Negros Espirituales & Canciones Gospel

Primera Iglesia Baptista Negra en Savannah – 1794
Richard Allen
Ceremonia de Campo Blanca
Ceremonia de Campo Negra
Fisk University
The Fisk Jubilee Singers – Cerca de 1881
Save Gospel Choir
Thomas A. Dorsey
Professor Bradford Choir en The Abyssinian Baptist Church in Newwark, New Jersey 1960 – Fotógrafo: William Claxton
Mahalia Jackson – 1960 – Fotógrafo: William Claxton
Ed Sullivan Show «Toast of the Town»
Mahalia Jackson
Mahalia Jackcon – 1961 – Paris. Foto: Jean-Pierre Leloir
Negros Espirituales & Canciones Gospel

El credo y los ritos de la Iglesia Baptista se convirtieron en los primeros que fueron aceptados por una gran parte de la población afroamericana ya que se adaptaban en gran medida a sus necesidades espirituales. Uno de los primeros negros que obtuvo el permiso para poder predicar a los de su raza fue el esclavo de un diácono baptista de nombre George Leile (1751 – ¿?).
La Primera Iglesia Baptista Negra se organizó el día 20 de enero de 1788 en un granero a tres millas de la ciudad de Savannah por el Rev. Abraham Marshall (blanco), Jesse Peter, Andrew Bryan y Ana Bryan (negros). Alrededor de estos cuatro cristianos se formó el núcleo de la congregación baptista que se extendió por todo el territorio del estado de Georgia, convirtiéndose, además, en la primera afroamericana.
Otro personaje importante en la historia de la Iglesia Negra de los E.E.U.U.  lleva el nombre de Richard Allen. Nació como esclavo en la ciudad de Germantown, en el estado de Pennsylvania. Su conversión al cristianismo se produjo a una temprana edad, incorporándose a la Iglesia Metodista. Compró su libertad y la de su familia gracias a la ayuda que le prestó el movimiento político conocido como American Revolution, formado por personas que se unieron con el propósito de conseguir la independencia de Norteamérica, algo que consiguieron en el año 1783.
Richard Allen fundó La Iglesia Episcopal Metodista Africana en 1816, como respuesta a los continuos actos de segregación racial por parte de las iglesias blancas de las que se escindió completamente.
El reverendo Richard Allen sabedor de que la música está presente en todos y cada uno de los actos de su pueblo, la primera tarea que se impuso fue reunir en un sólo libro los himnos favoritos de las congregaciones negras. Esta recopilación fue el fruto de sus largos años de pastor itinerante en los que entró en contacto, bien de forma oral o bien escrita, con gran cantidad de himnos metodistas y baptistas, amén del estudio de otros himnarios que pudieron caer en sus manos. También es de suponer que entre todos estos poemas religiosos algunos de ellos fueran escritos por él mismo, ya que en ningún caso aparecen los autores de los mismos.
A este compendio le dio el título de “A Collection of Spiritual Songs and Hymns Selected from Various Authors by Richard Allen, African Minister” y lo editó en el año 1801.
Este repertorio de canciones religiosas lo interpretaron los afroamericanos durante muchos años en lo que se conoce como Ceremonias de Campo (Camp Meetings).

Las Ceremonias de Campo vivieron su apogeo entre los años 1780 y 1830. En ellas se concentraban juntas, pero no revueltas, miles de personas blancas y negras en los campos o en los bosques para participar en una serie de oficios religiosos continuos que podían durar hasta una semana y en los que se implicaban la totalidad de las confesiones protestantes.
Existieron cantidad de visitantes a estas reuniones religiosas que en sus diarios reflejaron lo que allí sucedió.
Un testimonio se lo debemos a Fredrika Bremer que participó en un “camp meeting” a principios de 1800 que se desarrolló en un bosque a ochenta millas de la ciudad de Charleston en Carolina del Sur: “Al amanecer el sonido de una alarma fue la señal para que todos nos levantásemos. A las cinco y media yo ya estaba vestida y lista. Los himnos de los negros, que habían continuado durante toda la noche, se escuchaban por todas partes. Los himnos eran maravillosos y se cantaban llenos de fervor. Su talento musical era evidente. La mayoría de los negros estaba dotada de una voz pura y hermosa. Ellos poseen la misma facilidad para cantar que nosotros los blancos para hablar. No creo que exista nada más sublime para los negros que estas ceremonias de campo religiosas”.
La comunidad negra tenía por costumbre despedirse de La Ceremonia de Campo realizando una marcha alrededor de la zona donde esta había tenido lugar (Ring Shout). Al ir desplazándose por sus límites ejecutaban una especie de baile tradicional que lo podríamos denominar “de paso arrastrado” (Shuffle).

