La Huella Difusa Del Yiddish En El Jazz

«Yip» Harburg
Sholom Secunda
Boris Tomashefaky,
The Shubert Brothers
The Winter Garden Theatre
Imperial Theatre
La Huella Difusa Del Yiddish En El Jazz

El Jazz emergió a finales del siglo XIX como una confluencia de las músicas africanas – sobre todo de los países ubicados en la costa oeste – con las europeas – sobre todo de la música folclórica de Inglaterra, Escocia, Gales, Irlanda – además de con un ligero tinte hispano proveniente de las islas del caribe español, principalmente Cuba. Toda esta amalgama de sonidos y ritmos cristalizó con fuerza en Nueva Orleans convirtiéndose en un arte original. Esta ciudad permaneció bajo la Corona francesa (1717 – 1762), la española (1762 – 1801), nuevamente la francesa (1802 – 1803) y a partir de ahí formó parte de Norteamérica. 

Todo este proceso, que comenzó con la llegada del primer contingente de esclavos a bordo del barco White Lion a la colonia inglesa de Virginia en 1619, tardó trescientos años en plasmarse en una música única en el mundo (si nos olvidamos del blues ya que también es una música singular, pero no sabemos en qué momento de esos tres siglos fue una realidad en las voces de los afroamericanos). En la gestación del jazz, la música yiddish o judía no participó de ninguna forma reconocible, no tuvo ni arte ni parte. Sin embargo, si la situamos en un segundo plano y nos fijamos en los compositores, letristas, promotores, managers, dueños de teatros y de sellos discográficos… la presencia del origen judío está constatada desde el principio del arte original norteamericano, de su música, del jazz. 

A principios del siglo XX, una buena parte de la población de origen judío se desplazó a barrios urbanos y se encontró con el jazz y su conexión con la música negra. En sus dos primeras décadas la música yiddish se resistió a americanizarse, pero en unos pocos años sus músicos – compositores y letristas – fueron absorbidos por la corriente principal, a menos que quisieran quedarse fuera del status con lo que ello significaba. 

Partimos de una base de datos que contiene 59.812 grabaciones de canciones realizadas por músicos de jazz, tanto vocalistas como instrumentistas. La mayoría de ellas efectuadas entre 1920 y principios de los años sesenta. Ese período de tiempo engloba los diferentes estilos que van desde el de Nueva Orleans al Free Jazz. También es la época de oro de los compositores y letristas del Tin Pan Alley, que crearon con sus músicas lo que hoy llamamos los standards de la música popular norteamericana y muchas de esas canciones las convirtieron los músicos de jazz en standards de ese tipo de música. 

¿Quiénes fueron los compositores norteamericanos a los que en mayor número recurrieron los músicos de jazz para interpretar sus canciones, en el período antes mencionado? 
Realizado el pertinente estudio el resultado es el siguiente: 

01 – George Gershwin – 1.360 
02 – Cole Porter – 1.130 
03 – Richard Rodgers – 1.021 
04 – Irving Berlin – 991  
05 – Harold Arlen – 733 
06 – Jerome Kern – 558 
07 – Harry Warren – 546 
08 – Jimmy McHugh – 510 
09 – Hoagy Carmichael – 455
10 – Jule Styne – 357 

Estos son los diez magníficos. Seis de ellos son de origen judío: Gershwin, Rodgers, Arlen, Berlin, Kern y Styne.  
Esa media docena de compositores son ampliamente conocidos. Pero ello no implica que exponga cuál es la canción que, de cada uno de ellos, ha sido la más elegida por los distintos músicos de jazz. (De esa manera, también conocemos el gusto de estos últimos). 
El número que aparece a la derecha de sus nombres es la cantidad de versiones que los músicos de jazz (vocalistas e instrumentistas) han realizado de sus canciones y que figuran en mi base de datos. 

George Gershwin:

En febrero de 1934, Gershwin terminó de componer la primera canción para su ópera Porgy and Bess. La tituló Summertime con letra de DuBose Heyward (aunque aparezca también Ira Gershwin como letrista, la razón se debe a que acordaron presentarse los dos como letristas en todas las canciones de la ópera, aunque las escribieran por separado.  
“Porgy & Bess” realizó un pre-estreno el 30 de septiembre en Boston. El estreno en Broadway fue el 10 de octubre en el “Alvin Theatre”. 
De “Summertime” aparecen 99 versiones en la base de datos. Os dejo la de, Kat Edmondson. 

