St. James Infirmary Y Otras Canciones Tradicionales

Viejo Guitarrista – Pablo Picasso – 1903-04
Snooks Eaglin
Snooks Eaglin
El Hospital de St, James en Londres
Irving Mills
St. James Infirmary Y Otras Canciones Tradicionales

Voces del pasado todavía se pueden escuchar hoy en día a través de canciones que han sobrevivido pasando de una generación a otra. Muchas de ellas fueron recogidas en viejos fonógrafos o en cilindros de cera. Otras se escribieron en una partitura o aparecieron junto a los anuncios en la última página de periódicos locales. Las hubo que no tuvieron esa suerte y permanecen vivas porqué han sido trasmitidas oralmente, de padres a hijos, de madres a hijos de generación en generación. La magia de las canciones tradicionales se encuentra en que no son piezas de museo, sino que son algo vivo que se mueve dentro de nuestra historia social. Ellas nos hablan sobre el sufrimiento, la pasión, el dolor, el rechazo, la esperanza, la ira, el perdón o el amor. Y aún se puede aprender de ellas.
En este artículo me voy a ocupar de unos pocos temas tradicionales que habitan en los EE.UU. Al ser este un país joven, todas ellas tienen sus orígenes principalmente en países europeos y reflejan las diferentes herencias culturales del país.
Con el paso de los años es muy probable que esa canción, que igual compuso un viejo campesino en un pequeño pueblo de Irlanda y del que no se sabe nada, sufra modificaciones, sobre todo en su letra, encontrándonos que con una misma línea melódica pueden aflorar diferentes canciones. Este hecho complica el trabajo de los folcloristas y musicólogos cuando tratan de determinar con absoluta certeza los verdaderos orígenes de muchos temas tradicionales.

La canción titulada “Danny Boy” será una de las más conocidas en los EE.UU. y su historia puede ser esta:
Existe una melodía irlandesa titulada “Londonderry Air”. La teoría más extendida sobre su origen nos dice que una mujer llamada Jane Ross se la escuchó a un desconocido flautista mientras la interpretaba en el pueblo de Limavady en 1851. Ross le pidió permiso al músico para trasportar las notas de la melodía a una partitura con la finalidad de enviársela a un amigo de Dublin que se dedicaba a preservar las viejas tonadas irlandesas. Este folclorista, de nombre George Petrie, editó en 1855 un libro titulado “The Ancient Music of Ireland” y entre las canciones se encontraba “Londonderry Air”, de autor o autores desconocidos.
Vamos a dar un salto en el tiempo y situarnos en los EE.UU. En el año 1910, la cuñada (irlandesa) de un abogado inglés de nombre Frederic Weatherly escuchó “Londonderry Air” a algún músico callejero. Consiguió la partitura y se la envió al abogado. A este le encantó la melodía y le escribió una letra que ha perdurado hasta nuestros días. La tituló “Danny Boy”.
Esta canción es un canto a esa esperanza que siempre acompañó a los irlandeses, que se vieron forzados a abandonar su país en la diáspora entre 1845 y 1849, de volver a pisar la tierra que les vio nacer.

La canción tradicional escocesa más popular en los EE.UU. y también en el resto de los países será la titulada “Auld Lang Syne” que la podríamos traducir como “Por los viejos tiempos”. Su historia nos relata que el poeta escocés Robert Burns se la escuchó cantar a un músico callejero en 1788. El poeta envió la canción al Museo de Música Escocesa con esta nota: “La canción adjunta – una antigua canción – de los viejos tiempos nunca se ha impreso en una partitura ni existe en ningún manuscrito, hasta que yo se la escuché a un hombre viejo”.
La letra de “Auld Lang Syne” relata cómo dos amigos, entre copa y copa, se congratulan de haber conseguido mantener una amistad que ha perdurado durante muchos años, aunque hubo momentos en que permanecieron distanciados.
Los escoceses tienen la costumbre de cantarla el día de Nochevieja cogiéndose de las manos y formando un círculo. También es interpretada en el Edinburgh Military Tattoo, que corresponde a un espectáculo anual interpretado por bandas militares, siendo el más importante el que se celebra en la esplanada en frente del Edinburgh Castle cada mes de agosto.
Las bandas de jazz también han hecho suya a “Auld Lang Syne”. La orquesta de Duke Ellington la grabó el 26 de diciembre de 1962.

