Un Gran Trompetista Y Un Gran Vocalista: Jack Teagarden

Jack Teagarden
Juan Tizol
Kid Ory
Louis Armstrong & His Hot Five: Louis Armstrong; Johnny St.Cyr; Kid Ory; Johnny Dodds; Lil Hardin;
Tommy Dorsey
.Peck Kelley’s Bad Boys. Jack Teagarden es el cuarto por la izquierda. A su derecha, Pee Wee Russell
Eddie Condon
Jack Teagarden
Ben Pollack
Paul Whiteman
Louis Armstrong All-Stars: De izquierda a derecha: Cozy Cole, Jack Teagarden, Louis Armstrong, Arvell Shaw, Barney Bigard, Earl Hines
Louis Armstrong
Louis Armstrong & Jack Teagarden
Jack Teagarden
Jack Teagarden, su madre Helen y sus hermanos Norma y Charlie en el Festival de Jazz de Monterey, septiembre 1963
Al Rose
Jack Teagarden
Jack Teagarden
Un Gran Trombonista Y Un Gran Vocalista: Jack Teagarden

El trombón habrá sido el instrumento que más ha cambiado su papel en el jazz según han ido pasando los años y nuevas corrientes musicales han ido creándose a partir de sus inicios en Nueva Orleans. Los tres elementos fundamentales en el jazz son: ritmo, armonía y melodía. En las primeras brass bands y marching bands allá por la mitad del siglo XIX el rol del trombón era principalmente suplir al contrabajo. Podríamos decir que el trombón era un “bajo soplado”. Las notas que tocaba eran las fundamentales de las armonías.

Con la llegada del estilo de jazz de Nueva Orleans a principios del siglo XX, el trombón tocaba a base de glissandos entre las notas principales de las armonías. A este modo de tocar el instrumento se lo llamó “tailgate”. La razón fue debida a que los trombonistas, cuando iban en una camioneta descubierta recorriendo las calles de Nueva Orleans, se sentaban en la parte trasera del vehículo (mirando hacia la carretera) que se le llama “tailgate” en inglés. El motivo es que el trombón necesita mucho espacio cuando desliza la vara hasta el punto más alejado de la embocadura. Existía y existe un trombón de pistones (como una trompeta larga) que es poco utilizado en el jazz, aunque no nos podemos olvidar del músico Juan Tizol que estuvo durante muchos años en la orquesta de Duke Ellington tocando ese instrumento, aparte de componer un par de temas que permanecieron en el repertorio de Ellington durante prácticamente toda su existencia y que se han convertido en standards: “Caravan” y “Perdido”.
Con la llegada del be bop el trombón se “saxofonizó”, es decir se convirtió en un instrumento solista y que debía poder improvisar como el saxo o la trompeta: Frank Rosolino, Benny Greene, J.J Johnson.

En el estilo de Nueva Orleans de principios del siglo XX, Kid Ory fue un maestro en el arte del “tailgate” y el primer notable trombonista que aparece en la historia del Jazz.

Kid Ory fue un músico creole que nació en 1886 en La Place, un pueblo al lado de Nueva Orleans. En 1902 a la edad 16 años, Ory comenzó su carrera musical en la citada ciudad como un trombonista “tailgate” tocando en las marching bands. Eso significaba que su sonido era poderoso, lleno de “gruñidos” y con mucho vibrato. En 1919, la figura de Ory se asentó ya que fue contratado por las mejores bandas de aquellos días, siendo la más importante la “King’s Creole Band”.
Al finalizar ese mismo año se desplazó a California con un nuevo grupo de músicos de Nueva Orleans. Estos fueron: Freddie Washington, piano; Ed Garland, contrabajo; Mutt Carey, corneta; Ollie “Dink” Johnson, clarinete. En junio de 1922, un pequeño sello de Los Ángeles de nombre “Nordskog, les grabó dos canciones, dándose la circunstancia de que, según parece, fue la primera vez que un grupo de músicos afroamericanos de Nueva Orleans entraba en un estudio. Cuando el single salió al mercado a la banda de Ory le pusieron el nombre de “Spike’s Seven Pods of Pepper Orchestra” y también el de Ory’s Sunshine Orchestra. Uno de sus temas fue “Society Blues” escrita por el compositor y publicista, J.C. Spikes.
Kid Ory consiguió dejar su nombre gravado con letras de oro en las láminas de la historia del jazz cuando Louis Armstrong le llamó para que formara parte de sus famosos “Hot Fives“. Durante los años 1925 – 1927, él, junto a sus compañeros, Louis Armstrong, Lil Hardin, Johnny St. Cyr y Johnny Dodds dejaron 31 canciones que iluminaron el camino por donde debería transitar el jazz a los músicos de su tiempo y a los que les precedieron.

