Miles Davis Y Su Relación Con El Jazz Vocal (I de II)

Miles Davis
Henry Williams
Julian Eltinge
Herbie Fields
Ann Baker
Ann Baxter junto a Louis Armstrong
Earl Coleman
Kenny Hagood
Tadd Dameron
Miles Davis
Miles Davis Y Su Relación Con El Jazz Vocal (I de II)

Desde aquel 26 de noviembre de 1945, en el que Miles Davis grabó por primera vez junto a Charlie Parker y Dizzy Gillespie, el trompetista ha permanecido en esa primera página de ese libro que atesora los nombres de los grandes músicos del jazz que han conseguido ser intemporales, eternos, inmortales. Virtuoso del no virtuosismo, maestro de los sonidos del silencio, creador y vampiro de todas las modas por las que ha transcurrido el jazz. Miles Davis, un escapista del encasillamiento ya que su vida artística se convirtió en una continua búsqueda del grial del jazz. No lo encontró. Ningún músico lo encuentra. La “búsqueda” es lo que realmente importa, es lo que consigue que el artista se convierta en un grande. 
Existen muchas formas de sumergirse en su dilatada y ecléctica discografía y tratar de encontrar un camino que permita realizar un pequeño ensayo sobre ella. En este caso valga la pregunta: ¿a cuántos vocalistas acompañó Miles Davis durante su amplia vida musical y que estén presentes en su discografía oficial? 

Henry Williams nació el 14 de julio de 1907 en la ciudad de Atlanta, Georgia. Desde muy niño mostró un gran interés por la música y la danza. En el año 1959 le realizó una entrevista el crítico de jazz y musicólogo, Marshall Stearns y entre otras cosas le contó: Cuando yo era un chaval me escapaba a hurtadillas por una ventana de mi casa para ir al “Lizzie Murphy’s Sporting House (burdel)” donde Nob Derricot tocaba el piano. Yo, mientras, cantaba y bailaba y me sacaba unas propinas”. 

Henry abandonó a los doce años el nido familiar y se enroló en la “Bobby Grant’s Female Impersonators Revue”. 
“Female Impersonators” es una expresión ya en desuso. Hoy en día la traduciríamos como “Drag Queen Profesional”.  
Durante las dos primeras décadas del siglo XX los “female impersonators” fueron muy populares, tanto en los EE.UU. como en Europa, participando en revistas musicales y en el vodevil. Parece ser que pasaron a denominarse “Drag Queen” debido a los largos miriñaques que llevaban atados a su cintura – que podían medir has diez metros – y que los arrastraban (drag) por todo el escenario. 
Voy a hacer un pequeño comentario sobre uno de los más famosos “female impersonators” norteamericanos de esa época. 

Julian Eltinge nació como William Julian Dalton en la ciudad de Newtonville, Massachusetts, el 14 de mayo de 1881. Su primera aparición ante el público como una “drag queen” fue con una edad de diez años en la “Boston Cadets Revue”. Catorce años más tarde pisó con gran éxito los escenarios de Broadway en cinco revistas musicales. Cuando Julian pensó que su estrella no brillaba demasiado se pasó al vodevil recorriendo su país y Europa (en Inglaterra, el rey Edward VII le pidió una performance privada).  De 1910 a 1918 volvió a Broadway y se ganó nuevamente el favor del público sobre todo con el musical titulado “The Fascinating Widow”. 

Julian recibió la llamada de Hollywood en el año 1917 rodando la película “The Countess Charming”. Sus años de actor duraron hasta el año 1940 apareciendo, bien como protagonista o como actor de reparo en trece films. Durante su estancia en Hollywood, Julian Eltinge estuvo considerado como el artista mejor pagado sobre un plató. Pero llegó la Gran Depresión que terminó con el vodevil y casi con el cine. A Julian no le quedó otro remedio que ofrecer sus actuaciones en nightclubs y cabarets, pero el éxito le llegaba a cuentagotas. En 1940 consiguió un pequeño papel en la película “Con la música a otra parte” protagonizada por Bing Crosby. Al año siguiente un ictus lo sacó de todos los escenarios de este mundo. 
Julian Eltinge fue una “drag queen profesional” y nunca existió la más minina caricaturización en ninguno de los personajes femeninos que representó. 