Richard Rodgers 

La primera vez que le pidieron a Richard Rodgers (y al letrista, Lorenz Hart) que escribieran todas las canciones de un musical de Broadway fue en el año 1937 y la obra se titulaba Babes in Arms. Se estrenó en el “Schubert Theatre en 14 de abril. En el primer acto la actriz y cantante, Mitzi Green cantó la canción My Funny Valentine a Ray Heatherton.
Este es el tema que más veces han hecho suyo los músicos de jazz dentro de la discografía de Rodgers. Aparece 85 veces en la BdD.
He elegido la interpretada por Art Farmer.
 

Irving Berlin: 

En los primeros tiempos del cine sonoro escribí una horrible canción para una película de Al Jolson. Se llamaba To my mammy pero hacia la mitad tenía unas frases bonitas. Años más tarde retomé esas líneas y escribí una nueva canción que titulé How Deep is the ocean. Creo que es una de mis mejores canciones extraída de una de mis peores”. (Hay que tener en cuenta que Berlin escribía primero la letra de sus canciones y luego las musicaba). 
Los músicos de jazz están de acuerdo con la apreciación de la canción en cuestión, ya que es una de sus favoritas. En mi BdD aparece 64 veces. Os dejo la de Stan Kenton. 

Harold Arlen: 

En un principio, Harold Arlen compuso la canción Stormy Weather (el letrista es Ted Koehler) para que la interpretara, Cab Calloway en el Cotton Club de Harlem. Sin embargo, este músico abandonó el club antes de que se estrenara la Cotton Club Parade de 1931. La orquesta de Duke Ellington fue la que sustituyó a la de Calloway y contrataron a la cantante, Ethel Waters. La versión que esta última realizó de la canción en el club fue impresionante (la tuvo que repetir una docena de veces el día del estreno) y la convirtió en la vocalista mejor pagada del show business. “Stormy weather” es pues la preferida por los jazzistas y aparece 57 veces en la BdD. He elegido la de Frank Sinatra de su álbum L.A. is my Lady. 

Jerome Kern: 

El 17 de noviembre de 1939, se estrenó el musical titulado Very warm for may en el “Alvin Theatre” de Broadway. La noche siguiente a la première, el patio de butacas estaba prácticamente vacío de espectadores y las críticas de la prensa especializada fueron devastadoras. La obra llegó como pudo a representarse 59 veces. Sin embargo, entre las canciones que había compuesto Kern – con letra de Oscar Hammerstein II – existía una verdadera joya que pudo con todas las opiniones desfavorables del entorno del show business. Se trata de la canción All the things you are que desde el momento que sonó en el escenario del teatro adquirió vida propia y ha estado navegando por los mares de la fama convirtiéndose en eterna. Esta es la elegida por el entorno del jazz. En la BdD aparece 64 veces. He elegido la versión que interpreta, Will Young, en esa entrañable película que es Mrs. Henderson Presenta.

Jule Styne 

Entre los invitados a una fiesta en Hollywood en el año 1946, se encontraba Jule Styne rodeado de personajes del show business. En un momento preguntó a los presentes si les gustaría escuchar una canción que acababa de componer su amigo, Jerome Kern. Se sentó al piano e interpretó la melodía. Una vez que terminó, todo fueron frases laudatorias sobre la canción. Styne había hecho trampa, ya que el tema era suyo y no de Kern, y lo que quería con ese engaño era conocer la opinión de, en un principio, personas entendidas en música. Visto lo visto, le llamó al letrista, Sammy Cahn y el resultado fue la canción Time after time, que fue incluida, al año siguiente, en la película musical It Happened in Brooklyn. Los músicos de jazz tomaron buena nota de la melodía y la incluyeron en su repertorio. En mi BdD aparece 48 veces. Os dejo la interpretada por Clayton Hamilton Jazz Orchestra & Ernie Andrews

En las seis canciones arriba referenciadas sus compositores eligieron, como he mencionado, a los siguientes letristas: DuBose Heyward, Lorenz Hart, Irving Berlin, Oscar Hammerstein II, Ted Koehler y Sammy Cahn. Excepto el primero de ellos, los cinco restantes son norteamericanos de origen judío. 

