Shuffle Along: El Musical Que Cambió «El Color» De Broadway

«Negro Camp Meeting»
Metodista «Camp Meeting» – 1819
Flournoy Miller & Aubrey Lyles
Flournoy Miller & Aubrey Lyles
Noble Sissle, Eubie Blake, Flournoy Miller; Aubrey Lyles
Eubie Blake
Noble Sissle
Noble Sissle & Eubie Blake
Flournoy Miller, Noble Sissle, Eubie Blake, Aubrey Lyles
Noble Sissle & Eubie Blake
Noble Sissle con un grupo de coristas de «Shuffle Along»
Eubie Blake & Noble Sissle
La compañía «Shuffle Along» de gira. Foto tomada en Boston, frente al Selwyn Theatre
Shuffle Along: El Musical Que Cambió El «Color» De Broadway

 

Le llamaban “The Great White Way” (El Gran Camino Blanco) al recorrido sobre cualquier escenario de un teatro de Broadway, ya que este estaba iluminado por una profusión de bombillas blancas. Además, estas estaban en consonancia con el color de los actores y de la audiencia. En el año 1921, los musicales que se representaban en Broadway eran de dos tipos: operetas con una gran influencia europea o revistas del tipo “Florenz Ziegfeld” en las que el principal reclamo era la poca ropa con la que iban ataviadas la vedette y las coristas.
Todo esto iba a cambiar el 23 de mayo de 1921, que fue la fecha en la que se estrenó el musical “Shuffle Along” con el libreto, la música y un casting totalmente afroamericano. Podemos trazar una línea horizontal que delimita “el sonido Broadway” de antes y de después del año 1921.

“Shuffle Along” es una expresión que la podríamos traducir por “Arrastrando los pies”. Esas dos palabras no tienen, en principio un significado especial, podríamos calificarlas como un título más. Pero si nos sumergimos en la historia de los afroamericanos allí sí encontraremos un motivo específico, el cual se halla dentro de las llamadas “Camp Meetings”, para utilizar la palabra “Shuffle” en el título del musical.
Las Ceremonias de Campo, “Camp Meetings”, vivieron su apogeo entre los años 1780 y 1830. En ellas se concentraban juntas, pero no revueltas miles de personas blancas y negras en los campos o en los bosques para participar en una serie de oficios religiosos continuos que podían durar hasta una semana y en los que se implicaban la totalidad de las confesiones protestantes.
Existieron cantidad de visitantes a estas reuniones religiosas que en sus diarios reflejaron lo que allí sucedió, describiendo perfectamente los rituales, los sermones y los cánticos. De estos últimos y de una manera recurrente, hicieron hincapié en los interpretados por la comunidad negra, debido a su belleza, su exaltación religiosa y su duración. Así mismo, reflejaron los rasgos puramente africanos, como son la improvisación, las frases repetitivas de llamada y respuesta o el tradicional “baile” de “paso arrastrado” (shuffle), que se realizaba alrededor del campo (ring shout) como acto de despedida Esa coreografía, que no llegaba a ser un baile, fue uno de los primeros gambeteantes pasos realizados por los negros. Así pues, un guiño a Las Ceremonias de Campo se coló de forma sutil en los escenarios de Broadway.

El siguiente movimiento nos conduce a dos personajes afroamericanos de nombre Flournoy Miller y Aubrey Lyles.
El primero de ellos nació el 14 de abril de 1885 en Columbia, Tennessee dentro de una familia acomodada. Su padre, Lee, era el editor del periódico afroamericano de la ciudad. Su madre, Mary, era trabajadora social y maestra. Flournoy ingresó en la Fisk University – la primera gran universidad para estudiantes negros fundada en 1886 – para conseguir un doctorado en medicina. Todos esos planes se evaporaron cuando conoció a un carismático estudiante perteneciente a la alta sociedad negra de nombre Aubrey Lyles. Este joven había ingresado en la universidad para convertirse en pastor Episcopal, aunque en su fuero interno siempre estaban presentes sus aspiraciones de llegar a ser un gran artista del entretenimiento.
Flournoy y Aubrey formaron un dúo cómico actuando en el campus universitario, así como en locales de los alrededores. El número principal de su show consistía en una parodia de un combate de boxeo. Los primeros $300,00 que ganaron con estas performances los donaron a la universidad para la construcción de un nuevo edificio en el campus.

