Su letra contenía la frase “Y de repente conocimos la dulzura del pecado” que tuvo que cambiarse por “Y de repente conocimos en qué clase de cielo nos encontrábamos”.

En el año 1936 se estrenó la película musical titulada “Born to dance” protagonizada por Eleanor Powell y James Stewart. En una escena ambos actores interpretaban el tema de Porter titulado “Easy to love”. Su letra original contenía estas frases: “Es tan dulce despertarte a tu lado / Tan delicioso sentarse contigo delante de los huevos con bacon” que no les gustó a los censores y se tuvo que cambiar por: “La espera es tan agradable / tan estupenda que consigue que todas las luces de la casa estén brillando”.

Ethel Merman y Bing Crosby fueron los protagonistas de la película “Anything Goes” de 1936 que está basada en el musical de 1934 con el mismo título. Todas las canciones son de Cole Porter. Una de ellas se titula “I get a kick out of  you” (Tú me das un subidón). En un momento la letra dice así: “A algunos les pone la cocaína / Yo estoy seguro que si esnifo un poco / Me aburriré soberanamente / Sí, solo tú me das un subidón”. La censura le obligó a Porter a eliminar la palabra cocaína. Les propuso cambiarla por: “Algo como los perfumes de España”. Tampoco les gustó. La siguiente propuesta fue: “Algo como un estribillo ‘bop’”. Nuevamente se la denegaron. Al final cambió cocaína por “Guerlain”. Los censores estuvieron de acuerdo, lo que es curioso ya que Guerlain también es una marca de perfume. Hoy en día los cantantes utilizan la palabra cocaína.

Una de las pocas canciones compuestas por Porter que en su título lleva un nombre de mujer es la titulada “Miss Otis Regrets” (La señorita Otis lamenta). Su letra relata una historia melodramática algo que no era nada frecuente en los años treinta. La señorita Otis es seducida y luego abandonada por su amante. Lejos de quedarse llorando va en su busca y cuando le encuentra le mata a tiros. Es arrestada, convicta, enviada a prisión y finalmente linchada.
Si alguien pensara que una historia truculenta como esa iba a tener problemas con la censura estaría totalmente equivocado, ya que cumplía a rajatabla con uno de los preceptos intocables de los censores: el criminal nunca gana. Un guionista o letrista podía crear un personaje que robaba, mataba, azotaba a la criada, se acostaba con cualquiera o estafaba, pero si al final moría, si lo mataba de la forma que fuera, nunca tendría problemas con la censura.
Los biógrafos de Porter están de acuerdo en que el origen del tema “Miss Otis Regrets” se remonta a una conversación entre él y su amigo el actor radiofónico, teatral, cinematográfico y televisivo Monty Wooly. El compositor estaba alardeando delante de su amigo de que podía escribir una canción sobre cualquier tema. Wooly le dio el título de Miss Otis regrets y le exhortó a que escribiera una canción.
Donde existen discrepancias es a quién se la dedicó.
Ada “Bricktop” Smith fue una bailarina, cantante de jazz norteamericana que abrió el nightclub Chez Bricktop en Paris en 1924 y lo mantuvo abierto hasta 1961. Cole Porter fue un asiduo del local desde que abrió sus puertas y llegaron a convertirse en grandes amigos. Un día de 1934 Porter entró y le dijo a Ada: “Brick he compuesto una canción para ti” y le dio la partitura de “Miss Otis Regrets”.
Otros biógrafos aseguran que Porter escribió “Miss Otis Regrets” como una broma destinada a su amiga Elsa Maxwell que fue una periodista especializada en chismes y cotilleos de la alta sociedad neoyorquina y famosa también por organizar grandes fiestas en el Waldorf Astoria para la realeza y la élite social.

Y ahora vamos con La Joya de la Corona la canción titulada “Love for sale” (Vendo amor).

El 8 de diciembre de 1930 era la fecha elegida para que el telón del B. S. Moss’s Broadway Theatre se levantase por primera vez para que el público pudiera presenciar la representación de la revista musical titulada “The New Yorkers” con música de Cole Porter.
La puesta en escena del musical no había empezado con buen pie para Porter. Un día, durante los ensayos y a pocas semanas del estreno, se presentaron los productores de la obra y le obligaron a que retirara una de sus canciones. Se trataba de la titulada “The poor rich”. La letra era una sátira sobre los problemas que estaba causando La Gran Depresión en la alta sociedad neoyorquina y los mandamases pensaron que la ciudad no estaba preparada para que nadie se tomase a guasa cuestiones de dinero.

Llegó el 8 de diciembre y el telón del teatro se levantó y se bajó. El público asistente despidió la obra con grandes aplausos y todos los responsables de la misma respiraron tranquilos.
Al día siguiente, Cole Porter nada más levantarse, leyó los periódicos para conocer las diversas opiniones de los críticos sobre “The New Yorkers”. La sorpresa que se llevó fue mayúscula ya que todos y cada uno de ellos consideraba que la letra de una de sus canciones era obscena, inmoral, grosera, abominable y propia de los ambientes más sórdidos de la sociedad. En consecuencia, había que eliminarla inmediatamente del musical. El tema en cuestión era “Love for sale”.
Su puesta en escena representaba a una dama de la alta sociedad que soñaba que se convertía en una prostituta, papel que le fue asignado a la cantante blanca Kathryn Crawford. La letra que Cole Porter escribió para describir ese juego entre la realidad y la ficción que acontece en la mente de una mujer adinerada decía lo siguiente:

Cuando lo único que se oye en la calle vacía / es el paso fuerte de los fuertes pies / de un poli solitario / yo abro la tienda.
Cuando la luna ha permanecido mirando tanto tiempo / las calles perdidas de esta ciudad perdida / que su sonrisa se convierte en una mueca / yo voy a trabajar.
Vendo amor / vendo amor joven y apetecible / amor que es fresco y que está aún sin estropear / Amor que está un poco sucio / Vendo amor / ¿Quién lo comprará? / ¿Quién querría probar mi producto? / ¿Quién está preparado para pagar el precio / de un viaje al paraíso? / Vendo amor / Deja a un lado la pipa de amor de los poetas / con su infantil percepción / Yo conozco todo tipo de amor / mucho mejor que ellos / Si buscas la emoción del amor / yo he practicado todo tipo de amor / amor viejo, amor nuevo / toda clase de amor menos el verdadero.
Vendo amor joven y apetecible / si tú quieres probar mi mercancía / sígueme y sube las escaleras / Vendo amor / Vendo amor.

Los máximos responsables del musical “The New Yorkers” pensaron que con una publicidad tan negativa se iba a resentir la taquilla por lo que decidieron reunirse con Cole Porter y con los periodistas para tratar de salvar de la quema a la canción “Love for sale”. Le exigieron al compositor que cambiara totalmente la letra, a lo que él se opuso con argumentos como:
No sé cómo tú, el gran productor E. Ray Goetz, o tú, el magnífico director de revista Monty Woolley os plegáis, como indefensas mujerzuelas, a esos tipos de la prensa que lo único que hacen es menospreciar el intelecto de este país y hacerlo retroceder 50 años.
Se puede escribir un libro sobre una puta. Se puede pintar un cuadro de una puta. ¿Por qué no se puede componer una canción sobre una puta? ¿Por qué?”.
Cuando parecía que “Love for sale” estaba irremediablemente condenada a desaparecer de los escenarios, alguien propuso un cambio que quizás solucionaría todos los problemas: ¿Qué pasaría si el tema, en vez de cantarlo una mujer blanca, lo hiciera una chica negra con un cambio de escenificación?
En un visto y no visto todos los obstáculos desaparecieron. Los productores y los periodistas no vieron ningún inconveniente en que una negra se convirtiera en una puta, el sueño americano seguiría intacto.
De esta manera la cantante, Kathryn Crawford, interpretó solamente una vez el tema “Love for sale”, el día del estreno, ya que a partir de ahí se lo adjudicaron a la “colored” cantante, Elizabeth Welch, que aceptó encantada. (Elizabeth Welch fue la cantante y actriz que interpretó por primera vez “The Charleston” en el musical “Runnin’ Wild”. Ver mi artículo “James P. Johnson: The Charleston & The Stride-Piano”.

Los censores, que todavía no habían intervenido, aunque estuvieron de acuerdo con el cambio “blanca-negra” se acogieron a las normas de la “The Radio Act” de 1927 que según la sección 29 se podía prohibir la emisión de una canción si esta era “obscena, indecente o profanaba el lenguaje” por lo que “Love for sale” fue castigada sin salir por las ondas durante cuatro o cinco años.
Supongo que los censores también fueron conscientes de que no es fácil distinguir el color de piel de la cantante o del cantante escuchando su voz por la radio.

Cole Porter murió el 15 de octubre en Santa Monica Hospital a los 73 años. Está enterrado en la ciudad de Peru en el cementerio Mount Hope entre las tumbas de Linda y de su padre.
Su íntimo amigo Robert Raison se encontraba junto a su cama en el hospital cuando Cole expiró y relató que sus últimas palabras fueron: “No sé cómo lo he hecho”.

Para el musical Can-Can de 1953 Cole Porter escribió la canción “Live and let live” (Vive y deja vivir) que la podemos calificar como una declaración de sus posicionamientos ante la cotidianidad de la vida:

Vive y deja vivir, sé y deja ser / Oye y deja que oigan, mira y deja mirar / Canta y deja cantar, baila y deja bailar / A mí me gusta Offenbach, a ti no / Y qué más da, y qué más da, y qué más da / Lee y deja leer, escribe y deja escribir / Ama y deja que amen, cría y deja criar / Vive y deja vivir y recuerda bien esta frase: / Tus “negocios” son tus “negocios” y mis “negocios” son míos.
Vive y deja vivir, sé y deja ser / Oye y deja que oigan, mira y deja mirar / Bebe y deja beber, come y deja comer / A ti te gusta la bouillabaise, a mí no / Y qué más da, y qué más da, y qué más da / Reza y deja que recen, vete y deja que se vayan / Vístete y deja que se vistan, desnúdate y deja que se desnuden / Vive y deja vivir y recuerda bien esta frase: / Tus “negocios” son tus “negocios” y mis “negocios” son míos.
Vive y deja vivir, sé y deja ser / Oye y deja que oigan, mira y deja mirar / Esculpe y deja esculpir, pinta y deja pintar / Me gusta el color lavanda, a ti el azul / Y qué más da, y qué más da, y qué más da / Alégrate y deja que se alegren, calla y deja que se callen / Liga y deja que liguen, exige y deja que exijan / Vive y deja vivir y repite ahora y siempre: “Tes affair-es sont tes affair-es et mes affair-es sont-les miennes.» (En francés en el original: Tus “negocios” son tus “negocios” y mis “negocios” son míos.)

Os propongo escuchar la canción “Love for sale” por la cantante Vivian Green que la interpreta en el biopic de Cole Porter titulado “De-Lovely” de 2004. La escena nos trasporta a un club que es frecuentado por homosexuales y donde el amor está en venta.

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