Volvamos a Henry Williams. A partir de su aparición con doce años en la “Bobby Grant’s Female Impersonators Revue”, continuó en el mundo del show business participando y ganando todos los concursos de “Cake Walk” y de Charleston” en los que se presentó. En esa época le apodaron “Rubberlegs” (Piernas de goma) por su especial coreografía a la hora de bailar. Permaneció por más de veinte años cantando y bailando en revistas y en todo tipo de shows. Sus logros más importantes en esos campos fueron sus frecuentes apariciones en el Cotton Club; su participación en el musical de Broadway “Blackbirds of 1933” y en ser el responsable de poner nuevamente de moda un baile denominado “Truckin’ on down” en la “Harlem Opera House” en el año 1935. (Basado en una canción titulada “Truck on down” compuesta por Noble Sissle y Harry Brooks). 

Donald Gabor fue un húngaro que emigró a los EE.UU., con su familia, a los doce años. Su primer trabajo lo consiguió en la discográfica RCA-Victor y parece que estando trabajando con la citada empresa fundó su propio sello con el nombre de “Continental Records”. Sorpresivamente contrató a “Rubberlegs” como músico de blues.  La orquesta que lo arropó fue la del pianista Clyde Hart que entre sus filas se encontraban músicos como Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Don Byas o Trummy Young. Esta banda grabó, en marzo de 1945, cinco temas y uno de ellos fue una composición del propio “Rubberlegs” titulada, “I want every bit of it”. 

Un mes más tarde, la discográfica Savoy se puso en contacto con “Rubberlegs” para incluirlo en su catálogo. El 24 de abril de 1945, puso a su disposición a la orquesta del clarinetista y saxo alto, Herbie Fields que estaba formada por los siguientes músicos: Miles Davis, trompeta; Teddy Brannon, piano, Al Casey, guitarra. Leonard Gaskin, contrabajo, Eddie Nicholson, batería y Herbie Fields. Grabaron cuatro temas y uno de los cuales es una composición de “Rubberlegs” titulada “Deep sea blues”.
Ese 24 de abril fue la primera vez que Miles entraba en un estudio de grabación y tocaba su trompeta. Es pues, una fecha importante en la historia del jazz dada la importancia que adquirió el trompetista al cabo de su larga y exitosa carrera. 
Miles recuerda de esta manera la citada sesión en su biografía: “Yo tenía 19 años y estaba tan nervioso que apenas podía tocar. Al final elegí acompañarle solamente sin tocar ningún “solo”. 
Lo que dice Miles es cierto ya que si escucháis la canción oiréis unas cuantas notas indecisas sopladas por una alejada trompeta que responden al fraseo del cantante. 

Para terminar con “Rubberlegs” Willians resta comentar que, dejando a un lado su etapa como cantante y bailarín en las revistas y en el vodevil donde posee una parcela en su historia, en cuanto al jazz y al blues se refiere su nombre aparece gracias exclusivamente a los músicos que le acompañaron, sobre todo Miles Davis. 
Además, se dio la circunstancia de que después de estas grabaciones desapareció del mundo de la música. Falleció de un ataque al corazón en el Hotel Braddock de Nueva Yorken 1962, con 54 años. 

Ann Baker – que también firmaba como Ann Hathaway (no confundir con Ann Hathaway nacida en Gloversville, N.Y. en 1925) – nació en Washington, Pennsylvania el 21 de agosto de 1915.  
Hoy por hoy, Ann Baker es una vocalista de jazz totalmente desconocida que, sin embargo, tiene un más que interesante currículo.  Sus primeros pasos como cantante los dio en la ciudad de Pittsburgh. Louis Armstrong se fijó en ella y la contrató para su big band en el año 1943. 