Una vez que ambos dejaron la universidad se percataron de que la fama y la fortuna no se obtiene fácilmente en el mundo del show business. Su primer trabajo lo consiguieron en el “John Robinson’s Circus, que permaneció activo desde 1842 hasta 1911. Cuatro generaciones de “John Robinsons” fueron sus propietarios durante esos 69 años.

Cuando el circo llegó a Chicago en el año 1905, Flournoy y Aubrey conocieron a Robert T. Motts. Este personaje había decidido en 1901 realizar una contribución a su raza construyendo un local donde los artistas negros del entretenimiento pudieran exhibir su destreza y talento. Para ello renovó totalmente el “saloon” y restaurante Pekin, del que era propietario, y erigió el “Pekin Theatre” que se convirtió en el primero de los EE.UU. cuyo propietario era un afroamericano. Desde 1904 a 1915, por sus escenarios desfilaron únicamente artistas negros convirtiéndose en su plataforma de lanzamiento para muchos de ellos.

Flournoy y Aubrey aprovecharon al máximo sus actuaciones en el “Pekin Theatre” sobre todo a partir de un número al que llamaron “The Mayor of Dixie”. Con la aureola que les proporcionó su estancia en Chicago, el dúo no tuvo el más mínimo problema para ser contratado por las mejores compañías de vodevil y participar en los circuitos que recorrían el país.
Llegamos al año 1920 y Flournoy y Aubrey se encontraban en Philadelphia con su compañía de vodevil cuando les invitaron a participar en una gala en beneficio de la NAACP (National Association for the Advancement of Colores People) en el Dunbar Theatre. Les pareció una buena idea, sobre todo porque iban a conocer a otros artistas del vodevil, ya que durante las giras no tenían la oportunidad de hacerlo. Y de esta manera, Flournoy y Aubrey tuvieron la ocasión de ver la actuación de “The Dixie Duo” formado por Eubie Blake y Noble Sissle.

Aubrey Lyles pensaba que el único camino posible para los artistas del entretenimiento afroamericanos de acceder con dignidad a los teatros para blancos era a través de una comedia musical. Después de escuchar Lyles las canciones que interpretaron Blake y Sissle, tanto a él como a su compañero nos les quedó la menor duda de que esos dos músicos eran los que necesitaban para hacer realidad su sueño, largamente esperado, de poder estrenar una obra en Broadway.
Flournoy y Aubrey les expusieron a Blake y Sissle su idea de producir un musical escrito, dirigido, y gestionado por los cuatro hombres y con un casting totalmente afroamericano. Se pusieron de acuerdo y este es el arranque del musical “Shuffle Along”.

Eubie Blake nació como James Hubert Blake en Baltimore, Maryland, el 7 de febrero de 1883. Con seis años ya conocía los secretos del órgano y su primer trabajo pagado fue a los 15 tocando el piano para divertir al personal en un burdel. Su debut sobre un escenario como profesional lo realizó en un “medicine show” en Pennsylvania con 18 años.
En 1905, Blake se desplazó a Nueva York para tratar de vender la primera canción que había compuesto y que había titulado “Sounds of Africa”. Se hizo acompañar por un peso pesado de los compositores negros, Will Marion Cook, y la consiguió vender por $100,00. Sin embargo, la editorial no la publicó hasta 1919, además cambiándole el titulo por el de “Charleston Rag”.

Noble Sissle nació en Indianapolis, Indiana, el 10 de julio de 1889. Su primer interés por la música le vino a través de su padre, ministro de la iglesia y organista. Cuando Noble tenía 17 años, los Sissles se desplazaron Cleveland donde su hijo se graduó en la “high school”. Terminados sus estudios con 21, Noble formó parte del cuarteto vocal de gospel “Edward Thomas Male Quartet” desplazándose por el Midwest en los circuitos del vodevil.
A principios de 1915, Henry Severine jr. le pidió a Sissle que organizara una banda de doce músicos para actuar en el lobby del suntuoso “Severin Hotel” de Indianápolis. Durante varios meses dirigió y fue el vocalista de la orquesta que actuó ante la más refinada sociedad de la ciudad, pero Sissle prefería tener en frente a una audiencia totalmente diferente. A finales de verano recibió un telegrama desde Baltimore en el cual Joe Porter, líder de la banda “Joe Porter’s Famous Dixie Serenadres”, le ofrecía el puesto de vocalista. Sissle no lo dudó ni un instante y tomó el primer tren rumbo a Baltimore.