 Los compositores y letristas del Tin Pan Alley escribían casi todas sus canciones por encargo de los productores del show business para que se estrenaran en los teatros neoyorquinos, principalmente en Broadway. Los musicales de más éxito se convertían mayormente en películas. También se podía dar el caso que los músicos fueran requeridos directamente por las productoras cinematográficas. 

En las primeras décadas del siglo XX el teatro en yiddish estaba a la altura del que se representaba en inglés. Estas son unas palabras del letrista “Yip” Harburg al respecto: Todo el teatro en yiddish me encantaba. Sus obras cómicas conseguían que me riese a carcajadas, eran vulgares y escandalosas. Y las tragedias eran devastadoras. El lenguaje en yiddish era más onomatopéyico, satírico y los matices metafóricos cómicos estaban más logrados que en cualquier otro lenguaje que yo conozca”.  

La música formaba una parte importante de la obra, bien como incidental o en forma de canciones en las “deliciosas operetas folclóricas”.  
El yiddish theater se mantuvo firme, con su público, con sus dramas, con sus operetas, con sus comedias hasta el final de la II Guerra Mundial. Llegaron los años cincuenta y, prácticamente, desapareció. 

Uno de los compositores más importantes e influyentes en yiddish fue Sholom Secunda nacido en lo que hoy es Ucrania en 1894. 13 años más tarde emigró junto a su familia a los EE.UU. Después de cursar sus estudios musicales en el Institute for Musical Arts neoyorquino empezó su carrera como músico profesional. Primero como director de coro para continuar orquestando antiguas operetas en yiddish. A principio de 1920 empezó a componer canciones para obras de teatro.  

En 1938, el periódico, Camden Courier Post, le realizó una entrevista a Secunda y le preguntó por George Gershwin: “Hacia la mitad del año 1922, el famoso showman judío, Boris Tomashefaky, me preguntó por qué no me juntaba con George Gershwin para componer juntos. Yo rehusé. Yo fui a Brooklyn a componer musicales en yiddish, él se fue a Broadway y se convirtió en un gran hombre. Cada vez que me veía se avergonzaba. Pero ahora que ha muerto, la idea de una colaboración con él me persigue. No puedo dormir por las noches. Ese es ahora mi problema”. 

Curiosamente, de los cientos de canciones que los diferentes compositores escribieron en yiddish, solamente una se ha convertido en un standard de jazz y la compuso, Sholom Secunda. 

En el año 1932 y en el Rolland Theatre se estrenó el musical Men Ken Lebn Nor Mem Lost Nisht (Tú puedes vivir, pero ellos no te dejan) que fue un rotundo fracaso ya que se representó solamente el día del estreno. Una de las canciones de la revista se titulaba Bei Mir Bistu Shein (Tú eres para mí maravillosa) compuesta por Jacob Jacobs y Sholom Secunda. 
No se conoce cómo esta canción pudo dar el salto al Apollo Theatre de Harlem, unos años más tarde. Allí sobre sus escenarios el dúo, Johnny and George, hacía las delicias del público asistente cuando cantaba “Bei Mir Bistu Shein” en yiddish. 
En el año 1937, el compositor Saul Chaplin y el letrista Sammy Cahn se sentaron cómodamente en las butacas del Apollo Theater para ver el espectáculo y escucharon al dúo interpretar la canción judía. Se quedaron encantados de la melodía y sorprendidos de la entusiasta reacción del público. Chaplin le comentó a Cahn: ¿Te figuras el éxito que tendría esta canción si le pusieran una letra en inglés y la gente entendiera lo que en ella se dice?” 
Saul y Sammy se pusieron a ello no sin antes pedirle permiso a Sholom Secunda que les vendió los derechos de edición de la canción por 60 $, que repartió con Jacobs. 

Chaplin y Cahn escribieron su letra, pero sorpresivamente dejaron el título de la canción en su versión original. Se la ofrecieron primeramente a Tommy Dorsey que la rechazó de plano debido precisamente a que el título estaba en yiddish. Optaron finalmente por proponérsela a un trío de muchachas totalmente desconocidas y llamadas, The Andrews Sisters. El éxito fue apabullante, lanzó al estrellato al trío y colocó a “Bei Mir Bistu Shein” en lo más alto de las listas de ventas. Sin embargo, algo de razón tenía Tommy Dorsey con respecto al título ya que los clientes que se acercaban a las tiendas de discos la pedían como Buy a beer, Mr. Shane (Compre una cerveza, Señor Shane). 

