Damug: «ODO» (Ofrenda Del Origen) c.d.

Manolo López, David Muñoz, Martí Hosta
David Muñoz

Damug: «ODO» (Ofrenda Del Origen) c.d.

Una melodía está inspirada, es bella, es emotiva… si interpretada por una flauta dulce no pierde ninguno de sus valores musicales. Las canciones compuestas por el pianista David Muñoz “Damug” y que forman parte de su último trabajo titulado “ODO” (Ofrenda Del Origen) salen airosas de la prueba de “la flauta dulce”. Si a ellas se les hubiese realizado un arreglo para ser interpretadas por una orquesta sinfónica nos encontraríamos con una obra de corte “clásico”. Sin embargo, David, junto al contrabajista Manolo López y al batería Martí Hosta, ha querido presentarnos un disco de jazz, un disco en el que los instrumentos de los músicos citados han estado conversando durante el momento de la interpretación.
En los cerca de 50 minutos que dura el disco, existe un continuo trasvase de ideas entre ellos. Llamadas y respuestas. Diálogos, monólogos y silencios. Matices.
El peso que adquiere el contrabajo en este álbum no es muy habitual en los discos de jazz, salvo que sea el instrumento del líder. En los momentos en que el contrabajista está tocando con el arco la conversación deviene casi un susurro para subir en intensidad sonora en el momento en que sus dedos golpean las cuerdas, todo ello con la inestimable complicidad del baterista. El pianista permanece atento y entra y sale de la conversación para demostrar que las teclas bancas y negras están satisfechas de lo que escuchan a su alrededor, enfatizando o mitigando con sus fraseos el acontecer de la obra.

En la nota de prensa que nos ofrece “Damug” clasifica a su música como: jazz paisajista. Creo que es una acertada definición. En los nueve cuadros que están expuestos en “Ofrenda Del Origen” vemos paisajes que representan un olvidado poblado en la sabana africana donde todo empezó; furiosas olas blancas golpeando al malecón habanero; el sol sobre el horizonte cuando la noche extiende su manto sobre el mar mediterráneo; pequeñas flores rosas y azules reptando y manchando con su sombra la blanca pared del patio de un cortijo andaluz… y todos ellos con la implicación de tres paisajistas.

Solo me resta añadir que la escucha de «ODO» (Ofrenda Del Origen) nos expone la dilatada experiencia de sus componentes adquirida en los cientos de horas aprendiendo y enseñando a través de sus relaciones con otros músicos de diferentes países con sus dispares sensibilidades artísticas.
Sean cuales sean los gustos de cualquier persona dentro del mundo del jazz este disco no desentonará en absoluto formando parte de su fonoteca. Y si no es amante del jazz, la música de “ODO – Ofrenda Del Origen” le brinda una interesante manera de penetrar en su universo.

La página web de “Damug” la encontrarás pinchando aquí.

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