Una vez que Sissle llegó a su destino, Joe Porter le presentó a los miembros de la banda entre los que se encontraba el pianista de la misma, Eubie Blake. Este comentó:

“Sissle, Sissle… ¿dónde he escuchado antes ese nombre?
– “Quizás como letrista de la canción “My Heart for You Pines Away”.
– No, nunca he oído hablar de ella. ¿fue un éxito?
– No.
– Si tú escribieras alguna canción para mí ¿sería un éxito?
– Lo sería

Y estas fueron las primeras frases que intercambiaron Noble Sissle y Eubie Blake. Ambos permanecieron en “Joe Porter’s Famous Dixie Serenadres” hasta principios de 1919. En esa fecha crearon “The Dixie Duo”. Su performance, ataviados con smoking, pantalón negro, pajarita, camisa blanca y el pelo perfectamente cortado, estaba compuesta únicamente por canciones escritas por ellos. Eubie al piano y Blake de vocalista.
Realizaron su debut en la ciudad de Bridgeport, Connecticut, con una ovacionada respuesta por parte del público. Seguidamente, Pat Casey – el que fuera representante de la banda de Jim Europe – les preparó una actuación en la Harlem Opera House. A la semana siguiente, Sissle y Blake presentaron su show a los representantes de artistas en el Palace Theatre (la joya de la corona del circuito de vodevil blanco denominado “Keith Circuit”).
Al manager general le gustó sobre manera la actuación del dúo y el hecho de que interpretaran música original, pero les comentó los siguiente: “Tendríais aún más éxito si os presentaseis en la misma línea que los demás artistas negros. A saber: la cara pintada de negro, guantes blancos, utilizar el acento sureño y contar chistes no muy inteligentes”. Sissle y Blake se negaron y empezó un tira y afloja que terminó cuando Pat Casey le dio un ultimátum al manager: Si no aceptas al dúo tal como realizan su performance se la ofreceré a la “Shuberts Organization” que posee un imperio de teatros en las mejores ciudades de la “East Cost”. El manager del “Keith Circuit” dio marcha atrás y aceptó las condiciones coreográficas de Eubie Blake y Noble Sissle.

Y después de pisar los escenarios de los mejores teatros de vodevil de los USA, llegamos al año 1920, a Philadelphia, a la gala en beneficio de la NAACP en el Dunbar Theatre. Allí, Eubie Blake y Noble Sissle conocieron a Flournoy Miller y Aubrey Lyles. Y ese encuentro iba dejar un poso profundo en la historia del musical norteamericano.

En el año 1921, cuando el cuarteto estaba presto a estrenar “Shuffle Along” en Broadway, varias barreras sobre la libre expresión de los afroamericanos en cuanto a su creatividad se habían levantado. Sin embargo, existía algún que otro tabú como el presentar sobre los escenarios un romance serio entre personas de ese colectivo. “Si alguien introducía una escena de amor entre una pareja de “color” esta debería estar representada en un tono gracioso y burlesco. La razón residía en que la audiencia blanca no la aceptaría de otra manera. El ridículo debería estar presente”. Son palabras del poeta, James Weldon Johnson.

La romántica canción “Love will find away” la interpretaron en la première del musical, Jessie Williams y Harry Walton y recrearon una escena de amor sin que nada burlesco hiciera acto de presencia. Eubie Blake estaba expectante sobre el escenario tocando el piano acompañando a los actores. Sus tres compañeros permanecían al lado del mismo prestos a huir si en el teatro irrumpía la violencia. En lugar de eso, cuando la canción terminó un gran aplauso resonó por toda la sala. Otro muro acababa de caer.

