Helena Camps – Viu (c.d.)
En “Vertigo Studios” de Barcelona, los días 21 y 23 de julio de 2021, se realizaron dos sesiones en las que se grabaron los 11 temas que contiene el disco titulado “Viu”. Los músicos, liderados por la compositora, arreglista y vocalista, Helena Camps, fueron los siguientes: Toni Mora Tur, piano; Xavi Castillo, contrabajo y bajo eléctrico; Adrià Claramunt, batería; Miquel De Riba, guitarra; Pol Omedes, trompeta y arreglos.
De esas once canciones, siete son standards de diferentes países y las cuatro restantes se deben a la inspiración de Helena.
Compositores y letristas de los EE.UU. dejan su sello con cuatro canciones en este trabajo. La primera que aparece se titula “A Flower is a Lovesome Thing”. Vaya en primer término mi enhorabuena a Helena por elegir este tema escrito por Billy Strayhorn en su vertiente más impresionista y poética. Ella, junto al piano, al contrabajo y a una sutil batería, respeta la estética intimista que concibió el autor en 1944.
Le sigue el titulado “April in París” (1932). Se dio la circunstancia de que E.Y. Harbour escribió la letra sin haber pisado jamás París. Le sirvieron los folletos de las agencias de viajes. Vernon Duke compuso una introducción para esta canción que muy raramente la interpretan los diferentes vocalistas, por lo que es toda una sorpresa escuchársela a Helena. El grupo realiza una versión jazzy con un swing medio donde destaco la labor del acompañamiento armónico del guitarrista (como en el resto de los temas).
Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II será una de las parejas que más canciones ha escrito para Broadway y para Hollywood. En este caso se trata de la banda sonora para la película musical “Steite Fair” de 1945. Curiosamente el tándem puso una inusual condición para hacerse cargo del proyecto: trabajarían en su casa en la Costa Este a miles de kilómetros de Hollywood. Rodgers envió al estudio la canción titulada “It might as well be spring” concebida con un tiempo medio/rápido, pero el director artístico de la película la convirtió en una lenta balada y así se escuchó en la gran pantalla.
La versión que nos ofrece nuestro grupo se atiene a la versión original y la interpreta en un rápido swing. A destacar la conversación que mantiene la trompeta con la voz de Helena, así como su “solo” y el del piano. En esta ocasión también la introducción raramente se suele cantar.
La última canción de la serie norteamericana fue compuesta por Richard Rodgers, pero con su primer letrista. Lorenz Hart. Su título es “Spring is here” y formó parte del musical “I Married an Angel” de 1938. Es una preciosa balada con unas preciosas armonías y una sentida letra que Helena y Toni Mora Tur la hacen suya y el resultado es una magnífica interpretación de la cantante acompañada impecablemente por el pianista.
Que aparezca una canción compuesta por Antonio Carlos Jobim en cualquier trabajo, siempre es bienvenida. En el caso que nos ocupa se trata de “Chovendo na roseira” de 1971. Tres años más tarde, Gene Lees le escribió una letra en inglés y la tituló “Double Rainbow”. Inmediatamente un buen número de músicos de jazz, tanto vocalistas como instrumentistas, la versionaron popularizándola en los EE.UU.
En la interpretación que realiza nuestro combo, la “batida” de la bossanova se cambia por compases de 3/4 y de 2/4 (lo que en ocasiones nos da un claro efecto de 5/4). En definitiva, un ritmo endiablado que no enturbia en absoluto la melodía de Jobim. “Solo” de guitarra.
“Amapola” es el título de la canción que en 1920 escribió el músico español-cubano-norteamericano, José María Lacalle (Joseph Lacalle). Este tema será sin duda su mayor éxito. Se ha traducido a un buen número de idiomas y hoy en día es un standard universal.
Helena y compañía lo han convertido en un bonito bolero donde el contrabajo se yergue en el principal protagonista instrumental.
“La dansa de la primavera” es una canción escrita por María del Mar Bonet con música de Gregorio Paniagua y fue uno de los cortes de su álbum “Anella d’aigua”. Con este tema, Helena Camps, le rinde homenaje a una de las artistas más importantes y populares en lengua catalana. La versión que realiza está en consonancia con la original, pero en este caso el “solo” de guitarra le da un aire jazzy que por unos segundos la sitúa en un plano diferente.
La primera canción (música y letra) de Helena Camps se titula “Sense el planeta no som res”. Lo primero que sorprende son las transiciones del idioma catalán al inglés y viceversa en el mismo verso. No creo, que he escuchado antes ese recurso. El tema empieza con aires funkys que nos llevan al “Hard Bop” para pasar a un swing propio de su hermano el “Cool”. Elegantes “solos” de la trompeta y el piano. A la melodía no hay que ponerle ningún reparo.
La segunda canción se titula “Viu la vida amb”. Se trata de una bonita balada, es decir intemporal. Esta interpretada con la sutileza que requiere. “Solo” del piano.
“El teu verd”, el tercer tema de la vocalista es el menos explícito. Necesitas escucharlo dos o tres veces para penetrar por los vericuetos por donde te llevan sus notas y descubrir sus secretos. “Solo” de guitarra.
La última canción de Helena es la más experimental de todas. Nos dirige hacía el “Smooth Jazz” trufado con aires pop. Me gusta el recurso de solapar la voz para producir armonías vocales u otros efectos en planos secundarios. “Solos” de trompeta y guitarra.
Me falta hablar del músico que, con sus platos, bombo, caja, hit-hat y tambores, sirve de pegamento a todas las notas que le lanzan los instrumentistas y la vocalista. En los años cuarenta y cincuenta, aquí en nuestro país, el término “jazz band” tenía dos acepciones: banda de jazz y baterista. Aquel que con sus palillos le pegaba a todo lo que tenía alrededor le decían que tocaba el “jazz band”. Sirva esta anécdota para demostrar lo importante que es el baterista en el jazz (y en otros estilos de música).
La vocalista Helena Camps posee lo que yo llamaría un “canto fácil”. No me extrañaría que aprendiera antes a cantar que a hablar. Su voz clara y sin atisbo de vibrato se mueve por las notas con un personal fraseo. Todo ello le augura un brillante futuro en el difícil y minoritario mundo del jazz vocal.
“Viu” es un disco de jazz en el que se mezclan, con orden y concierto, músicas de diferentes países por lo que no estaría de más que formara parte de tu fonoteca.