Existen unas cuantas canciones tradicionales que se interpretaron durante la Guerra de Secesión Norteamericana (1861-1865) por uno o por ambos bandos y que siguen, hoy en día, en el recuerdo de sus habitantes. Una de ellas lleva por título “When Johnny comes marching home”.
En el año 1867, se publicó por primera vez en Londres la canción tradicional irlandesa “Johnny I hardly knew ye”. Su letra nos reporta a la isla de Ceilán (hoy Sri Lanka) cuando los irlandeses junto a los británicos batallaron contra los isleños para proteger los intereses de la East India Company. Este enfrentamiento sucedió a principios del siglo XIX, luego “Johnny I hardly knew ye” fue escrita bastante antes de su publicación en el año 1867. Esta canción, antibelicista y dura donde las haya, nos narra las fuertes y trágicas emociones que sufre una mujer cuando llega su marido a casa después de la batalla en unas condiciones penosas. ¿Dónde están tus ojos? ¿Dónde están tus piernas?
El director de bandas militares Patric S. Gilmore se apropió de la melodía de “Johnny I hardly knew ye” y le escribió una nueva letra. Registró la canción con el pseudónimo de Louis Lambert y le puso el título de “When Johnny comes marching home”. El argumento de la misma es totalmente diferente a la tonada irlandesa ya que narra los preparativos que están organizando los amigos de un soldado llamado Johnny con el fin de ofrecerle una alegre y cariñosa bienvenida en cuanto llegue a casa. Esta canción fue interpretada por ambos bandos durante la Guerra de Secesión Norteamericana.
Una de las versiones más populares de “When Johnny comes marching home” la realizó la orquesta de Glenn Miller junto a los cantantes Tex Beneke y Marion Hutton y el grupo vocal  The Modernaires el 18 de febrero de 1942 (curiosamente dentro de otra guerra, la II Guerra Mundial).

Los negros espirituales son un saco sin fondo de canciones tradicionales. Sus orígenes se pueden remontar a la época de la esclavitud, a las plantaciones donde ellos trabajaban, a las canciones negras de los “camp meeting”, a los primeros sones en las perseguidas iglesias negras. Existen miles de ellas y no todas están escritas en una partitura. Las letras se las inventaban los esclavos. En ellas hablaban de Jesús, de sus penalidades, de su fe en alcanzar la libertad. No estarían escritas ya que no estaba permitido enseñarles a leer ni a escribir. Las cantarían de memoria. ¿Qué les inspiraba para componer las melodías? ¿La salmodia que se cantaba en las iglesias blancas a las que les forzaban a asistir? ¿En la música que escuchaban en la “casa grande” tocada por un violín o un piano? Este es un interesante trabajo que los musicólogos van desgranando poco a poco.
De lo que no hay duda es que en esas casuchas en las que vivían los esclavos en las plantaciones se escribieron grandes canciones como la titulada “Nobody knows the trouble I’ve seen”. Nadie conoce las penalidades que he visto, que he sufrido, nadie excepto Jesús, Gloria Aleluya.
Esta canción fue publicada por primera vez en el año 1867 y desde entonces ha permanecido a flote gracias a las grabaciones que músicos de todos los estilos y de diferentes países han realizado del espiritual dotándolo de nuevas señas de identidad.
No hay duda de que la grabación que realizó Louis Armstrong de “Nobody knows the trouble I’ve seen” en 1958 y dentro del álbum “Good Book”, lleno de espirituales con un toque jazzy, ayudó a que el tema se internacionalizase. También es interesante escucharlo dentro de un contexto coral clásico como el que nos presenta “East Carolina University Chamber Singers”.

Voy a desarrollar un poco más el origen del tema St. James Infirmery.
La canción titulada “The Unfortunate Rake” es la típica balada dentro del tradicional folclore anglosajón. Posiblemente fue compuesta a finales del siglo XXVIII, por autor o autores desconocidos. Básicamente cuenta la historia de un soldado que se está muriendo en el Hospital de St. James a causa de una grave enfermedad de transmisión sexual que le había contagiado una bella mujer y demanda un entierro.
El Hospital de St. James del que habla la canción fue construido en la zona de Westminster de Londres por King John en 1205, como una leprosería para mujeres y se mantuvo en activo hasta el año 1532 en el que fue demolido por orden de Enrique VIII y, en su lugar, el king construyó un elegante palacio al que llamó, St. James Palace y que hoy en día se conserva perfectamente en Londres, siendo además uno de sus edificios más antiguos. Lo rodea St. James Park.
Es posible que la balada “The Unfortunate Rake” atravesara el Atlántico y llegara a las Islas Occidentales, bajo dominio británico, y allí la conocieran los esclavos negros y éstos la llevaran a la ciudad de Nueva Orleans. Cabe también la posibilidad de que una vez que el territorio de Louisiana pasó a manos norteamericanas en el año 1803, sus nuevos dueños llevaran la canción a Nueva Orleans. El caso es que con el paso del tiempo “The Unfortunate Rake” se fue convirtiendo en el tema que hoy conocemos como “St. James Infirmary”. La historia que cuenta difiere de su predecesora ya que en ella se relata cómo un hombre viene de la enfermería, donde se encuentra su chica muerta y entra en un bar y hablan de ella.