Una concesión artística que asumieron los productores del musical fue la de exigir a los músicos que se aprendieran de memoria la música de la obra con el fin de interpretarla sin partitura. Como explicó Blake: “La gente no creía que los negros pudieran leer música. Ellos querían pensar que nuestra habilidad residía en nuestro talento natural”.

Eubie Blake había compuesto la canción “I’m just wild about Harry” como si de un vals vienés se tratara, pero Lottie Gee, la cantante y bailarina que la presentaba en el musical le dijo al compositor que no podía hacer bien su trabajo con el compás del vals y que debería cambiarlo a un 2/4, como el de un fox-trot. Blake comentó entonces: “Ella trata de destruir mi bella melodía, yo amo ese vals”. Pero Noble Sissle estuvo de acuerdo con Lottie y al final el pianista claudicó y convirtió la canción en un fox-trot.
“I’m just wild about Harry” se convirtió en la canción estrella del musical y con el paso de los años en un standard de la música norteamericana, siendo uno de los pocos en los que su fama no ha traspasado las fronteras de su país.

Su letra dice así:

Yo estoy aquí para declarar, yo estoy aquí para relatar
para explicar y hacerlo tan sencillo como que: 
Yo estoy simplemente loca por Harry y Harry está loco por mí.
La divina dicha de sus besos me llena de éxtasis
Él es tan dulce como un cigarro de caramelo
y como la miel de una abeja
Oh, yo estoy simplemente loca por Harry
y él está simplemente tan loco por mí que no puede evitarlo
Oh yo estoy simplemente loca por Harry
y Harry está loco por mí 

Eubie Blake al piano, acompañado a las voces de Noble Sissle y Ruth Williams, grabó “I’m just wild about Harry” poco tiempo después del estreno de “Shuffle Along”

Judy Garland volvió a convertir “I’m just wild about Harry” en un tema inmensamente popular cuando lo interpretó en la película de 1939, “Babes in Arms” y la canción de Blake y Sissle se topó con una inesperada audiencia cuando, en 1948, Harry S. Truman la eligió como “el tema de campaña” para las elecciones presidenciales de ese año.

El 23 de mayo de 1921 se estrenaba, en el 63rd Street Music Hall de Broadway, el musical “Shuffle Along”. Se mantuvo en cartel durante la bonita cifra de 484 representaciones. A los pocos días del estreno el Departamento de Tráfico necesitó convertir la calle 63 en una vía de sentido único, motivado por las aglomeraciones del gentío que acudía a ver el espectáculo y que invadía media calzada.
La nueva coreografía de los bailes que exhibieron las coristas fue tenida muy en cuenta por los productores más poderosos de Broadway, como Florenz Ziegfeld o George White, que pagaron a las bailarinas de “Shuffle along” (una vez terminado el musical) para que enseñaran a sus propias coristas los nuevos y complicados pasos de baile para presentarlos en sus respectivos espectáculos.

Los escenarios de Broadway llevaban algo más de diez años tratando por todos los medios de que ningún musical “all black” se apropiara de ellos. Y llegó “Shuffle Along”.
El escritor Cassen Gaines en su libro titulado “Footnotes” escribe:

Es fácil decir que este es el mejor “all-colored” show desde los días de Williams and Walker, pero en la actualidad, Nueva York nunca ha visto una comedia musical como esta: rápidos movimientos sincopados de jazz, letras concisas, bellas “brown” bailarinas, sátira política y un libreto que retó a las normas de los que estaban considerados como tabús sociales, mientras le recordaba a la familia Americana las antiguas (racistas) tradiciones de los “minstrels”. Cuando el telón cayó por última vez aquella noche, Sissle, Blake, Miller y Lyles habían alcanzado el objetivo después de haber estado trabajando durante cinco meses tanto colectiva como individualmente. Y por ello, ellos están seguros de haberse asegurado un lugar en la historia y “Shuffle Along” nunca será olvidada”.

Sissle, Blake, Miller y Lyles lograron que, durante casi 70 semanas, el color dominante de Broadway fuese el negro. Y abrieron la puerta para que el epicentro del musical se fuese acostumbrando a esa tonalidad.

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