The Girl from Ipanema: Tall and Tan and Young and Lovely

Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes en el bar Garota de Ipanema (Veloso)
Jobim y de Moraes en el estudio del primero
Antonio Carlos Jobim, Joao Gilberto, Vinicius de Moraes y Os Cariocas en el club Au Bon Gourmet el 2 de agosto de 1961
Stan Getz y Charlie Byrd
Creed Taylor
Joao Gilberto & Stan Getz
Astrud Gilberto
Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto
Mayo 1987
Frank Sinatra y Antonio Carlos Jobim durante el programa «A Man and His Music + Ella + Jobim – 1967
The Girl from Ipanema: Tall and Tan and Young and Lovely

Aunque se generalizó el relato que aseveraba que Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes escribieron la canción “Garota de Ipanema” en un bar que se llamaba Veloso – más adelante Garota de Ipanema – sito en la calle Montenegro -más adelante, Vinicius De Moraes – de Río de Janeiro, la verdad es que ambos visitaban frecuentemente ese establecimiento para menesteres más líquidos con hielo. Jobim compuso la melodía en su casa de la calle Barão da Torre y Vinicius escribió la letra en su residencia de la ciudad de Petrópolis. Lo que sí es cierto es que ambos se fijaron en una linda joven de diecinueve años que entraba con frecuencia al bar a comprar tabaco para su padre, que pasaba por delante de ellos para dirigirse al instituto o a la tienda de costura.
Esa muchacha fue en la que se inspiró Vinicius para crear el personaje protagonista de “Garota de Ipanema” y seguramente también Jobim la tenía en mente cuanto estaba componiendo sentado al piano.
En un principio titularon a la canción “Menina que pasa” y estaba destinada a una comedia musical titulada “Blimp” que era un proyecto de Vinicius que nunca se llevó a cabo.
La letra que escribió el poeta para la primera parte de la canción era totalmente diferente a la que conocemos y decía así:

Venía cansado de todo / de tantos caminos / tan sin poesía / tan sin pajarillos / con miedo a la vida / con miedo al amor / cuando en la tarde vacía / tan bonita en el espacio / vi a la chica / con aquellos andares / toda cimbreante / camino del mar.

José Fernandes era uno de los más renombrados chefs de Río de Janeiro. En su restaurante “Au Bon Gourmet” había organizado grandes banquetes que formaban parte de la leyenda de la noche carioca.
En el año 1961 decidió desplazarse a Brasilia y malvendió su restaurante al también cocinero Flávio Ramos. Esa adquisición le brindó a este último la oportunidad perfecta para hacer realidad su sueño de convertirse en dueño de un night club. Flávio cambió completamente la decoración del establecimiento con sus 240 metros cuadrados y lo transformó en un local de espectáculos con capacidad para trescientas personas.
El 2 de agosto de 1961, la noche del estreno, Ramos contrató a Antonio Carlos Jobim, João Gilberto, Vinicius de Moraes y Os Cariocas. También se encontraba el bajista Otávio Bailly y el baterista Milton Banana.
Esa noche, el público asistente tuvo el privilegio de escuchar por primera vez la canción “Garota de Ipanema”. Todo lo que allí ocurrió fue grabado y en el año 2015 (más vale tarde que nunca) el sello discográfico Doxy Records sacó un disco al que tituló “Um Encuentro No Au Bon Gourmet” que recoge los 14 temas que interpretaron los músicos allí reunidos.
Antes de empezar con “Garota de Ipanema” existe un pequeño diálogo entre Jobim, Gilberto y Vinicius:

(Gilberto) – Tom, ¿por qué no nos haces ahora una canción que nos pueda decir, contar qué es el amor?
(Jobim) – Vaya, Joãozinho, yo no sabría si Vinicius no hace la poesía…
(Vinicius) – Para que esa canción se realizara haría falta que João la cantara…
(Gilberto) – Oh, ¿pero, quién soy yo? Sin vosotros, no sé. Mejor la cantamos los tres…
Y empieza “Garota de Ipanema”.

Estos grandes momentos de la historia de la bossanova se repitieron durante cuarenta y cinco días. Para muchos musicólogos brasileños lo que ocurrió en el “Au Bon Gourmet” fue decisivo para mantener vivo el movimiento de la “bossanova”.

Charlie Byrd (1925-1999) fue un guitarrista norteamericano. Conoció en París (debido al servicio militar) al guitarrista Django Reinhardt y su influencia se deja sentir a lo largo de toda su carrera musical. Aprendió guitarra clásica de la mano de Andrés Segovia. Charlie Byrd es conocido sobre todo por ser uno de los primeros músicos norteamericanos que introdujo la “bossanova” en los EE.UU.
En la primavera de 1961 realizó una gira por Suramérica esponsorizado por el State Department como “embajador musical”. Estas prácticas empezaron en 1956 y músicos como Duke Ellington, Louis Armstrong o Dizzy Gillespie se convirtieron en algún momento en “embajadores musicales” de su país recorriendo diferentes partes del mundo.
Cuando Charlie Byrd regresó a los U.S.A. después de su gira por Suramérica visitó el club de jazz “Show Boat Lounge” de Washington D.C. para hablar con el saxofonista Stan Getz que estaba actuando en el citado club. Un segundo encuentro tuvo lugar en casa del saxofonista y Byrd le hizo escuchar discos de João Gilberto y de Antonio Carlos Jobim. Ahora lo que necesitaban ambos músicos era convencer al director musical del sello Verve, Creed Taylor para que accediera a grabar un disco con canciones brasileñas. Y le convencieron.

