Desde el lunes 4 de mayo en Tomajazz vamos a poder realizar un recorrido musical de más de un siglo por medio del podcast La Odisea de la Música Afroamericana, un programa presentado, producido y realizado por Luis Escalante Ozalla. Pachi Tapiz habló con el responsable de este programa de radio, quien realizó una presentación de este programa, así como de los proyectos (entre otros un nuevo libro) en los que está involucrado.
PACHI TAPIZ: ¿Qué se van a encontrar los oyentes en La Odisea de la Música Afroamericana?
LUIS ESCALANTE: La Odisea de la Música Afroamericana es un programa de radio de, aproximadamente, uno hora de duración que produje para EiTB Radio (una de las emisoras del ente de radio-televisión vasco) y que se empezó a emitir en el primer trimestre del año 2002, y que estuvo en antena durante unos treinta meses, con una periodicidad de dos días a la semana. En el año 2006, se volvió a emitir diariamente.
PACHI TAPIZ: ¿Cuántos programas componen esta saga musical y cultural?
LUIS ESCALANTE: La Odisea de la Música Afroamericana está compuesta por 258 programas (que yo denomino capítulos), y la podríamos dividir en cuatro grandes bloques.
El primero de ellos (Capítulos 1 al 29) comienza con una exposición de cómo fueron los primeros cánticos que interpretaron los esclavos negros en América para continuar con el período que se conoce como el del Jazz Clásico, es decir, hasta aproximadamente 1930.
El segundo (Capítulos 30 a 92) se centra en la Epoca del Swing, llegando hasta el año 1945.
El tercer bloque (Capítulos 93 a 128) está dedicado a los grandes compositores de la Música Norteamericana y que se les conoce como pertenecientes al Tin Pan Alley. En otras palabras, a esos músicos que hicieron posible lo que hoy conocemos como los standards de la Música de los USA.
El último bloque (Capítulos 128 a 258) se ocupa del Jazz Moderno. Comienza con el Be Bop en 1945 y termina con Free Jazz en la década de los sesenta.
Aunque La Odisea de la Música Afroamericana se dedica, sobre todo, al jazz también le presta una atención preferente al blues y al góspel, según la ocasión lo requiere.
PACHI TAPIZ:¿Qué es lo que buscabas cuando te lanzaste a crear este proyecto?
LUIS ESCALANTE: Mi objetivo fue atraer al oyente que no era un entendido en jazz, que sabía de su existencia, pero que no le prestaba suficiente atención. De hecho en el dossier que entregué para presentar el programa a los dirigentes de la emisora escribí lo siguiente y cito:
“He titulado al programa “La Odisea de la Música Afroamericana”, también se podría haber llamado “Musicología del Jazz”, “Origen y Desarrollo de la Música Afroamericana”, o cualquier otra denominación que indicara que no solo se trata de un programa radiofónico que se limita a nombrar al músico o músicos de turno, título de la canción y poco más, sino que su función es la de enseñar como si se tratase de una asignatura que hay que aprobar al final de curso. La música estará siempre presente, pero el programa pretende llegar más lejos; quiere que el oyente comprenda cuál es su origen, qué factores intervinieron para que se produjera, cómo y porqué va evolucionando, qué le hizo ser diferente, musicalmente hablando, de la que hasta entonces se conocía”.
Este argumento convenció, al menos, a los directivos, ya que emitieron el programa.
PACHI TAPIZ:¿Cuál fue la reacción de los oyentes?
LUIS ESCALANTE: Nunca supe la audiencia del programa, pero si lo repitieron al cabo de unos meses, supongo que un par o tres de oyentes ya había. De todas maneras eso es agua pasada. Ahora lo que realmente me encantaría conocer es la opinión de todos los amigos de TomaJazz. También debo decir que escribí La Odisea de la Música Afroamericana hace trece años y de ahí a esta parte, aparte de nuevas publicaciones, ha aparecido una ingente documentación sonora y escrita sobre el jazz (en Internet) que ojala hubiese estado a mi alcance en aquel tiempo, por lo que soy consciente de que algún que otro comentario que realicé en su día, en el programa, es hoy manifiestamente mejorable.
PACHI TAPIZ: Además de este monumental proyecto, has estado y estás involucrado en otros relacionados con la difusión del jazz. Hace unos pocos años publicaste el libro, Y se hace música al andar… con swing. En él realizas un recorrido por el jazz, que incide especialmente en sus orígenes y primeras décadas, aunque está salpicado por referencias actuales. Si no estoy equivocado, estás enfrascado en un nuevo proyecto. ¿Nos puedes adelantar sobre qué versará?
LUIS ESCALANTE: Para escribir los guiones de La Odisea de la Música Afroamericana necesité informarme bastante sobre el tema en cuestión y eso significó que poco a poco empecé a disponer de una documentación que bien podría convertirse en un libro, y eso me animó a escribirlo. Le puse el titulo de, Y se hace música al andar con swing. Lo auto-edité en Amazon como un libro, Kindle, justamente ahora hace tres años, en marzo de 2012. Esta obra también trata de la historia del jazz, pero en este caso la mezclo con los aspectos sociales específicos de la sociedad Norteamericana.
Ahora estoy inmerso en un nuevo libro que está centrado exclusivamente en esa ciudad tan especial y única que es Nueva Orleans, desde su fundación, a principios del siglo XVIII, hasta el año 1917. Recojo tres aspectos fundamentales que sirven para conocer su idiosincrasia, su música, que la podríamos definir como pre-jazz; todos los problemas de convivencia que surgieron, y fueron muchos, por la mezcla de razas y por último las condiciones que se dieron para que la villa se convirtiera en la más pecaminosa y permisiva en el negocio del sexo de todos los USA. Todavía tengo para un buen rato.
PACHI TAPIZ: Cifu nos ha dejado no hace mucho. Como difusor del jazz radiofónico, ¿qué ha supuesto Cifu para ti?
LUIS ESCALANTE: Debo confesar que el Festival de Jazz de San Sebastián fue el que logró que me interesara por aquella “música de negros” a la que llamaban, Jazz, y estoy hablando del año 1966. También debo confesar que mi adolescencia y parte de mi juventud discurrió en la década de los sesenta y fui, y sigo siendo, un incondicional de la música pop que se desarrolló por aquel entonces, además de tener la suerte de estar allí. Todavía me emociono si escucho alguna de esas canciones que evocan inolvidables momentos de aquellos años.
Hacia la mitad de los setenta fue desapareciendo mi interés por la música pop y el jazz entró de lleno en mis inquietudes musicales y ahí sigue. Este hecho hizo que conociera al gran “Cifu” gracias, sobre todo, a sus programas en Radio Clásica y Radio 3. Pero lo que me pareció milagroso fue que consiguiera emitir un programa de jazz, ¡¡¡¡¡de jazz!!!!! en TVE y mantenerlo en antena durante casi ocho años, durante la década de los ochenta. En una época no muy lejana a esa, alguno de sus máximos mandatarios quiso quemar todos los discos de jazz que existían en España (y este hecho es rigurosamente histórico). ¡CHAPEAU! al gran “Cifu”. Creo que no me perdí ninguno de sus programas. Fue un gran comunicador del jazz, posiblemente el mejor que haya habido por estos lares, y una de las razones para situarle en el alto del podio es que todos nos dábamos cuenta de que no podía disimular, aunque lo hubiese querido, ese profundo amor y cariño que sintió por el JAZZ durante toda su vida y que trató, con suma elegancia, de transmitírnoslo.
Entrevista: © Pachi Tapiz, 2015 de TomaJazz
Fotografía: © Luis Escalante Ozalla, 2015