El sello independiente norteamericano “Radio Recorders”, que se mantuvo activo durante los años 40 y 50 del siglo pasado, contrató a Ann Baker para grabar un single. Puso a su disposición a los siguientes músicos: Miles Davis, trompeta; Gene Ammons, saxo tenor; Linton Garner, piano; Connie Wainwright, guitarra; Tonny Potter, contrabajo; Art Blakey, batería. En la cara A del sencillo habitó el tema compuesto por Ann Baker y titulado “I’ve always got the blues”. La grabación se realizó el 18 de octubre de 1946 en Hollywood. 

Otro aspecto importante en la biografía de Ann fue su entrada en la banda de Billy Eckstine sustituyendo a la gran Sarah Vaughan. En 1949, ambos grabaron un “soundie” (un videoclip) en el que la vocalista interpreta “I cried for you” (uno de los temas estrella de Billie Holiday).  

Llegaron los años 50 y las big bands ya habían dado de sí todo lo que podían durante más de diez años y comenzó una nueva época en la que solo sobrevivieron las mejores como la de Duke o la de Count. Ann Baker también pensó que era el momento de retirarse. Se casó con, Delaney Wagner, una estrella del tenis y fijaron su residencia en la ciudad de Charleston. Al cabo de unos años la pareja abrió el “The Salamar Club” donde Ann disfrutó cantando junto a un trío. El local adquirió la suficiente fama como para que nombres importantes del jazz como Nat King Cole o Erroll Garner pisaran sus escenarios. 
Ann Baker permaneció en Charleston hasta que su voz se apagó para siempre. Contaba con 88 años. 

La discográfica “Radio Recorders” le sacó un buen rendimiento a la sesión del 18 de octubre ya que, después de terminar Ann Baker su grabación, apareció por el estudio el vocalista Earl Coleman y con los mismos músicos grabó dos temas. 

Earl Coleman nació en Port Huron, Michigan, el 12 de agosto de 1925. Criado en Mississippi se trasladó con catorce años a Indianapolis donde comenzó su carrera de cantante. En 1947 se desplazó a California y allí consiguió grabar dos temas con la banda de Charlie Parker, hecho al que le debe su escasa notoriedad en el universo del jazz. 
Volviendo a la sesión del 18 de octubre, los dos temas que grabó estaban escritos por él, siendo uno de ellos el titulado “Don’t sing me the Blues”. 
Earl Coleman formó parte de la familia de vocalistas barítonos afroamericanos – como Billy Eckstine o Johnny Hartman – pero en su caso no poseyó esa empatía que es necesaria para poder conectar con los aficionados. Realizó giras por Europa y por su país dentro de grupos importantes, pero como digo – y quizás porque se concentró únicamente en interpretar baladas sin que existiera la más mínima improvisación – no caló entre los seguidores del jazz, que muy pronto se olvidaban de su nombre. 

Siguiendo con los vocalistas que tuvieron la suerte, espero, de escuchar la trompeta de Miles Davis mientras grababan sus canciones, ahora le tocaría el turno a Billy Eckstine, ya que Miles Davis perteneció a su banda en 1946. Para no repetirme tenéis a vuestra disposición mi artículo titulado “Billy Eckstine…Y le llamaron Mr. B.”. 

Kenny Hagood (1926 – 1989) fue un cantante norteamericano de jazz, que tampoco es demasiado conocido. Debutó con 17 años en la orquesta de Benny Carter. Seguidamente fue Dizzy quién le contrató para su big band donde permaneció por espacio de dos años, de 1946 a 1948 (ver mi artículo: “Dizzy Gillespie: Segunda Parte 1946 – 1993″).  
Hagood fue un especialista del “scat” prodigándose menos en las baladas. En este último apartado hay que destacar su colaboración con Thelonious Monk – un músico que contrató únicamente a tres vocalistas en toda su carrera
El 2 de julio de 1948, Thelonious Monk, piano; John Simmons. contrabajo; Milt Jackson, vibráfono; Shadow Wilson, batería: Kenny Haggog, voz. grabaron seis temas. Entre ellos estaba el standard titulado All the things you are compuesto por Jerome Kern con letra de Oscar Hammerstein II en 1939