Existen diferentes letras de St. James Infirmary, aunque no difieren en lo fundamental. He traducido la que cantó el músico de Nueva Orleans, Snooks Eaglin en 1959. Eaglin era un músico callejero que le descubrió el folclorista, Harry Oster, de la Universidad de Louisiana y le pidió que grabara un disco con viejas canciones de la ciudad. Entre ellas interpretó, sólo con su guitarra – a la manera de los viejos tiempos – el tema St. James Infirmary. Puede ser que así sonara la canción por las calles de Nueva Orleans antes de que se hiciera famosa. La letra dice así:

Bajé a la enfermería de St. James / para ver a mi chica / ella permanecía tumbada en una larga mesa blanca / tan dulce, tan fría, tan bella / Subí a ver al doctor / y me dijo: “ella está muy frígida” / Volví a ver a mi chica / ¡Buen Dios! / ella yacía muerta / Me fui al bar del viejo Joe / en la esquina de la plaza / estaban sirviendo bebidas como de costumbre / y allí se encontraban los parroquianos habituales / A mi izquierda estaba el viejo Joe McKennedy / tenía los ojos rojos inyectados en sangre / se volvió hacia los que estaban a su alrededor / y estas son las palabras que dijo: / “Déjala ir, déjala ir, Dios la bendiga / ella podrá recorrer el mundo entero / pero nunca encontrará un hombre como yo / Cuando yo muera, por favor enterrarme / con mi sombrero Stetson de diez dólares / y poned una moneda de oro de veinte dólares en mi cadena del reloj / para que mis amigos sepan / que morí de pie / Conseguir seis fulleros para llevar mi ataúd / seis coristas para que me canten una canción / poned una banda de jazz de veinte músicos en la puerta trasera de mi casa / para despertar al infierno según vamos marchando / Ahora es el final de esta historia / tomemos otra ronda / y si alguien pregunta cualquier cosa / decidle que tengo el blues de St. James Infirmary”.

Si en el tema “The Unfortunate Rake”, el St. James Hospital que se menciona en el mismo existió, no se puede asegurar lo mismo de la enfermería que alude la canción “St. James Infirmary”. Hoy en día sigue siendo un misterio.

En el parte del Batallón 160 de Infantería aparece un tal, Bernard Berren, que fue atendido en el St. James Hospital de Nueva Orleans en plena Guerra de Secesión Norteamericana y fue licenciado por invalidez. Por lo que se conoce, hasta el momento, no existió un hospital con ese nombre en la ciudad. ¿Se trata de un hotel de nombre St. James, sito en Magazine Street, reconvertido en hospital durante la guerra?

Hay una historia que ponen en boca del músico de Nueva Orleans, Jelly “Roll” Morton en la que relata que, al menos durante la existencia del famoso barrio de las luces rojas conocido como “Storyville” (1897-1917) de Nueva Orleans y muy cerca de Basin Street, existió una iglesia metodista negra con el nombre de St. James que en sus dependencias ubicó un pequeño hospital que se ocupaba exclusivamente de los primeros auxilios. ¿Es esta la famosa St. James Infirmary?

Hoy en día siguen apareciendo artículos que tratan de esclarecer si existió o no una enfermería llamada de St. James” que estuvo ubicada en la ciudad de Nueva Orleans.

Algunas veces en los créditos de “St. James Infirmary” aparece un tal, Joe Primrose, como autor de la letra de la canción. Ese nombre es un pseudónimo de Irving Mills, que entre otras cosas poseía una editorial musical, y os puedo asegurar, casi con absoluta certeza, que este tipo no puso ni una sola coma en la letra de “St. James Infirmary”, aunque ganaría en royalties unos cuantos dólares mientras se lo permitieron.

El actor Hugh Laurie se hizo mundialmente famoso gracias a protagonizar la serie de TV “House” en la que encarnaba al doctor Gregory House. También realizó un gran papel en la miniserie titulada “The Night Manager” (El Infiltrado), basada en una novela del gran John le Carré. Lo que quizás no todo el mundo sepa es que es un excelente músico. Se maneja perfectamente con el piano, la guitarra, la batería, la armónica, el saxofón y además canta.
Su primer álbum de estudio se titula “Let Them Talk” y contó con invitados como el Dr. John, Irma Thomas o Tom Jones. Los músicos fueron: Hugh Laurie (guitarra, percusión voz), David Pitch (bajo). Jay Bellerose (batería, percusión), Kevin Breit (guitarra, mandolina), Greg Leisz (slide guitar), Patrick Warren (teclados, acordeón), más una sección de viento dirigida por Allen Toussiant.
El disco salió a la venta 9 de mayo de 2011. Previamente realizó una pequeña gira para presentar algunos de los temas del disco.
En marzo llegó a Nueva Orleans y en un pequeño club interpretó una de las canciones de su álbum “Let Them Talk”, precisamente “St, James Infirmary”.

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