Una Perspectiva Femenina Del Jazz (V): Shirley Scott «La Reina Del Hammond B-3»

Shirley Scott
Shirley Scott
Eddie “Lockjaw” Davis
Shirley Scott
George Duvivier
Shirley Scott & Stanley Turrentine
Creed Taylor
Oliver Nelson
Mary Lou Williams
Shirley Scott
Joseph Kosma & Jacques Prévent
Shirley Scott
Una Perspectiva Femenina Del Jazz (V): Shirley Scott «La Reina Del Hammond B-3»

En la entrada que la discográfica Blue Note dedica a la organista, Shirley Scott, podemos leer: Shirley Scott ha sido una de las organistas más atrayentes desde los años 50. Su melodiosa y accesible manera de tocar se vio cimentada en los años sesenta cuando el soul-jazz alcanzó sus más altas cotas de popularidad. En ese tiempo exhibió un ritmo trepidante basado en incrustar intricadas harmonías del bebop que encajaban perfectamente con las melodías de blues o de clara influencia gospel. En los años ochenta, cuando el órgano perdió protagonismo, Shirley demostró ser una soberbia pianista”. 

Shirley Scott nació el 14 de marzo de 1934 en Philadelphia en el seno de una familia donde el jazz estaba muy presente. Su padre era el dueño de un club en la citada ciudad donde actuaban asiduamente importantes músicos de ese estilo musical. 
Shirley comenzó con el aprendizaje del piano a los ocho años y ese instrumento permanecería junto a ella en el transcurso de su vida artística. El primer músico a quien acompañó con el piano fue a su hermano mayor que tocaba el saxo tenor. Comenzó sus estudios en la Philadelphia Girls’ High School, pero no los finalizó ya que lo único que tenía en mente era el piano y el jazz. Siendo una adolescente consiguió que grupos locales la contrataran como pianista y con ellos se fue forjando como profesional durante las continuas giras que realizaban por el estado. 

Para poder seguir con la biografía de Shirley tengo que hacer mención de un hecho cuando menos un tanto curioso. 
En la discografía de Shirley Scott aparece en primer lugar una grabación que realizó formando parte de un combo denominado The Leicester Jazz Band para un pequeño sello discográfico ubicado en la ciudad de Sheffield, Inglaterra. La sesión tuvo lugar el 18 de noviembre de 1949 y se grabaron cinco temas. Los músicos fueron: Shirley Scott, piano; Ken Mann, contrabajo; Lol Mann, batería. La discográfica se llamaba Curtis Recording Studios. En la galleta del disco vemos que uno de los temas que tocaron fue Kansas City Stomp de Jelly Roll Morton. Así mismo, aparecen en ella escritos los nombres de los músicos. Lo que es realmente sorprendente es que Shirley Scott tenía quince años en 1949. Además, en todas las biografías y reseñas que he leído sobre ella, ese viaje a Inglaterra no aparece por ninguna parte y no creo que viajara sola. Sin embargo, el disco está ahí. 

Fuese como fuera, Shirley Scott se encontraba en Philadelphia en 1951 estudiando en la Cheyney Universidad. Ese mismo año, Jackie Davis, fue contratado junto a su órgano Hammond B-3 (adelantándose en cuatro años a Jimmy Smith) para actuar sobre los escenarios de uno de los locales más famosos de jazz de la ciudad llamado Club Harlem. De hecho, el despegue musical del organista se produjo en el citado club. Shirley, escuchando a Davis, se dio cuenta de todas las posibilidades sonoras que ofrecía el Hammond B-3. La digitalización de los teclados no suponía para ella un gran problema, pero tocar las notas bajas pulsando los pedales con los pies era algo que necesitaba aprender. Debería conseguir una coordinación entre manos y pies propia de un baterista. Y se puso a ello. 

Una fecha importante en el devenir de la carrera de Shirley se produjo en el año 1955. El destino quiso que se encontrara en el lugar adecuado en el momento adecuado. El saxo tenor Eddie “Lockjaw” Davis tenía previstas unas actuaciones en Philadelphia cuando se quedó repentinamente sin su organista. No era fácil sustituir por entonces a un músico que tocara el Hammond B-3 y Shirley Scott estaba libre. Davis, con ciertos reparos por ser mujer, la contrató. 