Alrededor del año 1820 ya se había convertido en una práctica habitual que los negros organizaran sus propias ceremonias de campo. Para ellas compusieron libremente la música que ellos deseaban interpretar sin tener que rendir cuentas a nadie. De esta manera los himnos y salmos oficiales pasaron a un segundo lugar y unas nuevas melodías hicieron su aparición. En este nuevo cancionero religioso se recogieron tanto las experiencias cotidianas como los conceptos bíblicos, y la música resultante fue una fusión de la herencia africana con la música religiosa de origen europeo. A estos nuevos cantos diferenciadores se les empezó a denominar “espirituales”.
Es evidente que estos espirituales, en sus comienzos, sólo se interpretaron en las iglesias negras y en las ceremonias de campo por lo que, a mitad del siglo XIX, eran prácticamente desconocidos por la gran mayoría blanca del país.
Se conoce la existencia de aproximadamente 6.000 espirituales sin embargo dado que a los esclavos se les prohibía aprender a leer y a escribir la cifra real es desconocida.

En el año 1866 se fundó en la ciudad de Nashville, Tennessee la Universidad Fisk, que se convirtió en la primera creada, principalmente, para estudiantes negros. Sus promotores fueron John Ogden, y los reverendos Erastus Milo Cravath y Edgard P. Smith que la bautizaron con ese nombre en honor del General Clinton B. Fisk, presidente de la agencia federal que se ocupaba de ayudar a los refugiados de la guerra civil en el estado de Tenneessee y conocida con el nombre de Freedmen’s Bureau.
El cargo de tesorero de la universidad recayó en el profesor George L. White, que aparte de sus labores administrativas, impartió clases de música. Quizás presionado por sus alumnos o por propia voluntad, George L. White, accedió a que los estudiantes cultivaran su propia música, aparte del repertorio habitual de música clásica. De este modo la música religiosa negra se coló en la universidad y el propio profesor se ocupó de formar un coro de once miembros, al que añadió una pianista, con la finalidad de llevar a los espirituales a las más altas cotas artísticas.
En el año 1870 el coro ya estaba preparado y listo para poder ofrecer excelentes recitales de canciones espirituales, entremezclándolas con algún que otro tema popular. George L. White bautizó al grupo vocal con el nombre de The Fisk Jubilee Singers  y comenzaron su andadura musical dando pequeños conciertos en los pueblos de los alrededores. El éxito les acompañó desde el primer momento, aunque necesitaron convencer al público asistente de que en su espectáculo no tenía cabida el baile, ni los chistes, ni las canciones graciosas y pegadizas, sino que la seriedad y la profesionalidad iban a presidir toda la actuación. El respetable, hasta ese momento, sólo había visto a los negros participar en papeles más o menos grotescos en los “minstrels” y estos estudiantes, que formaron The Fisk Jubilee Singers, mostraron al público una nueva semblanza del negro radicalmente diferente a la que estaba acostumbrado. El gran reto del grupo radicaba en que esa nueva imagen fuese admitida por el público blanco ya que ese rol hasta ese momento había sido exclusivo de los artistas blancos.
Para el año 1872 The Fisk Jubilee Singers ya se había convertido en un grupo reconocido y respetado por la audiencia norteamericana, gracias a sus giras por todo el país, llegando a poblaciones donde jamás se habían escuchado los espirituales. Durante siete años recorrieron su país de punta a punta y, también, realizaron giras por los principales estados europeos, recaudando la bonita suma de 150.000 dólares que entregaron a la Universidad de Fisk para ayudar a la construcción de un nuevo edificio en el campus, que recibió el nombre de Jubilee Hall.
Canciones que interpretaron hace más de cien años The Fisk Jubilee Singers siguen estando de actualidad gracias a grupos vocales que mantienen encendida la llama de los espirituales. Temas como “Go down Moses”, “Roll Jordan Roll” o “Swing Low Sweet Chariot” se interpretan, hoy en día, en cualquier parte del planeta.

Os propongo escuchar a The Fisk Jubilee Singers en el espiritual “Sweet Low Sweet Chariot” que relata la ascensión al cielo del profeta Ezequiel en un carro de fuego. La grabación fue el 1 de diciembre de 1909. Personal: Alfred Garfield King, James Andrew Myers, Noah Walker Ryder, John Wesley, el resto desconocidos.