 Entre enero de 1949 y marzo de 1950 se grabó uno de los discos más icónicos (que le costó su tiempo llegar a serlo) de la historia del jazz. Su título “Birth of the Cool” en él, y capitaneados por Miles Davis, 18 músicos eternizaron doce canciones arregladas por Gerry Mulligan, John Lewis, Gil Evans y John Carisi. El L. P. que recogió once de estas canciones lo sacó al mercado Capitol en 1957. La única que permaneció en el dique seco fue la titulada “Darn that dream” compuesta por Jimmy Van Heusen con letra de Eddie DeLange en 1939. Esta canción era la única cantada y el vocalista era Kenny Hagood”. 
En 1989, 32 años después del lanzamiento de L. P., Capitol tuvo a bien incluir el tema vocal. Kenny Hagood falleció ese mismo año en el mes de noviembre. Kenny Hagood fue un músico muy poco conocido. Kenny Hagood tiene en Wikipedia una biografía que ocupa nueve líneas (en inglés). A Kenny Hagood le jugó una mala pasada la historia del jazz. (Si queréis profundizar en lo que representó “Birth of the cool” tenéis a vuestra disposición mi artículo “Birth of the Cool (Miles Davis)”. 

Kay Penton, otra desconocida vocalista de jazz, nació el 27 de noviembre de 1920 en la ciudad de Holt, Florida. Kay fue, sin duda, una niña prodigio ya que con siete años tenía su propio programa de radio en la emisora WADX de Jackson, Mississippi. Con 16 dirigió sus pasos a Nueva York como otras jóvenes en busca del ansiado triunfo. A los cinco años de su estancia en la ciudad, el productor de Broadway, George White, la contrató como sustituta de Helen Morgan, la estrella protagonista del musical “Midnight Scandals of 1941”. El espectáculo salió de gira y a las pocas semanas Helen partió de este mundo. A Kay Penton le llegó su momento y lo supo aprovechar. Su performance sorprendió gratamente a los espectadores y al propio George White, ya que a continuación le ofreció el papel de protagonista en un show radiado por la CBS y titulado “Friday on Broadway”, al que le siguió otro de nombre “Three-Ring Time”. 

Kay Penton con una solvencia ya totalmente contrastada como vocalista fue contratada por músicos como Benny Goodman (1945) o Teddy Wilson (1947). 
En el año 1949, el pianista, compositor y arreglista Tadd Dameron formó una banda de diez músicos, para trasponer a una orquesta, de forma convincente, el lenguaje del bebop que no siempre fue “entendido” en su momento.     
La banda estuvo formada por: Miles Davis, trompeta; J.J. Johnson, trombón; Sahib Shihab, saxo alto; Benjamin Lundy, saxo tenor; Cecil Payne, saxo barítono; John Collins, guitarra; Curly Russell, contrabajo; Kenny Clark, batería; Kay Penton, vocal. Dameron piano y arreglos. 
El 19 de abril de 1949, los músicos grabaron cuatro temas. Uno de ellos fue la composición de Dameron “Heaven’s doors are wide open”. 

En el año 1956, Kay Fenton abandonó toda relación con el mundo de la música y retornó a Florida, al estado que la vio nacer. No está documentado cuáles fueron los motivos que la llevaron a tomar tal decisión teniendo en cuenta, además, que contaba con 36 años de edad. Parece ser que en los años sesenta realizó varias apariciones en la WSM televisión de Nashville y poco más se sabe de esta excelente y atípica cantante hasta su partida de este mundo el 14 de abril de 1993 con 73 años. 

Aquí dejó, por el momento, la crónica que recoge la relación de Miles Davis con el jazz vocal. La retomaré la semana próxima. 

Subscribe