Eddie “Lockjaw” Davis (1922 – 1986) pertenece a la élite de los saxofonistas tenores que habita en la historia del jazz. Su nombre ganó fama y prestigio al ser contratado por Count Basie como uno de sus solistas. Davis se pasó, prácticamente, su carrera como profesional entrando y saliendo de la banda de Basie: (1952 – 1954), (1957 – 1960), (1965 – 1970). Para ilustrar esos períodos de su trayectoria como saxofonista he elegido la versión que realizó del tema Bewitched, Bothered and Bewildered composición de Richard Rodgers con letra de Lorenz Hart para el musical Pal Joey de 1940. Este tema fue uno de los cortes del álbum High Voltage que fue grabado del 23 al 25 de enero de 1970. En él, Davis, nos mostró el magnífico baladista que fue. 

En el año 1955, Eddie “Lockjaw” Davis formó un trío con el baterista, Charlie Rice y el organista del Hammond B-3, Harry “Doc” Bagby (una formación que sería copiada por otros músicos). Con toda probabilidad fue a este último músico al que sustituyó, Shirley Scott. 

Shirley Scott permaneció en el trío de Davis de 1955 a 1957 y no dejaron ningún estado de su país sin visitar. El saxofonista colocó unas luces junto al órgano para que iluminaran las piernas y los pies de Shirley con el fin de que el público presente viera cómo ella tocaba los pedales. Se cuenta que más de una vez se arrepintió de esa puesta en escena ya que pensaba que Shirley (y sus piernas) le quitaban bastante protagonismo. 
El 16 de julio de 1956, Shirley, Eddie y el baterista, Charlie Rice entraban en un estudio de Nueva York para grabar seis temas. Entre ellos estaba el titulado Teach me tonight composición de Gene De Paul con letra de Sammy Cahn del año 1953. Si contamos la grabación de Inglaterra esta fue la segunda vez que Shirley pisaba el estudio de un sello discográfico.  

Shirley no tardó demasiado en grabar un disco a su nombre. Gracias a su colaboración con Eddie “Lockjaw” Davis, su nombre como especialista en el Hammond B-3 era de sobra conocido en el mundillo del jazz y, además, ese instrumento se había puesto de moda gracias, sobre todo, a Jimmy Smith, que a partir de 1956 fue el principal propagador de su sonido. El recientemente creado sello discográfico Prestige Records (1949) fue el que le propuso a Shirley pertenecer al mismo club que Miles Davis, Gerry Mulligan, Stan Getz, Sonny Rollins… Ella, lógicamente, aceptó y además el sello le puso a su disposición al mejor ingeniero de sonido, Rudy Van Gelder. 
La sesión se realizó el 27 de mayo de 1958 y Shirley contó con el contrabajista, George Duvivier y el baterista, Arthur Edgehill. Se grabaron 17 temas y entre ellos estaba el standard de jazz titulado Four composición de Miles Davis del año 1954. 

En el año 1961, el saxofonista tenor, Stanley Turrentine (1934 – 2000) conoció a Shirley Scott y formaron un grupo siguiendo las mismas pautas que el creado con Eddie “Lockjaw” Davis unos años atrás. Al cabo de unos meses, la pareja se casó y su matrimonio duró hasta el año 1971. Musicalmente hablando fue un matrimonio abierto, ya que, aunque grabaron bastantes discos juntos, cada uno tenía libertad para continuar editando discos a su nombre. 

Turrentine dedicó estas palabras a su mujer: 

“Ella nunca trataba de sobresalir, algo que hacen un montón de organistas. Ella tocaba contigo… Y cuando tocaba, podía sonar a veces como una big band, otras como un trío o como ella quería sonar”. 

 De los temas que grabaron juntos he elegido el titulado They can’t take that away from me. Uno de tantos grandes standards que escribieron los hermanos Gershwin, en este caso para la banda sonora de la película Shall we dance de 1937. El resto de los músicos fueron: Sam Jones, contrabajo y Clarence Johnston, batería. La grabación se realizó para Blue Note, el 18 de enero de 1963. 

 El productor discográfico, Creed Taylor, fundó en 1960 el sello Impulse! Conocido también como “la casa que Trane construyó”, ya que el saxofonista tenor, John Coltrane, grabó de 1961 a 1967, diecisiete álbumes entre los que se encuentra el icónico A Love Supreme. También fue el músico mejor pagado del sello. 
Taylor contrató a Shirley Scott para su discográfica en 1963 permaneciendo en ella hasta 1968. Durante ese período de tiempo grabó quince discos a su nombre, dos junto al trompetista, Clark Terry y en cuatro acompañó al grupo de su marido, Stanley Turrentine. 