El 13 de febrero de 1962 y en el “Pierce Hall, All Souls Church” de Washington (que tenía muy buena acústica) se reunieron los siguientes músicos: Stan Getz (ts), Charlie Byrd (g), Gene Byrd (g) y (b), Keter Betts (b), Buddy Deppenschmidt (d) y Bill Reinchenbach (per). Grabaron siete temas entre los que se encontraban “Desafinado” y “Samba De Uma Nota So” ambos de Jobim.
Al álbum lo denominaron “Jazz Samba”. Salió a la venta en abril de 1962; hacia mediados de septiembre entró en las listas de la revista Billboard y en marzo de 1963 alcanzó el nº1. Permaneció durante setenta semanas en las citadas listas y convirtió a la “bossa” en la música más “cool” sobre la tierra.

Creed Taylor se dio perfecta cuenta del gran potencial que tenía la “bossanova” entre los melómanos norteamericanos. El L.P. “Jazz Samba” ya llevaba vendidos más de un millón de copias así que no cabía la menor duda de que había que grabar otro disco con la “bossa” de protagonista.

El 18 de marzo de 1963 entraban los siguientes músicos en los estudios A&R de Nueva York: Antonio Carlos Jobim (p), João Gilberto (g & v), Sebastião Neto (b), Milton Banana (d) y Stan Getz (ts). Astrud Gilberto también estaba presente. (Se nombra en ocasiones a Tommy Williams como bajista ya que Sebastião Neto no podía aparecer en los créditos por razones contractuales).
Se ha hablado mucho de la participación de Astrud Gilberto en esta grabación dando a entender que todo sucedió por pura casualidad, que nada estaba preparado al respecto. Astrud Gilberto y quizás su marido João sabían lo que iba a ocurrir. Astrud quería grabar como una profesional. Había ensayado con João hasta la saciedad.
La sesión del segundo día estaba destinada a grabar las dos últimas canciones: “Garota de Ipanema” y “Corcovado”.  Astrud les pidió a João y a Stan poder participar en “Garota de Ipanema” cantándola en inglés. João se desentendió, pero a los demás les pareció bien. Incluso Creed Taylor pensó que podía ser interesante que alguien cantara en inglés. Al final João aceptó.
Se realizaron las tomas y el resultado fue tan sorprendente grato que Taylor les pidió repetir la misma fórmula con “Corcovado”, pero con la condición de que la hicieran más corta.
“Garota de Ipanema” les había llevado un minutaje de 5’ 15’’.

Creed Taylor guardó en un cajón las grabaciones del 18 y 19 de marzo durante un año (posiblemente por razones de marketing) por lo que el L.P. “Getz/Gilberto” salió a la venta en marzo de 1964. Al año siguiente consiguió diez nominaciones a los premios Grammy ganando cuatro. Importantes revistas de jazz lo consideran uno de los mejores álbumes de todos tiempos. Y es uno de discos de jazz más vendidos de su historia.

Creed Taylor tenía una espina clavada con la canción “Garota de Ipanema” ya que quería sacarla en un single junto a “Corcovado”, pero su minutaje era excesivo para aquellos años. Los disc-jockeys de diversas radios ya le habían advertido que una canción con 5’ 15’’ de duración no la iban a emitir. Al final Taylor tomó la decisión que su razón le aconsejaba, aunque su alma musical se quedó un tanto maltrecha. Aplicó el bisturí y extirpó la parte vocal de João Gilberto, de esta manera la canción quedaba en unos cómodos 2’ 50’’.
En el mes de mayo de 1964 el single salió al mercado cantado exclusivamente por Astrud Gilberto: Tall and tan and young and lovely the girl from Ipanema… y arrasó. “The Girl From Ipanema” (Cara A) y “Corcovado” (Cara B). Vendió más que el L.P. y lanzó a una nueva vocalista: Astrud Gilberto.

En el año 1965, Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes revelaron al mundo quién era la “Garota de Ipanema”: Heloísa Eneida Menezes Paes Pinto.
Ella tenía entonces veintidós años y estaba prometida. Río de Janeiro celebraba ese año su cuarto centenario y sus mandatarios pensaron que Heloísa resultaría perfecta como símbolo oficial de la ciudad. Su novio y su padre, un rudo general, no lo permitieron. En 1967, dos años después, el Cinema Novo quiso rodar una película titulada “La Garota de Ipanema” y su director pensó que Heloísa sería la protagonista ideal. De nuevo su entonces ya marido y el general se opusieron.
La vida continuó y llegó el año 2011. Habían pasado cincuenta años desde que Antonio Carlos y Vinicius se fijaron en Heloísa cuando pasaba por delante del bar Veloso donde ellos se tomaban unas copas. Varios periódicos de distintos países se ocuparon de la efeméride y entrevistaron a Heloísa. Nos enteramos de que en Brasil es toda una celebridad, ha presentado programas de televisión y ha actuado en telenovelas. Posee varias tiendas de ropa. Ha escrito su biografía. Y ha sido portada de la revista Playboy en dos ocasiones en 1987 y en 2003 en compañía de su hija Ticiane.

El 13 de noviembre de 1967 la cadena de televisión NBC realizó un programa especial de una hora de duración que tituló “A Man and His Music + Ella + Jobim”. Las estrellas invitadas fueron Frank Sinatra, Ella Fitzgerald y Antonio Carlos Jobim. Los arreglos orquestales estuvieron a cargo de Nelson Riddle así como la dirección de la orquesta. En las tres canciones que interpretaron juntos Sinatra y Jobim los arreglos fueron de Claus Ogerman. Una de ellas fue “The Girl from Ipanema”.

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