Llegamos a la “Era del Swing” hacía 1935 y en ella nos encontramos con dos diferentes tipos de músicos: los improvisadores y los artistas de la música popular. Los improvisadores cruzaban la frontera y ayudaban a que se desarrollase el lenguaje del jazz. Gente como Coleman Hawkins, Teddy Wilson, Lester Young… Mientras que los artistas “populares” producían discos dentro de la sensibilidad del jazz, pero sin improvisación. Uno de los trombonistas más virtuosos fue Tommy Dorsey, que interpretaba “solos”, pero estos estaban escritos previamente. Él nunca fue un brillante improvisador, pero nadie le quita la importancia que tuvo en la popularización del trombón. Al igual que el trombonista Glenn Miller que nunca fue un improvisador, pero sí un excelente arreglista que escribía todos los “solos” de sus músicos para que nadie se saliera de esa estética sonora que él deseaba para su banda.

En la “Era del Swing” habitaron trombonistas que sortearon esa línea divisoria entre improvisación y música popular y Jack Teagarden fue uno de sus mejores exponentes.

Es difícil darte cuenta de quién fue realmente Jack Teagarden, después de todo, fue en gran medida un músico que se hizo a sí mismo. El entrenamiento lo llevó a cabo según trabajaba. Su instinto creativo fue infalible, rítmica y armónicamente, y provisto de una espléndida imaginación”. Martin Williams, crítico de jazz.

Jack Teagarden nació como Weldon Leo Teagarden en la ciudad de Vernon, Texas el 20 de agosto de 1905. Su padre, Charles, fue un corneta aficionado y su madre, Helen, profesora de piano y la organista de su parroquia. La pareja tuvo cuatro hijos y todos ellos, en mayor o menor medida se dedicaron a la música: Jack, trombonista y sus hermanos Charlie, Norma y Clois, trompetista, pianista y baterista respectivamente.
Jack, con 12 años, tocaba junto a su madre en el Vermon Theatre como fondo musical en las películas mudas.
Con dieciséis, Jack fue contratado por primera vez como músico profesional al formar parte de una banda denominada Cotton Bailey’s Dance and Jazz Band. Ese mismo año tuvo la suerte de que le llamara la mejor formación blanca de Texas de nombre “Peck Kelley ‘s Bad Boys”. La formación estaba liderada por el gran pianista, Peck Kelley y otro miembro de la misma era el clarinetista Pee Wee Russell con el que Jack mantendría una gran amistad durante toda su vida.
Durante un lustro, Jack no se movió de Texas donde fue requerido por varias formaciones. Con 21 años y trombón en mano se decidió visitar Nueva York y tratar de despuntar como músico.

A los tres años de permanencia en la ciudad se fijó en él, el guitarrista y banjoísta Eddie Condon, que lideraba la banda, Eddie’s Hot Shots e ingresó en ella como trombonista y cantante. El resto de los músicos eran: Joe Sullivan, piano; George Stafford, batería; Leonard Davis, trompeta; Happy Caldwell, saxo tenor; Mezz Mezzrow, saxo melódico en do. Con esta formación, Jack entró por primera vez en unos estudios. Fue en Nueva York, el 8 de febrero de 1929. Grabaron dos temas, uno de ellos se titula “I’m gonna stomp, Mr. Henry Lee” compuesto por George Rubens, Peck Kelly, Jack Teagarden y Eddie Condon.

Allá por los primeros treinta, la gente del entorno de Jack Teagarden, tanto músicos como amigos, sabía que al trombonista no le interesaba liderar una banda. No se veía poniéndose serio con sus músicos cuando tal comportamiento era necesario. Además, no era en absoluto un hombre de negocios. Él era perfectamente consciente de su talento como trombonista y como cantante y el papel de “sideman” (acompañante) lo tenía asegurado. Tener una batuta entre sus manos no significaba nada para él. A él le gustaba cantar, tocar sus “solos” y recibir el aplauso del público, para después sentarse junto a sus compañeros.

Me referiré a las dos mejores orquestas en las que trabajó. La primera de ellas fue la liderada por el baterista, Ben Pollack que tenía entre sus filas a un clarinetista de 19 años llamado Benny Goodman o a un trombonista de nombre Glenn Miller, que poco pudo hacer cuando llegó Teagarden. Permaneció junto a Pollack cinco años, de mediados de 1929 a principios de 1934.
Uno de los temas que grabaron fue el standard de James P. Johnson y Harry Creamer de 1926 titulado “If I could see with you”. La fecha fue el 23 de junio de 1930.

En el año 1934, los músicos de Ben Pollack se rebelaron ya que metió con calzador a su novia como vocalista de la banda. Sus miembros le abandonaron con la intención de que Jack Teagarden se convirtiese en su líder, pero eso no pudo ser ya que el trombonista acababa de firmar un contrato que le ataba, por cinco años, a Paul Whiteman, líder de la orquesta de baile blanca más famosa de los años veinte y aunque a mediados de los treinta no estaba en pleno apogeo seguía siendo el director que mejor pagaba a sus músicos.