Finalizada la Guerra Civil y abolida ya la esclavitud una buena parte del colectivo negro quiso alejarse de todo aquello que podía recordarle los años trascurridos en cautividad, incluida su música. En sus iglesias empezaron a cantarse himnos similares a los de las iglesias protestantes blancas a los que dotaron de la síncopa, de las llamadas y respuestas y de las improvisaciones de la música africana. Los textos los sacaron de los Evangelios del Nuevo Testamento (Gospel es Evangelio en inglés).
La gran revolución de la “música gospel” llegó de la mano del músico de blues Thomas A. Dorsey (Georgia Tom) hacia la mitad de los años veinte.

Thomas A. Dorsey (1899-1993) nació en la Georgia rural. Viajó siendo un niño con su padre que era predicador baptista itinerante. Con once años su familia se trasladó a Atlanta y allí estableció contacto con importantes figuras del vodevil que le ayudaron en su formación musical. Cuando abandonó la ciudad era un experto pianista de baile.
Bajo el nombre artístico de “Georgia Tom” se hizo famoso interpretando blues hasta el año 1921 en el asistió a una reunión de la Convención Baptista y escuchó como el Rev. A.W. Nix electrificaba a la congregación con el himno “I do, don’t you”. En ese momento decidió convertirse en cantante y compositor de gospel y fue la primera persona que utilizó el término “gospel song” aunque tardó años en utilizarse en el lenguaje coloquial.
Hacia 1927 comenzó la venta ambulante de sus canciones por las iglesias del Sur y del Medio Oeste del país. Normalmente los pastores no le dejaban que las interpretase durante el culto, pero sí a la conclusión acompañándose al piano. Pocos años después creó un grupo vocal femenino como apoyo a su actuación. Esta fue la primera aparición en la historia de un grupo de gospel femenino. En 1931 organizó el primer coro gospel del mundo en la iglesia baptista de Ebenezer, Georgia y fundó ese mismo año La Asociación Coral Gospel de Chicago que se reunía anualmente para organizar talleres y era un escaparate para los cantantes. En 1932 fundó La Casa de Música Dorsey la primera editora de música fundada con el propósito de vender la música de compositores de gospel negros.
Con el paso de los años el gospel va evolucionando y se incorporan al piano, el bajo, la batería, la guitarra eléctrica, instrumentos de viento metal, etc.
La música gospel desde los años sesenta del siglo pasado tiene el mismo tratamiento en todos los sentidos que la música pop o el rock and roll.

La Reina del Gospel fue sin discusión Mahalia Jackson (1911-1972). Nació en la ciudad que vio nacer al jazz, Nueva Orleans. Siendo una adolescente su cantante favorita era Bessie Smith, se pegaba a la radio cada vez que la oía. Sin embargo se dio cuenta de que el blues carecía de la espiritualidad que ella necesitaba. Prefirió dar dos o cuatro palmadas que dar saltos y giros.
En los primeros treinta marchó a Chicago, pero los pastores de las iglesias no la admitieron ya que decían que su estilo de cantar era la de una vocalista de jazz ruidosa que quedaba ridícula vestida con los atuendos propios de una cantante del coro e incluso que bailaba un poco mientras hablaba con el Creador..
Durante los próximos treinta años Mahalia Jackson tuvo problemas en las iglesias, cantaba un día y no le permitían que continuara al siguiente. Había grabado discos, participado en programas de radio, pero seguía siendo una desconocida para el país. Llegó el año 1952 y por primera vez apareció en un programa de televisión, el Show de Ed Sullivan llamado “Toast of the Town”. La nación entera tuvo la oportunidad de verla. Ella parecía una reina embutida en su elegante traje coral y todo cambió.
En 1954 el sello Columbia la contrató siendo la primera cantante de gospel que lograba que una de las importantes discográficas le produjera sus discos. Vendió millones de copias para Columbia y fue invitada a participar en los principales programas musicales de la televisión.
El periodista Richard Kleinner comentó: “Mahalia Jackson era la favorita en algunos círculos, pero ahora ha cerrado el círculo. Su excelente estilo personal – ella usa la voz como un instrumento musical – ha sido copiado por muchos cantantes pop. Algunos críticos aseguran que el estilo de cantar de Johnny Ray, Frankie, Kay Starr o Sunny Gale es el resultado de las invenciones vocales de Mahalia”.  
Mahalia Jackson dejó este mundo en enero de 1972 a la edad de sesenta años, dejando un pequeño ejército de discípulos musicales incluyendo cantantes de jazz y de gospel, quizás la más conocida fue Aretha Franklin.

Os dejo aquí el video de la actuación de Mahalia Jackson en el show de Ed Sullivan “Toast of the Town”.

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