El trío de Shirley grabó el 14 de mayo de 1964 el segundo trabajo para Impulse! El contrabajista, Bob Cranshaw y el baterista, Otis Finch completaron el grupo. He elegido esta sesión ya que en ella interpretaron The bues ain’t nothing but some pain, un tema compuesto por Shirley que además lo canta, un apartado de su personalidad artística del que hizo gala únicamente en contadas ocasiones a lo largo de su carrera. 

En 1962, el organista Jimmy Smith sacó al mercado el álbum titulado Bashin’: The Unpredictable Jimmy Smith en el que su Hammond B-3 estuvo arropado por una big band de 16 músicos con dirección y arreglos de Oliver Nelson. Este experimento que realizó el sello Verve funcionó de maravilla a tenor de las críticas favorables que recibió y de los discos que vendió. (Jimmy Smith lo repetiría dos o tres veces más). 
Creed Taylor fue consciente de esa nueva fórmula sonora y decidió seguir por esa misma senda. Se puso en contacto con Oliver Nelson y con Shirley Scott con el fin de grabar dos álbumes a la manera del de Jimmy Smith. La primera sesión fue el 20 de mayo de 1964. La segunda el 19 de abril de 1966. En esta última grabaron cuatro temas, uno de ellos fue el titulado Roll ‘Em escrito por la gran pianista y compositora, Mary Lou Williams. Vale la pena nombrar a los músicos de la big band que Oliver Nelson organizó: Shirley Scott, órgano; George Duvivier, contrabajo; Grady Tate, batería; Attila Zoller, guitarra; Thad Jones, Joe Newman, Jimmy Nottingham, Ernie Royal, Clark Terry, trompetas; Paul Faulise, Quentin Jackson, Melba Liston, Tom McIntosh, trombones; Jerry Dodgion, Phil Woods, saxos altos; Bob Ashton, Jerome Richardson, saxos tenores; Danny Bank, saxo barítono. 

A mediados de los años setenta, la popularidad del Hammond B-3 descendió y con ello la oportunidad de nuevas grabaciones. Shirley Scott decidió ante tal situación dedicarse a tocar el piano, sin dejar del todo al órgano. Al fin y al cabo, era el instrumento con el que había triunfado. 
Hay que reseñar su participación como pianista junto a la banda Al Grey – Jimmy Forrest con la que grabó discos y realizó un buen número de actuaciones en directo a lo largo y ancho del país. 

En los años ochenta, a Shirley le abrió sus puertas la Cheyney University de Pennsylvania para que enseñara Historia del Jazz. Este trabajo significó mucho para ella ya que se trataba del mismo centro donde ella había estudiado el bachillerato y los estudios superiores. Dedicarse a la docencia era un viejo sueño de Shirley que se cumplió con creces con el puesto que le ofreció su universidad. 

Los años noventa significaron para Shirley una vuelta al mundo de la música sobre todo como pianista y con sus propios grupos. El 22 y 23 de noviembre de 1991, el trío de Shirley Scott se presentó en el famoso club Birdland de la neoyorquina Calle 52. Esas dos actuaciones se plasmaron en dos discos que sacó al mercado el sello Candid, convirtiéndose en los dos últimos que contienen una actuación de Shirley en directo. Le acompañaron sobre el escenario, Arthur Harper contrabajo y Mickey Roker, batería. He elegido el standard Autumn leaves, canción francesa que compuso, Joseph Kosma con letra del poeta. Jacques Prévent en 1945 cuyo título original es Les feuilles mortes. 

Shirley Scott nos dejó 42 álbumes a su nombre y 28 como colíder o acompañante. El órgano es un difícil instrumento ya que realiza el trabajo de un pianista y de un contrabajista a la vez. La prensa de entonces le puso a Shirley el apodo de Queen of the Organ en reconocimiento a su valía. Pero como ocurre con las protagonistas de mis artículos Una perspectiva femenina del jazz su paso por la historia del jazz está ninguneado por los que saben y conocen su crónica. Por los que saben y conocen la existencia de esas instrumentistas pero que las despachan de sus libros de un plumazo… si es que aparecen. 

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