Jack Teagarden permaneció entre las filas de la orquesta de Whiteman desde 1934 a 1939. No podemos decir que el trombonista contribuyera a desarrollar el jazz durante ese período de tiempo ya que la banda interpretaba música de baile y los éxitos populares del momento. Sin embargo, en las grabaciones que realizó junto a Whiteman podemos escuchar destellos del buen músico que era Teagarden (cuando le dejaban).
El 10 de julio de 1935, la orquesta grabó el standard de jazz titulado “Darktown Strutters’ Ball” compuesto en 1917 por Shelton Brooks uno de los primeros grandes compositores de jazz. Teagarden canta y seguidamente toca un bonito “solo” de trombón. Su hermano Charlie a la trompeta y Frankie Trumbauer al saxo estaban presentes en el momento de la grabación.

A finales de los años 40, a la vez que el be bop empezaba a dejar su imborrable huella en el mundo del jazz, el viejo estilo de música de Nueva Orleans de los años 20 se puso nuevamente de moda. El “dixieland” renació, tuvo su “revival”.
Esta fue la razón por la cual, Joe Glaser, manager de Louis Armstrong, le aconsejó al trompetista que disolviera su big band y formara una nueva banda al estilo de Nueva Orleans con media docena de músicos. Así nació, en el año 1944, «The Louis Armstrong All-Stars».
Por esta banda pasaron los más importantes músicos del jazz tradicional como, Barney Bigard, Sid Callet, Earl Hines, la cantante Vilma Middlenton y, sobre todo, su gran amigo el trombonista y cantante, Jack Teagarden, que formó parte de la banda desde su comienzo hasta el año 1949.
«The Louis Armstrong All-Stars» fue un grupo que cosechó un gran éxito, no sólo en su país, sino también en todos los grandes festivales de jazz europeos en los que participó.
En el año 1949 la banda de Louis estaba de gira por toda Norteamérica y ésta iba a tener su broche final en Nueva Orleans, en la ciudad que le vio nacer y de la que él estaba muy orgulloso de pertenecer.
Louis Armstrong, días antes de esta anhelada actuación con la que iba a dar por finalizada su exitosa gira estatal, recibió un comunicado del Ayuntamiento de Nueva Orleans en el que se le informaba que le denegaban el permiso para dar el concierto, ya que el músico, Jack Teagarden, que formaba parte del grupo, era blanco, y una nueva ley municipal prohibía a las bandas interraciales actuar en la ciudad.
Esa fue una de las bofetadas más grandes que le dio la vida a Louis Armstrong. ¿Qué sentiría en ese momento? Difícil respuesta. Lo que sí sabemos son las consecuencias: Louis Armstrong juró que nunca más regresaría a Nueva Orleans. Vivió 22 años más y cumplió su juramento. También dejó claro, por si acaso, que sus restos nunca fueran llevados a su ciudad natal.
Louis Armstrong está enterrado en el Cementerio Flushing de Queens, Nueva York, cerca de la ciudad de Corona, donde residía, y a muchos kilómetros de Nueva Orleans.

Durante los años que estuvieron juntos Louis Armstrong y Jack Teagarden en los “All-Stars» existe un buen número de grabaciones en directo en radios y festivales de jazz. Sin embargo, el momento más entrañable de ambos está ahora recogido en un video. La fecha fue el 30 de diciembre de 1953, Teagarden ya había abandonado a los “All-Stars”. El resto de los músicos son: Bobby Hackett, corneta; Peanuts Hucko, clarinet; Marty Napoleon, piano; Arvell Shaw, contrabajo; Cozy Cole, batería. El tema que interpretan es un standard de 1929 que se titula “Rockin’ Chair” salido de la inspiración de ese gran músico que fue Hoagy Carmichael.

En el año 1962, Jack Teagarden grabó un álbum al que tituló “Think Well of Me” (Piensa bien de mí) en el cual dio un brusco golpe de timón que le llevó hacia una música que sorprendió a propios y extraños. Dejemos que Doug Ramsey, del magazine “Jazz Times nos lo aclare:

“Este álbum de Teagarden no se parece en nada a ninguno de los que forman su amplia discografía editada durante 40 años. Grabado en 1962, precisamente dos años antes de su fallecimiento, refleja totalmente qué era importante para el hombre y para el músico; la asombrosa precisión y la melancólica pasión de su forma de tocar el trombón, la intimidad de su canto, la cercanía del blues, la calidad que nunca decayó ni siquiera con el cansancio de sus últimos años”.