“Bei Mir Bistu Shein” se ha convertido en todo un standard y los vocalistas siguen realizando versiones de la misma. Os dejo una Robin Mckelle de 2006, que le da una vuelta de tuerca, y la transforma en latín jazz.  

En este viaje que estamos realizando siguiendo las huellas de personas de la comunidad judía que participaron activamente en la génesis de show business, no podíamos dejar de lado a los teatros. A esos edificios destinados a la representación de obras dramáticas, cómicas o aquellas que tienen a la música como principal protagonista. En este último apartado, sobre sus escenarios se estrenaron cientos y cientos de canciones que han llenado de contenido a la historia de la música norteamericana. Un buen número de ellas se han convertido en eternas, en standards, en narradoras de los cambios que se iban produciendo en la sociedad, reflejados gracias a la labor de los letristas. 
Otros músicos – a los que llamamos de jazz – eligieron una buena parte de esas canciones y a través de ellas también fueron narrando, aunque de una manera diferente, su visión de la sociedad. 
La implicación de la comunidad judía en la construcción de esos edificios, que fueron como altavoces cuyos sonidos te podían hacer reír, llorar o cantar, fue determinante.  

La Shubert Organization es la más antigua compañía de teatro en América. Durante el siglo XX, la empresa fue dueña de cientos de ellos y produjo alrededor de 500 obras y musicales. 
A finales del siglo XIX, tres hermanos, Sam, Lee y Jacob J. Schubert, de Syracuse, Nueva York fundaron el negocio. En 1900, los tres se asentaron en la ciudad de Nueva York y rápidamente adquirieron teatros y comenzaron a producir shows. En 1905, después de la trágica muerte de Sam en un accidente ferroviario, los dos hermanos restantes continuaron con la empresa que fue creciendo día a día. En 1916, la Shuberts se había convertido en la más importante compañía de teatro, así como en la principal productora. 
Durante la primera y segunda década del siglo XX, construyeron los más lujosos teatros en Broadway como el Winter Garden, el Sam S. Shubert o el Imperial. Para mitad de los años veinte, los dos hermanos eran dueños o gestionaba alrededor de mil teatros a lo largo y ancho del país. 
Como el resto de la nación cuando llegó la Gran Depresión sus negocios se resintieron, pero consiguieron seguir en gran medida produciendo obras importantes durante los años 30 y 40. 

En los años 50 y 60, los Shuberts no se prodigaron en demasía en la producción teatral, volviendo con fuerza en los 70 y alcanzando una cota de mercado comparable a la de sus mejores tiempos. 
En 1973, la compañía se reorganizó bajo el nombre de The Shubert Orgnization. En las últimas décadas ha dedicado su energías y recursos en una campaña a largo plazo para la revitalización del teatro americano. Entre sus múltiples proyectos se encuentra la restauración de sus antiguos teatros y es conocida su implicación en labores cívicas y comunitarias. 
Hoy en día poseen 15 de los 41 teatros que poseen “la denominación de origen” “Broadway” y 5 más en otras ubicaciones en Nueva York. 

Me he dejado en el tintero, entre otras cosas, las Editoriales Musicales ya que en ellas también la huella del “origen judío” es importante. Editoriales como la de Harry Von Tilzer, Irving Mills o la del propio Irving Berlin. Ya saldrán por algún lado. 

2 de comentarios
  • Muy interesante. Siempre me interesó la procedencia judía de la mayoría de los hoy standards del American Song Book. Por añadir algo, contarte que llevo un par de años recopilando citas que hacen los músicos de jazz cuando improvisan y el compositor más citado es también, y sin duda, Gershwin.

    • Gracias por tu comentario. Hay que tener en cuenta que Gershwin es el compositor más versionado por músicos de jazz y estuvo en activo únicamente de 1917 a 1937, es decir 20 años. El que le sigue es Cole Porter que estuvo componiendo de 1914 a 1956, es decir 42 años. Otro dato que no he indicado en el blog es que los músicos de jazz eligieron 112 canciones de Gershwin por 81 de Cole Porter.
      El compositor que más aparece en mi base de datos es Duke Ellington, pero solamente si sumamos las canciones interpretadas por él mismo (junto a su orquesta) más las que eligieron los diferentes músicos de jazz. En este último caso quedaría en cuarto lugar. Un cordial saludo.

Subscribe