El álbum está compuesto por doce temas de los cuales diez se deben al compositor, pianista y vocalista, Williard Robinson (1894 – 1968). Este músico logró escribir una docena de canciones que se han convertido en standards de la música norteamericana. La canción que falta es obra de Jimmy McHugh y Harold Adamson.
De las doce canciones voy a elegir la titulada “Old Folks” que Robinson compuso en 1938 con letra de Dedette Lee Hill. La historia que esta relata nos lleva a la Guerra Civil Norteamericana y a un hombre mayor que tiene el apodo de “Old Folks” y al que todos sus amigos le consideran una gran persona.
Escuché, ya hace bastantes años, “Old Folks” por Jack Teagarden y desde entonces han aparecido más versiones. Pero para mí ninguna supera a la de mi amigo Jack, al que considero un gran músico y una gran persona. En el disco escucharéis su voz y su trombón perfectamente.
Los músicos que le acompañan son: Bernie Leighton, piano; Art Davis, contrabajo; Barry Gaibraith, guitarra; Don Goldie, trompeta, más una orquesta sin identificar.

Uno de los momentos más emotivos en la carrera de Jack Teagarden sucedió durante el Festival de Jazz de Monterrey en California en septiembre de 1963. Sobre su escenario actuó la familia Teagarden. Jack al trombón, sus hermanos Charlie y Norma a la trompeta y al piano respectivamente. A ellos se les sumó el clarinetista Pee Wee Russell uno de los íntimos amigos de Jack. Y fue toda una sorpresa ver subir al escenario a Helen, la madre de la estirpe, que con sus 74 años tocó a piano solo dos “rags” que pusieron al público en pie.

El educador de jazz, Herb Wong comentó: “Considerando toda la historia del Festival de Jazz de Monterey, la actuación los Teagarden todavía permanece en nuestra memoria como uno de los eventos más especiales. La mayoría de los escritores y fans por igual encuentran esa reunión como uno de los momentos más conmovedores del Festival”.

A los cuatro meses de su presencia en el Festival de Monterey, Jack Teagarden se dirigió a Nueva Orleans donde tenía un contrato para actuar en el club “Dream Room” de Bourbon Street y también para visitar a su gran amigo, Al Rose.

Al Rose (1924 – 1995) fue un escritor, folclorista e historiador. Su libro titulado “Storyville, New Orleans” (1974) es de obligada lectura para todos aquellos que quieran sumergirse en la historia de Nueva Orleans, particularmente, en Storyville el barrio de las luces rojas más famoso de toda la historia de los EE.UU. Además, editó en 1987 su trabajo titulado “I Remember Jazz. Six Decades Among The Great Jazzmen”. En este libro nos descubre un aspecto de la idiosincrasia de Jack Teagarden que no es muy conocido:

“Trabajando con músicos de jazz te habitúas a todo tipo de idiosincrasias y al cabo de un tiempo nada te sorprende. La persona que Jack Teagarden consideraba la más importante de todas las que había conocido a lo largo de su existencia era Mr. Van Sweringen (1879 – 1936) de Cleveland. Este personaje se hizo multimillonario, junto a su hermano, construyendo trenes y líneas ferroviarias por todo el país.
La única cosa que realmente le interesaba a Jack, aparte del jazz, eran los trenes de verdad y de juguete. Yo le acompañé en una breve gira por St. Louis, Minneapolis y Cleveland. Estaba nervioso por llegar a esta última ciudad de Ohio. Quizá, la única razón por la que le acompañaba era porque estaba seguro de que Van Sweringen le dejaría dar una vuelta en la cabina de una locomotora. Le llamó por teléfono y me quedé pasmado cuando me dijo que había quedado con él. El caso es que consiguió subirse a una locomotora junto Van Sweringen y dar un paseo por los rieles metido en la cabina de la misma”.

Estando actuando Jack en el “Dream Room” le llamó a su amigo Al Rose y le preguntó si podría enseñarles todas las viejas estaciones de tren y las casas de los alrededores que aún quedaban por Nueva Orleans. Al Rose le contestó que estaría encantando de servirle de guía en ese particular tour por la ciudad y así cumplir con sus deseos. Pero esa excursión nunca se produjo.

Un par de días más tarde, el 15 de enero, una camarera subía una cerveza a la habitación que Jack Teagarden tenía en el Prince Monti Motel de Nueva Orleans, donde estaba hospedado, y lo encontró muerto. La causa del fallecimiento fue una neumonía. Contaba con 58 años de edad.

El compositor y crítico Leonard Feather dedicó estas palabras al legado de Jack Teagarden:

Siempre adelantado a su tiempo y poseedor de un personal sonido tanto como instrumentista y como vocalista, Teagarden está a la altura de Armstrong, Bix Beiderbecke, Coleman Hawkins y de un puñado de músicos y es, como ellos, uno de los incuestionables titanes de la historia del jazz”.  

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